Las Cañas: donde el fútbol y el tercer tiempo se fusionan

Las Cañas se convirtió en uno de los puntos de encuentro más importantes para los amantes del fútbol en Tucumán. No se trata solo de un torneo, sino de un fenómeno social que supo capturar la atención de una generación que busca combinar deporte y el entretenimiento en un mismo lugar. Ubicado en Yerba Buena, este espacio cuenta con dos predios: uno en Avenida Perón y otro en el Country Jockey Club, y ambos se volvieron destinos masivos para quienes quieren jugar al fútbol, compartir con amigos y disfrutar de lo que se convirtió en una tradición de los fines de semana: el tercer tiempo.

En primer lugar, Las Cañas se destaca por la calidad de sus instalaciones desde el punto de vista deportivo. En ese sentido, ambos predios cuentan con un sistema de riego automático que garantiza un césped natural en perfectas condiciones durante todo el año. Este detalle técnico no es menor, ya que permite que el juego fluya sin problemas, proporcionando una experiencia de calidad tanto para quienes compiten como para quienes disfrutan de un rato de esparcimiento. “Aquí el fútbol es de otro nivel. Vos sabés que las canchas están buenísimas y que será una jornada en la que el deporte y los vínculos sociales se juntan en un complejo que tiene vistas impresionantes”, dijo Javier Rivera, quien suele ir a mirar fútbol amateur y luego comparte el tercer tiempo con amigos.

El tercer tiempo, una verdadera fiesta

El predio del Country Jockey Club ofrece un tercer tiempo más relajado. Aquí, después de los partidos, las familias y amigos se reúnen en el césped para compartir unos mates, gaseosas o cervezas, mientras conversan y disfrutan de la tarde. Este espacio es ideal para quienes buscan un ambiente tranquilo, rodeado de naturaleza, donde el fútbol se mezcla con momentos de distensión y camaradería. Las familias de los jugadores se suman a la jornada, generando un ambiente inclusivo donde tanto jóvenes como adultos disfrutan por igual. No es azaroso que en ese predio se disputen, por lo general, los partidos de las categorías más grandes, que se enfocan más en lo que tiene que ver con el fútbol. “Yo jugué a las 11, en el Jockey. Y aquí estoy. Me organizo en la semana para tener el sábado libre y disfrutar a pleno aquí”, dijo “Ricky” Molinas que juega en la categoría Mayores de 30, pero que una vez que comparte algunas cervezas con sus compañeros de equipo, se suma a la fiesta de la Avenida Perón.

El predio principal, se transforma en un ambiente mucho más festivo pasadas las 18. Aquí, el tercer tiempo adquiere una dimensión completamente distinta, con música, tragos, foodtrucks, DJ en vivo y grupos de amigos que buscan divertirse y disfrutar de la noche al aire libre. Es el espacio perfecto para quienes buscan un ambiente más dinámico, con la posibilidad de alargar la jornada futbolística en un contexto más relajado y lleno de energía. Evelyn Solórzano, de 27 años, lo describe así: “Venimos acá por la buena onda, la música, el ambiente, vienen djs de nivel, hay buena onda y es tranquilo. Empezamos de tardecita y a la noche sigue el baile. Hoy todo termina temprano, pero normalmente cuando cierra acá salimos a bailar o nos vamos a otro lugar”.

Más allá de la infraestructura y el ambiente, lo que hizo de Las Cañas un lugar tan especial es la conexión que genera entre las personas. Para muchos jóvenes, es un espacio de encuentro semanal, un lugar donde se fortalecen amistades y se crean nuevas relaciones. Joaquín Pérez, de 32 años, es uno de esos jugadores que encontró en Las Cañas mucho más que un torneo de fútbol: “Vengo con mi equipo desde hace un par de años. Es más que solo venir a jugar, acá hacemos amigos. Después del partido nos quedamos en el tercer tiempo y siempre nos cruzamos con alguien conocido. El ambiente es muy distendido, todos venimos a pasarla bien”.

Por su parte, María Inés Sánchez, de 29 años, quien juega en el torneo, destaca la importancia de la inclusión: “Acá somos todos iguales, no importa si sos hombre o mujer, lo que importa es que te guste jugar al fútbol y pasarla bien. Después de los partidos, nos quedamos en el predio que nos toque jugar con las chicas del equipo y las familias. Se armó una especie de comunidad donde ya todos nos conocemos y eso lo hace especial”.

Otro aspecto relevante que contribuyó al éxito de Las Cañas es su ubicación. Yerba Buena, ofrece un entorno inigualable para quienes buscan desconectarse de la rutina diaria. El hecho de estar rodeado de verde no solo mejora la experiencia deportiva, sino que también convierte a Las Cañas en un lugar ideal para quienes buscan relajarse en un ambiente natural y disfrutar de las vistas mientras juegan o comparten con amigos.

Martín Gallardo fue más escueto con su respuesta, pero no dejó dudas. “Es difícil encontrar otro lugar en Tucumán que te ofrezca todo lo que ofrece Las Cañas. Fútbol, música, amigos, seguridad…”, explicó.

Lo que comenzó como un simple torneo de fútbol amateur, hoy es un fenómeno que atrae tanto a jugadores como a quienes simplemente buscan pasar un buen rato. Cada fin de semana, decenas de tucumanos se suman a esta propuesta; Las Cañas supo combinar deporte, naturaleza y entretenimiento en una fórmula única que sigue ganando adeptos y promete continuar en ascenso.

Uno de los habituales presentes en las jornadas de Las Cañas es David Robles, ex jugador de San Martín que ahora despunta el vicio defendiendo los colores de Los M. “Vengo primero por el fútbol y después por el tercer tiempo. Disfrutamos con amigos y también con mi hija que siempre me acompaña. La semana pasada disfrutó del show de Los Totoras”, explicó el ex volante que ahora juega en la categoría Mayores de 30. “Todos tienen 30, 31 hay que correr, pero la verdad que es muy bueno, todavía estoy para jugar”, respondió con una sonrisa cómplice.

Venimos a Las Cañas porque es un horario más amigable, no te desvelas y al otro día podés estar tranquila en familia. También por los precios y las buenas promos que hay”, explicó Cande Varela en el ingreso al predio. “Venimos solo por la fiesta, no sabemos nada de fútbol. Recibimos invitaciones de un equipo, pero ni idea del juego”, respondió de manera risueña Cony Vidal, lista para disfrutar de la tarde-noche de Las Cañas.