Bolivia es zona de desastre y Brasil se ahoga por el humo

El gobierno de Arce lanzó un decreto que permitirá canalizar la ayuda internacional hacia gobernaciones más afectadas por los incendios, como Santa Cruz y Beni. La Amazonia en llamas

INFIERNO. El humo de los incendios en el Parque Nacional de Brasilia llega hasta las ciudades como San Pablo. INFIERNO. El humo de los incendios en el Parque Nacional de Brasilia llega hasta las ciudades como San Pablo.
01 Octubre 2024

LA PAZ, Bolivia/SAN PABLO, Brasil.- El gobierno de Bolivia decretó el “desastre nacional” por los incendios forestales sin precedentes que afectan sobre todo a Santa Cruz, el departamento más rico y poblado del país.

El decreto permitirá canalizar la ayuda internacional y transferir recursos económicos desde el gobierno central a las gobernaciones departamentales.

El presidente Luis Arce firmó la norma “a causa de la magnitud de impacto de los daños causados por la presencia de incendios en el territorio nacional”. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, leyó el decreto en un acto en Santa Cruz, en el que estuvo presente Arce.

El último reporte oficial del poder ejecutivo, de principios de septiembre, advirtió que en el país se han destruido 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales.

La gobernación de Santa Cruz, la más castigada por los incendios, precisó que solo en esta región ya se habían consumido 7,2 millones de hectáreas hasta la semana pasada, una cifra que supera las 4,2 millones reportadas en 2019.

Según las autoridades departamentales, se trataría del “mayor desastre ambiental” sufrido en esta región, que alberga a 27 % de la población nacional. Otro departamento afectado es Beni, en la Amazonia boliviana, en el noreste del país.

Según el Observatorio Regional Amazónico, en los últimos cinco años el fuego ha destruido cerca de medio millón de hectáreas de la Amazonia, en particular en Brasil y Bolivia.

La quema de bosques es una práctica ancestral entre los agricultores de Bolivia, que comienza entre los meses de marzo y abril y se prolonga hasta septiembre y octubre. Este año, la sequía, las pocas lluvias y el cambio climático provocaron que los fuegos se expandan, aseguró la gobernación de Santa Cruz el viernes.

En el sudeste de Brasil, la situación es desesperante. “Aunque soy fumador, toso más que de costumbre”, dice preocupado el estudiante Luan Monteiro en el puerto de Río de Janeiro, que como muchas ciudades brasileñas vive hace semanas con picos de contaminación, debido a la ola de incendios en el país.

Fuegos

En medio de una sequía extrema ligada al cambio climático, Brasil sufre los efectos de una multiplicación de fuegos de norte a sur. Las nubes de humo cubren buena parte del territorio del mayor país de América Latina -hasta 80% la semana pasada-, según Karla Longo, científica del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).

“El cielo luce horrible. El sol ya no se ve bien, está muy borroso. Normalmente el aire aquí no es tan seco, porque estamos cerca del puerto y eso refresca. Pero ahora está más seco de lo normal”, constata a la agencia AFP Monteiro, de 20 años.

San Pablo, la mayor metrópolis latinoamericana, escaló durante a lo alto de la clasificación de las ciudades más contaminadas del mundo, según la empresa de vigilancia de calidad del aire IQAir, con base en Suiza.

Las mascarillas se volvieron a ver, sobre todo en Porto Velho y otras ciudades de la Amazonia, que vive su peor ola de incendios en casi dos décadas, según el observatorio europeo Copernicus.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios