En el municipio de Yerba Buena observé continuamente planificaciones, modificaciones (del sentido del tránsito), de estacionamiento, etc.) y haciendo multas. Voy al punto: ¿Qué pasa con la avenida Perón? Mi interrogante apunta a lo que pasa después del Camino del Perú y pasando el puente. Allí comienza el caos con los ciclistas que tomaron como ciclovía desde la platabanda hasta el cordón (sobre todo feriados y fines de semana). Para qué voy a redundar en la cuestión de maniobras y formas de circular porque ya es un tema erosionado... ¡pero no cambia! Más arriba en zona de la Olla (o como se llame), llegando a la Rotonda, se transforma en zona roja (para el automovilista). Allí se puede esperar cualquier cosa... (como si estuvieran en el Sahara) y si alguno lo embiste por más que tenga el 99 % de culpa, ¿quién es el culpable desde el minuto uno? ... “el que tiene cuatro ruedas”, porque tener una ley o justicia poco equitativa (para esos casos porque siempre un platillo de la balanza está en el piso). Si hay lesiones le esperan momentos poco agradables, secuestro, peritaje, etc., más la pérdida de tiempo. Siendo una moto los daños que ocasionen cobrárselo a Bergoglio y si la “Zanellita” está con deterioros habrá que devolverle una “Benelli”. Hace unas noches circulando hacia la ciudad vi un bulto haciendo dibujos raros (una moto con menos luces que el tren fantasma) con el atenuante de que es una avenida bien iluminada. Entonces la pregunta final: ¿Si hay tanto celo en Av. Aconquija y alrededores, ¿qué remedio le dan a este sector de su jurisdicción? Porque si hacemos un análisis nos hace pensar que a los funcionarios que les compete, se están desempeñando en estado de coma.
Alberto A. Segulja