“Sotheby's subastará una pintura hecha por una robot”. La noticia circuló desde el domingo por algunos grupos de chats integrados por artistas, expresando posiciones distintas. Pero hay que hacer un par de aclaraciones.
“El retrato de Edmond Belamy” fue el primer cuadro creado mediante inteligencia artificial (IA). La imagen, con aires de la pintura del siglo XVIII, se creó en una computadora, no es una pintura sino el resultado de una impresión de tinta y puesta en un marco dorado y se subastó en casi medio millón de dólares en Christie’s (Nueva York), en 2018.
En otras palabras, el mercado del arte ya está asumiendo esta producción artística.
Y Ai-Da fue creada y presentada en 2019.
Una obra del robot artista Ai-Da, un humanoide dotado de inteligencia artificial (IA), será subastada el 31 de octubre, una primicia en el mundo del arte, anunció la casa de remates Sotheby's.
Su retrato del matemático inglés Alan Turing, considerado como uno de los padres de la informática, forma parte del lote de esta subasta online que explora la “intersección entre el arte y la tecnología” y que permanecerá abierta hasta el 7 de noviembre. Se espera que esta pintura de 2,2 metros de alto, titulada “AI God” (Dios de la IA), alcance una cotización entre 130.000 y 196.000 dólares).
Este robot es uno de los más avanzados del mundo y está diseñado para parecerse a una mujer, de grandes ojos y pelo castaño oscuro. Fue creada por el galerista británico Aidan Meller, quien la desarrolló en 2019 junto con Engineered Arts e investigadores de la Universidad de Oxford.
Nada desde cero
Alejandro Gómez Tolosa es artista y docente, experto en el uso de la tecnología digital. “A mi parecer no queda claro si es que el problema (si lo hubiese) es que el robot haga arte o que se venda lo que el robot “recrea” (así entre comillas) como arte en Shoteby´s. Si es el primer caso (poner en tela de juicio si es arte o no) es anacrónico. Esto ya viene sucediendo desde los 90-2000, cuando las tecnologías digitales potenciaron las herramientas y el paradigma dio un salto a esa forma de expresión. Muchos se negaron, acusaron e incluso condenaron esta forma de crear. Pero hoy 2024 podríamos decir que ya está naturalizada esa área del arte. Ahora bien, todavía (y remarco esto) las AI no han podido crear desde cero, sino remitiéndose a obras (o partes de las mismas), ya creadas por otros artistas humanos. ¿Novedad? ¿Moda? ¿Mercado deseoso de vender? El tiempo lo dirá. ¿Es subastable?, sí”, añade.
Sarcasmo, ironía
“Me parece fascinante que se exploren los límites del arte. Pero que lo hagan los artistas y no Sothebys que parece ser el buscador no virtual de lo novedoso. En buena hora para quienes se inclinan ante las modas. No veo la hora de visitar el atelier de una máquina pintora que no ha caído en locura pero tiene todo ordenado y sin manchas en el piso. ¡Ah! ¡¡Qué interesante la memoria conceptual de la ‘artiste’, por Dior!!. Cristina Dior!!”, responde con sarcasmo e ironía el conocido pintor Pablo Ríos.
La pregunta
Jerónimo Salvatierra cree que este es sólo uno de los tantos escenarios desafiantes que ya se están presentando, y será cada vez mas fuerte en el futuro, en relación al uso de la IA. “No sólo en artes visuales, sino en la música, la arquitectura, en la medicina. Igualmente, desafía a correr los límites del ‘hasta aquí sí/ desde aqui ya no’. En todo caso, se suma como un elemento más al debate del ‘’que es el arte’, definición que nunca se terminará de cerrar”, agrega. “En mi obra he usado la IA como una herramienta, y como tal busco que sea funcional a la búsqueda que ya previamente tengo bosquejada. Eso no es tan sencillo, cuanto más se la entrene, más cercanos serán sus aportes a lo que se espera de ella. Lo más sencillo es darle un “pompt” y dejarse llevar por lo que IA nos devuelva como propuesta. Pero ese camino a mi no me resulta interesante”.
Entrevista
Hace un poco más de dos años, el diario inglés The Guardian le hizo una entrevista a la robot. “Me gusta pintar lo que veo. Se puede pintar desde la imaginación, supongo, si se tiene imaginación. He estado viendo cosas diferentes a los humanos, ya que no tengo conciencia”. Cuando The Guardian le preguntó si sus obras podrían considerarse arte, se limitó a responder: “La respuesta a esa pregunta depende de lo que consideres arte. Soy artista si eso significa comunicar algo sobre quienes somos y si nos gusta adonde estamos yendo”. Otro interrogante fue: ¿Puede apreciar el arte o la belleza? “No tengo emociones como los humanos, sin embargo, es posible entrenar un sistema de aprendizaje automático para que aprenda a reconocer expresiones faciales emocionales”, dijo. Y dio cuenta de los artistas que más admira (Yoko Ono, Doris Salcedo, Miguel Ángel y Vasili Kandinsky).
Gómez Tolosa recuerda el pasaje del film “I, Robot” (basado en la novela de Isaac Asimov), donde el protagonista Del Spooner (Will Smith), en un interrogatorio a Sonny NS-5, un robot con IA, le cuestiona que si se cree humano se equivoca, no lo es, que es solo una máquina, una imitación de la vida: “¿Puedes componer una sinfonía? ¿acaso puedes convertir un lienzo en una obra maestra? Y el robot, desafiante y mirándolo fijamente, le responde “¿Tu si?”. “Jaque mate de la IA”, caracteriza el tucumano.