En Santa Ana preocupa el robo frecuente de cables del alumbrado

Vecinos dicen que son menores de edad los autores.

PROBLEMA SOCIAL. El robo de metales está generalizado. la gaceta / foto de diego araoz ( archivo) PROBLEMA SOCIAL. El robo de metales está generalizado. la gaceta / foto de diego araoz ( archivo)

Un inquietante repunte de robos de cables, lámparas y otros objetos metálicos de la red eléctrica del alumbrado público y domiciliario, se registra en las últimas semanas en Santa Ana. Entre el viernes y domingo de la semana pasada los vecinos denunciaron la sustracción de varios metros de cables de bronce de columnas ubicadas en calles San Martín, Pedro Bonetti y Ameghino, dejando oscuro a un amplio sector del microcentro de esa localidad. “

El escaso personal de seguridad que se dispone y el despliegue descontrolado de menores dedicados a delinquir revela un problema social que ya es para afligirse y que compromete a todos para tratar de poner un freno a esto”, dijo la vecina Ana Enriqueta Gómez. “De noche ya da miedo salir porque no faltan los grupos de chicos entregados a las adicciones que se juntan en las esquinas. La oscuridad los ampara”, añadió. 

El comisionado comunal Hernán Romano reconoció que “se está ante un problema que crece de la mano del consumo, por parte de jóvenes, de sustancias prohibidas y adictivas. Se roba para acceder a esos productos”, advirtió. “Las sustracciones de cables y lámparas pasan con frecuencia y se realizan denuncias en la comisaría local. La reposición sólo se puede hacer luego de las pericias que debe realizar la División Criminalística de la Regional Sur. Hay que poner los cables de alimentación hacia la lámpara. Mientras tanto los vecinos permanecen sin luz en las calles”, expuso el funcionario. 

“Este es un problema que estamos estudiando para abordarlo desde lo social y con la participación de los diferentes actores comunitarios. Lo que se está viviendo no es solo responsabilidad de la policía, sino también de todos”, apuntó Romano.

Los robos de cables del alumbrado público, de lámparas, placas de monumentos de los cementerios, e incluso manijas de féretros y de chicotes de los medidores de gas, es un delito que se ha generalizado en la provincia. En Concepción el intendente Alejandro Molinuevo formalizó a principio de año ante la justicia una denuncia vinculada con las sustracciones de cientos de metros de cables y artefactos del alumbrado público producidas en ese municipio y que provocaron una erogación millonaria. Los hechos son investigados por la policía. 

En Famaillá personal municipal inspeccionó el año pasado desarmaderos y se encontró con cables, columnas y lámparas sustraídas del sistema de alumbrado público de esa ciudad. En el caso tomó intervención la justicia de Monteros. Manuel Canto, director de Comercio Interior de la provincia, dijo que frente al auge del robo de artefactos metálicos de los servicios públicos, en San Miguel de Tucumán efectuó procedimientos de inspección en tres chatarrerías. “En este operativo nos dimos con cables del alumbrado público producto de la comercialización espuria. Se incautaron 1.600 metros de conductos que equivalen a 55 kilos de cobre”, precisó. 

“Las inspecciones van a continuar y el que desarrolla esta actividad debe saber que si adquiere esos elementos robados se compra un gran problema”, advirtió- “La sustracción de chicotes del medidor de gas, que también se viene dando en gran medida, genera un enorme problema al usuario que hasta que hace las diligencias de reposición permanece más de un mes sin el fluido”, apuntó. Canto observó que esta actividad delictiva tiene además la gravedad de incentivar las adicciones en los chicos- “Todo indicaría que estos roban para poder acceder a los productos que consumen. De ahí que vamos a actuar con rigor contra quienes compran lo robado y se convierten en cómplices del hecho”, remató.

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