Perón, en el gobierno de Edelmiro Farrell 1944 - 1946 (sustituye a Pedro Pablo Ramírez) va a ocupar el triple cargo de Vicepresidente de la Nación, Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión Social y va a llevar al proceso que conduce al 17 de octubre de 1945. Una manifestación enorme, el 24 de septiembre de 1945, exigió la transferencia del gobierno a la Corte Suprema. El 8 de octubre, Perón, es detenido y confinado en la isla Martín García. Desde el 9 de octubre sectores oligárquicos y de la industria, con el apoyo del Partido Comunista y el Partido Socialista, venían proclamando la asunción de un gobierno de la Corte Suprema de Justicia y un plan de institucionalización. Meses antes, Braden había constituido la Unión Democrática. La destitución de Perón fue un virtual golpe de estado perpetrado por un sector del ejército con el apoyo de otras armas. Había, en ese cuadro, una tremenda división en la clase dirigente del país (sobre qué rumbo tomar). A nivel mundial, también, se manifestaban choques y divisiones, al final de la Segunda Guerra Mundial, entre Estados Unidos y el Reino Unido. También la clase trabajadora se encontraba dividida entre apoyar o no a Perón. Se expresaba en la existencia de dos CGT. Un sector de la dirigencia sindical, de origen socialista, anarquista y comunista, se integra al estado o la fracción militar y se alinean con Perón. Reivindicaban la legislación social que sanciona Perón, que por medio de decretos desde la Secretaría de Trabajo había impulsado salario mínimo vital y móvil, medio aguinaldo, jubilación, vacaciones anuales pagas, convenio colectivo de trabajo, indemnización por accidentes laborales, etc. También una vasta reglamentación sobre el derecho de huelga y de la organización sindical. El otro sector, la CGT 2, donde estaban las organizaciones sindicales del Partido Comunista y el Partido Socialista, se integran a la Unión Democrática. La división abarcaba a todas las instituciones del Estado (la iglesia, las fuerzas armadas, la policía, etc.) y la detención de Perón aviva esa división. Era la época del “gran acuerdo” (Yalta 1945) entre Estados Unidos y la URSS. Luego de vacilaciones, marchas, contramarchas y acusaciones mutuas la CGT decide convocar a un paro para el 18 de octubre. Nunca proclaman claramente la libertad de Perón. Un día antes, el 17 de octubre de 1945, columnas de obreros, desde fábricas y barrios, marchan a Plaza de Mayo. La reacción obrera fue inesperada. Es el acta de nacimiento del peronismo. Pero Perón y su aparato que lo rodeaba sostuvieron que su carrera política estaba terminada. El bloque de la Unión Democrática pensó que los partidos socialista y comunista eran un seguro de contención a las masas. Un sector del ejército y de la policía no detuvo la marcha. La iniciativa partió de Berisso. “No sabemos quién largó la consigna” (Cipriano Reyes). La policía gritaba viva Perón cuando pasaban las columnas. Antes de su detención, Perón realiza un acto de despedida en la Secretaría de Trabajo a través de la cadena de radiodifusión con la presencia de más de 50.000 trabajadores. Allí enumera tres decretos para que Farrell los pusiera en vigencia (aumento de sueldo, salario mínimo vital y móvil y participación en las ganancias). El 12 se juntaba una muchedumbre de antiperonistas que celebraba la caída de Perón. Esta irrupción de masas, en medio de una división en el alto mando militar, hizo que no fuera reprimida y transformara por completo una crisis política. El propio alto mando militar (que destituyó a Perón) planteó su libertad y traslado a los balcones de la Casa Rosada (como única autoridad que podía encuadrar a las masas). Perón fue liberado sobre la base de un acuerdo político: eliminar toda movilización autónoma de las masas y dirimir la crisis política en una contienda electoral (institucionalización) a realizarse en febrero de 1946.
Pedro Pablo Verasaluse