Cartas de lectores: El mártir de Metán

Cartas de lectores: El mártir de Metán
Hace 23 Hs

Marco Manuel de Avellaneda, tucumano héroe en la campaña y lucha por la Independencia de nuestra patria que traicionado por un subalterno. Fue capturado por el general oriental Manuel Oribe, enemigo del ejército y jefes de la Liga del Norte integrada entre otros por Juan Galo de Lavalle y Gregorio Aráoz de La Madrid. Fue íntimo amigo de otro tucumano, Juan Bautista Alberdi; padre del luego presidente Nicolás Avellaneda. Se oponía al gobierno de Juan Manuel de Rosas y en la localidad de Metán, hoy provincia de Salta, Oribe ordenó su muerte y el 07/04/1840 fue degollado de la manera más cruel y ordenó también que su cabeza fuera traída a Tucumán y clavada en una pica y exhibida en la Plaza Independencia de donde fue rescatada días después por la vecina Fortuna García, quien la depositó en la Iglesia de San Francisco. LA GACETA le dedicó el 21/11/20 una página completa: “El mártir de Metán ofrendó su vida por la Liga del Norte”, y nos cuenta que al centenario, año 1941, una comisión de políticos y parientes para rendir homenaje al héroe resolvió colocar en la Plaza Independencia la piedra basal para la construcción de “un gran monumento”; pero, lamentablemente, como una mala costumbre de los políticos, ese monumento nunca fue iniciado, pero sí habrían colocado una pieza o mosaico de mármol con la inscripción “En este lugar, clavada en una pica, estuvo la cabeza de Marco M. de Avellaneda, animador del pronunciamiento tucumano y de la Liga del Norte contra Rosas por la organización del país”. En el año 1909 la Legislatura de Tucumán contrató al artista Aniceto Valdez para la confección de un óleo de cuerpo entero del Mártir de Metán, obra que presidió décadas en salón de la antigua Legislatura pero desapareció; nunca fue colocada para presidir el nuevo salón del nuevo edificio de esa misma legislatura. ¿Por orden de quién? ¿Dónde está? Hay más para comentar con el informe de LA GACETA: el 30/12/1988 se denominó con el nombre del héroe una calle periférica que marcaba el límite de la entonces ciudad capital; pocos años después un concejal capitalino tenía intenciones de hacerla desaparecer cambiándole el nombre pero no prosperó por la feliz intervención de terceros pero, hoy, la calle Marco Manuel de Avellaneda luce totalmente abandonada y sucia por el abandono de los terrenos linderos del ferrocarril. ¿Exagero? Pido a las autoridades visitar la esquina de Av. Sarmiento y Marco M. Avellaneda y descubran que de la avenida hacia el Norte han construido, ocupando la vereda hasta el cordón de la calle, viviendas precarias y algunas con ladrillos que se prolonga varias cuadras; incluso ya en terrenos nacionales, porque pertenecen al ferrocarril, han construido en ambos costados de la vía férrea viviendas precarias, lo cual es potencialmente peligroso para sus ocupantes porque todavía transitan trenes con vagones de carga. Me duele decirlo pero las autoridades tienen en el olvido el perenne homenaje al Mártir de Metán.

Ángel Ricardo Salguero

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