El formato Boleta Única de Papel reconfigura el escenario electoral

El formato que se implementará desde el próximo año obliga a los partidos a replantear sus estrategias para llegar a los votantes

El formato Boleta Única de Papel reconfigura el  escenario electoral

A partir de la promulgación del Poder Ejecutivo sobre el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP), el rompecabezas de la política cambió considerablemente de cara a las elecciones legislativas de 2025.

La aplicación de este nuevo sistema significa que la próxima vez que los votantes asistan al cuarto oscuro encontrarán toda la oferta electoral en una misma hoja. De esta forma, las boletas partidarias, que solían colapsar la capacidad de las aulas escolares, dejarán de formar parte del paisaje.

Para los votantes de provincias como Córdoba, Santa Fe y Mendoza, la aplicación de la BUP no resultará novedoso porque en dichas jurisdicciones ya se eligen cargos locales con esta modalidad. De hecho, el diseño de la boleta aprobada por el Congreso será idéntico al que implementó Mendoza en 2023: en las filas horizontales estarán los cargos electivos, y en las columnas verticales, las agrupaciones políticas. El modelo cordobés de la boleta es a la inversa. El orden de los partidos en la papeleta se definirá por sorteo. El elector deberá marcar los casilleros de los candidatos de su preferencia. Además, por un cambio realizado en el Senado, no figurará la opción de voto por lista completa.

Más allá de las críticas que recibió la eliminación de este casillero, la posición mayoritaria aseguró que el diseño final de la boleta le va a permitir al elector un voto más pensado y va a dar más calidad al resultado electoral porque va a evitar el arrastre.

Para las categorías de presidente y vice se incluirá en la boleta el nombre y fotografía de ambos candidatos. En el caso de los senadores nacionales, se verán los dos titulares, también con imagen. Y para los diputados nacionales, figurarán los nombres de los cinco primeros de la lista, aunque solo tendrán foto los primeros dos. Las nóminas completas con sus respectivos suplentes se publicarán en afiches en el cuarto oscuro.

Un paso adelante

El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) fue una de las organizaciones del tercer sector que celebraron la sanción parlamentaria sobre la BUP. Gala Díaz Langou, directora ejecutiva de Cippec, precisó que este instrumento garantiza que esté toda la oferta “disponible para el electorado en el momento de votación, equipara las condiciones entre partidos políticos y contribuye a una mejor traducción de preferencias del electorado”.

De acuerdo a la posición de la entidad, la experiencia de Córdoba enfatizó la necesidad de ir corrigiendo el diseño para minimizar los errores y los efectos no deseados, como un crecimiento del voto en blanco. Por su parte, el caso mendocino resultó rico para desmitificar temores porque no presentó dificultades en procesar el escrutinio, no se ocasionaron esperas, y no hubo más votos nulos. Mientras que el caso santafecino resaltó la relevancia de la capacitación previa a la elección y también sirvió para ilustrar cómo la BUP agilizó el proceso de votación.

“Resultará central que se avance en una reglamentación sólida y participativa que garantice las mejores condiciones posibles para su primera implementación a nivel nacional. Así, la Boleta Única Papel puede ser el ejemplo de cómo el diálogo político puede contribuir a generar cambios duraderos que mejoren nuestras instituciones, que contribuyan a la cohesión social y la reafirmación del pacto entre representantes y representados/as”, sostuvo Díaz Langou en un comunicado.

Pros y contras

De acuerdo a la visión de distintos analistas políticos los beneficios de la boleta única pueden distribuirse en tres grupos. En el primero se ubica la distribución y disponibilidad de la BUP en los centros de votación porque la responsabilidad del Estado infiere que esto garantiza el acceso a una oferta electoral completa en todo el territorio. Como segura característica central indican que el sistema asegura equidad porque la boleta es diseñada por la autoridad electoral, que aplica los mismos criterios de diseño y presentación para todas las listas por igual. Finalmente, ofrece una mejor experiencia al electorado. En Santa Fe (2015), el 94,5% de los y las votantes aseguró que el uso de boleta única papel le resultó más fácil que hacerlo con boleta partidaria y el 92,3% calificó el sistema como “muy bueno o bueno”.

En la vereda de las desventajas, el abogado diplomado en Derecho Electoral, Juan Manuel Di Teodoro, postuló en su trabajo “Boleta única: aportes para un debate político y jurídico sobre los procesos de reforma electoral en Argentina” que resulta “innegable” que el voto con boleta única de papel resulta ser más enmarañado para los electores y para el escrutinio de mesa. “Los electores/as deben encontrar y marcar cada opción, ya sea lista completa o por categoría, y dicha marca debe ser muy clara y precisa. De ahí que el diseño de la boleta única papel sea determinante: debe ubicar cuidadosamente los casilleros, de manera precisa y sencilla, para marcar cada opción y evitar la confusión del votante”, consideró.

El letrado también apuntó en su trabajo a la cantidad de partidos políticos que conviven en el ecosistema argentino y que ante la posibilidad de que haya 46 fuerzas electorales en condiciones de postular candidatos a la presidencia confeccionar la boleta puede ser una problemática. “No se trata de un problema del instrumento de votación, sino de una regulación electoral que, evidentemente, facilita la conformación de partidos políticos y en muchos distritos, debido a estrategias políticas que multiplican colectoras o acoples. Todo ello contribuye a que no nos resulte sencillo encontrar la boleta que nos gusta. Ninguna de estas decisiones va a ser más clara ni más simple si en lugar de mirar boletas vemos listas con tipografía chica sobre un solo rectángulo de papel”, detalló.

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