En un contexto de crisis económica, los argentinos buscan la manera de generar ingresos con sus ahorros y en el horizonte aparecen diversas opciones, aunque no todas brindarán los mismos rendimientos. Entre las más analizadas se encuentran los plazos fijos -tradicional y UVA- y la compra de dólares.
En las primeras semanas de Milei el dólar se disparó, la inflación se aceleró y las tasas de interés de referencia del Banco Central se encontraban por encima del 100%. Hoy la inflación está en declive, el dólar está calmo y el mercado tiene libertad para determinar las tasas de interés.
A continuación, te presentamos el caso de un inversor que decidió generar rendimientos mensuales con $100.000 durante septiembre. ¿Cuál de todas las opciones fue la más rentable?
Con $100.000, ¿cuál fue la operación que más rendimientos generó en septiembre de 2024?
Comenzando por el plazo fijo, se debe tener en cuenta que a principios de mes los bancos ofrecían a sus clientes tasas de interés que oscilaban entre el 35% y el 45%. Suponiendo que el ahorrista destinó el 100% de su dinero a un plazo fijo, depositando el primer día hábil del mes (lunes 2) y retirándolo el primer día hábil de octubre (martes 1) con la mejor tasa del mercado, se deduce que en el transcurso de los 30 días obtuvo un retorno de $3.698 (3,6% de rendimiento nominal).
La misma persona pudo haber accedido también a un plazo fijo en UVAs (Unidades de Valor Adquisitivo), instrumento que ofrece un rendimiento acorde al avance de la inflación. De acuerdo a la información publicada por el Banco Central (BCRA), las UVAs aumentaron de 4,16% en el período analizado, por lo que el inversor habría obtenido $4.160 de ganancia (algunos bancos además ofrecen un 1% adicional). Sin embargo, se debe considerar que los plazos fijos en UVA exigen un mínimo de 90 días de permanencia, por lo que el ahorrista no tendría liquidez al finalizar el mes, sino que tendría que esperar dos meses más para poder tener la plata en su bolsillo.
Pasando al dólar, la situación cambia bastante. Antes que nada, hay que aclarar que actualmente un ahorrista minorista puede acceder únicamente al dólar libre o al dólar MEP. En el primer caso, el primer día hábil del mes la cotización era de $1.305. Por lo tanto el inversor podría haber comprado U$S 76,6 con sus $100.000. El 1° de octubre, el dólar libre se vendía en las calles a $1.220. Eso significa que, vendiendo sus dólares en esa jornada, el inversor hubiera recibido un total de $93.452; es decir que hubiera perdido $6.548 en el transcurso del mes.
En lo que respecta al dólar MEP, el primer día hábil de septiembre se encontraba a un valor de $1.285,01. Con su $100.000, el pequeño ahorrista hubiera podido comprar U$S 77,8. Un mes más tarde, la cotización ya había bajado a $1.220,07. Eso quiere decir que se podrían haber vendido los U$S 77,8 por un total de $94.946. Una vez más, el resultado hubiera sido de pérdida, en ese caso de $5.054.
En conclusión, durante el mes de septiembre la mejor forma de inversión para los pequeños ahorristas tradicionales fue el plazo fijo en UVA, seguido por el plazo fijo tradicional. En esta oportunidad, el dólar no funcionó como mecanismo efectivo de ahorro y mucho menos como inversión.