Caballos que sanan: historias de superación y equinoterapia en la Expo

Empezó la edición 2024 del evento agrícola y ganadero, y un torneo paraecuestre se robó todas las miradas. Lo que fue y lo que se vendrá.

CONCENTRACIÓN. Antes de salir a la pista, los jinetes mostraron estar enfocados en los desafíos que se les iban a presentar en la competencia. CONCENTRACIÓN. Antes de salir a la pista, los jinetes mostraron estar enfocados en los desafíos que se les iban a presentar en la competencia. La Gaceta / fotos de Diego Aráoz
20 Septiembre 2024

El termómetro marcaba 36° a a las tres de la tarde, en lo que fue el día más sofocante de la última semana. Sin embargo, en la pista central del predio de la Sociedad Rural, jinetes y amazonas sólo sintieron el calor de los nervios y las ganas de demostrar lo aprendido en sus clases de equinoterapia al público. En el primer día de la Expo, la “Fundación Vidalitita” salió a la pista.

“No es solamente subirse al caballo. Hay todo un trabajo por detrás y una conexión entre los animales y los chicos”, mencionó Carla Bollero, la mamá de una de las protagonista de la tarde. Y fue real.

En el torneo paracuestre que llevaron adelante los jóvenes y niños que asisten a la entidad, no tan sólo se vio toda una muestra de destrezas sino una profunda conexión entre los caballos y quienes los montaron.

Soporte y contención

Si buscamos una definición, la equinoterapia es un tratamiento que usa los movimientos de un caballo para lograr las respuestas deseadas en una persona, en función de su discapacidad.

Así, mientras Carla esperaba ver a su hija Camila en acción, afirmó que fue justamente eso uno de sus mayores progresos tras empezar equinoterapia hace más de 10 años.

“Tiene avances en cuanto a la postura, tonicidad muscular, el vínculo y la responsabilidad”, destacó en cuanto a los cambios que ve en la joven que hoy tiene 29 años.

Camila tiene rulitos apretados, por lo que todos en la fundación la llaman con cariño “Mocha”, y en su propia voz, lo que más disfruta de esta práctica es sentir paz cuando está con los caballos.

“Me tranquilizan. Me hacen feliz”, contó a la vez detalló cuáles son sus actividades favoritas junto a ellos: “me gusta peinarlos, alimentarlos y después hacer los ejercicios en la pista”.

PREMIADOS. La cucarda que se llevó cada participante del torneo. PREMIADOS. La cucarda que se llevó cada participante del torneo.

Su mamá escuchaba la charla a un costado y agregó: “hay toda una parte afectiva con los animales y con sus compañeros que me hacen verla tan motivada, entusiasmada y contenida en un ambiente súper profesional, pero sobre todo humano”.

Primeras veces

Se vio el rostro de varios pequeños jinetes en la jornada de ayer, y entre ellos se destacaba el de Liam Samael, quien con solo tres años se encontraba allí para reafirmarle a su familia su amor por los caballos.

Según contó su abuela, llegaron a La Vidalita porque desde muy pequeño él mostró una fascinación por los corceles que incluso les sorprendió a ellos ya que no tuvieron jamás algún contacto con ellos.

“Me gusta cabalgar”, dijo de forma clara y sin ningún tartamudeo, mientras no despegaba la vista de los animalitos que ya lo esperaban en la pista.

Aunque al mirar atrás su familia recordó que al principio sí tuvo miedo de acercarse, hoy ya no existe ningún temor y disfruta de darles su alimento y jugar con ellos.

Samael minutos más tarde disfrutaría arriba de su compañero de cuatro patas y se iría a su casa, como todos quienes participaron de la actividad, con una cucarda.

El lazo distintivo que todos se llevaron a su hogar como un recuerdo que pegaron en sus pechos, cerca del corazón.

Buena memoria

“Los caballos tienen buena memoria al buen trato”, destacó la presidenta de la Fundación La Vidalita, Rossana Pérez, quien relató la historia de cada uno de los caballos de la exhibición y emocionó al público, sobre todo, con dos de ellos: Amancio y Caramelo.

Es que al hablar de la memoria, se refirió a Amancio que llegó a la organización donado por su dueña que debió dejar la provincia.

“Ahora ella lo visita cada vez que regresa a Tucumán y le trae uvas por el ama comer esa fruta”, describió.

El animal aún reconoce a quien le dio su cariño durante sus primeros años de vida y relincha desde que ella llega hasta que se va. “Porque ese vínculo, es eterno”, acentuó Pérez.

Igual de emotiva fueron las anécdotas sobre Caramelo, quien es parte de la fundación desde el año pasado y llegó como una donación del Ministerio Público Fiscal.

“Fue rescatado y llegó a nuestras manos en muy malas condiciones”, rememoró Rossana quien no olvidó el trabajo incansable de los veterinarios que la acompañan en la institución, para que el pelaje de este caballo vuelva a brillar en el sol, mientras ayuda a niños y adultos a ganar independencia, además de confianza, mientras se integran en la sociedad.

Agradecimiento

“Hoy es un día de recompensa”, remarcó Pérez durante una de sus intervenciones para no dejar de subrayar el logro de sus chicos, ni tampoco de los profesionales que la acompañan.

Es que dentro de la equinoterapia hay psicólogos, psicomotricistas y otros expertos que acompañan a cada personita que quiere conectarse con un caballo, para conectar de otra forma con la vida misma.

Esto se debe a que para asegurarse de que la persona con discapacidad esté siempre a salvo y cómodo, son varias las ramas de la ciencia que se mueven para acompañarlos.

La Vidalita lleva 15 años cumplidos de trabajo para que estos vínculos entre quienes lo necesitan y los caballos, se establezcan en un espacio seguro.

Y por la Expo 2024, se replicarán hasta el próximo martes, estos espacios en los que el campo hace de nexo para que la sociedad crezca de la mano de innovación tecnológica agrícola y alimenticia en el marco del evento ganadero, comercial, industrial, turístico y de servicios más importante del Noroeste Argentino.

Porque como dicen en su lema desde la fundación: “El esfuerzo es innegociable, no importa a lo que te dediques, cada detalle cuenta; porque hasta las grandes hazañas dependen las pequeñas cosas”.

Cronograma de hoy

14: Charla sobre genética porcina en la pista de remate

15: XXII° Concurso Anual Ganadero

17: Inicio de la Jornada Cunícula

19: Espectáculo a cargo de la policía de la Provincia

Precio de entradas generales: $8.000

Precio de grupo familiar de cuatro personas: $16.000

Precio para cuatro amigos: $24.000. Menores, jubilados y estudiantes universitarios pagan la mitad.

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