“Adoptar no es un gesto altruista”, opinó el presidente de la Cámara Civil en Familia y Sucesiones

El juez Hugo Rojas, presidente de la Cámara Civil en Familia y Sucesiones, habló sobre la situación de las adopciones en nuestra provincia.

HUGO ROJAS. El juez dijo que adoptar es buscar una familia para un niño. HUGO ROJAS. El juez dijo que adoptar es buscar una familia para un niño.

La adopción no se basa en la generosidad o el altruismo. Conlleva innumerables complicaciones pero la base que permitirá dar ese paso adelante será siempre el amor. Así lo entiende el juez Hugo Rojas, presidente de la Cámara Civil en Familia y Sucesiones y titular del Registro Único de Postulantes a la Adopción de Tucumán. “La finalidad de adoptar no es decir ‘voy a hacer un bien’. Es estar convencidos de querer forjar lazos”, afirmó en una entrevista con LA GACETA. Al final, como en muchos procesos, lo que se busca es la felicidad. Este fue el diálogo:

-¿Qué significa adoptar?

-La adopción es una de las instituciones fundamentales dentro del Derecho, que muchas veces no está bien entendida por el ciudadano. Se cree que la adopción tiene un fin altruista, de beneficencia y esto no es así. La adopción tiende a buscar que los niños encuentren un hogar porque es un derecho humano básico vivir, crecer dentro de una familia que los contenga y que les brinde a ellos la posibilidad de satisfacer todas sus necesidades materiales, espirituales, culturales, emocionales. Es buscar una familia para un niño, no es buscar niños para unos padres. Las personas que están dispuestas a ahijar tienen que saber además que la adopción implica una realidad que no se puede desconocer que es la del niño que va a ser adoptado, que tiene una realidad y que ese vínculo se tiene que construir y que tienen que aceptar la historia de ese niño y trabajar con esa historia para que a partir de ahí empiecen a crearse los lazos, los vínculos y se pueda construir una buena familia. La situación social y económica es un ingrediente más de la vulnerabilidad en la que suelen estar las familias que tienen que abandonar, por decirlo de alguna manera, a sus hijos. A veces los padres o la madre que se encuentra sola, realmente no puede, que no es lo mismo que no quiere; no puede hacer frente a la crianza de ese niño, precisamente por la situación de vulnerabilidad que tiene y otra cosa es cuando la mamá decide voluntariamente despegarse responsablemente de ese niño.

-¿Cuál es el proceso de adopción?

-Tenemos que separar lo que es la situación del niño en estado de adoptabilidad que es consecuencia en la generalidad de los casos por una actuación de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf), que ve a ese niño que está en una situación de abandono, entonces lo toma, lo institucionaliza y ahí es donde comienza este proceso que puede culminar en el dictado del estado de adoptabilidad o no. No hay que olvidar que la misma Ley impone a los jueces el deber de agotar todas las instancias en la búsqueda de que ese niño permanezca en la familia. Lo cierto es que cuando pasamos esa instancia, que se descarta que pueda ese niño permanecer en la familia, se dicta el estado de adoptabilidad. A partir de ese momento recién entra a jugar el registro de postulantes a la adopción, que es el que lleva la nómina de personas que tienen disponibilidad adoptiva. Hay quienes hacen una opción, por ejemplo, de niños recién nacidos y hasta dos años que es prácticamente el 95% de los inscriptos. Y hay muchas dificultades. No tenemos prácticamente postulantes que tengan una disponibilidad para grupos de hermanos o para adolescentes o para chicos o chicas con problemas de salud. Luego del trabajo de los equipos técnicos es el juez quien decide a qué postulante se entrega al niño.

-¿Hay algún impedimento en cuanto a la conformación familiar de quien quiera adoptar?

-Ninguno, porque si no, sería claramente una discriminación. Tenemos familias monoparentales, constituidas desde el matrimonio tradicional, igualitarias constituidas a través de, ya sea el matrimonio o la convivencia de personas del mismo sexo. Tenemos casos en donde la adopción se ha formalizado solo por un varón, o solo por una mujer. Todas las tipologías familiares son admitidas. Adoptar no es un gesto altruista. Quien va a adoptar tiene que saber que emprende el camino más sublime de todos que es el de una construcción de amor con esa persona. Pero además deben saber que no es un sentimiento que lo van a construir de la noche a la mañana. Lleva su tiempo. Deben respetar además la historia y la realidad de ese niño. La finalidad no es decir, bueno voy a hacer el bien. No, no. Es crear lazos paterno-filiales, materno-filiales que realmente es lo importante.

-¿El adoptado tiene derecho a conocer su pasado?

-Sí, el Código Civil y Comercial obliga a quien adopta a hacer conocer los orígenes al niño cuando él lo solicita. Inclusive puede iniciar lo que se llama una acción autónoma para conocer sus orígenes porque eso hace al derecho a la identidad, al derecho a la verdad, al derecho a saber de dónde viene y cuáles son sus orígenes. Lo deseado es que siempre estos procesos de vinculación sean exitosos, pero lamentablemente no siempre es así. Yo siempre digo, y esto es para los postulantes, cuando ellos dicen o quieren excusarse en el fracaso de esa vinculación por alguna cuestión relativa al niño, digo, no, los problemas nunca son de los niños, los problemas son de los adultos. Quizás ese adulto que no tuvo claridad en lo que significa ahijar a un niño, porque en ese ahijar está el reconocimiento a la realidad de ese niño, y hay que trabajar y hay que revertir esta historia de vulnerabilidad que se vive, y hay que estar predispuesto, y en eso cobra relevancia el amor.

-¿Qué pasa con los chicos de más de 18 años?

-Lo que se hace es trabajar con ellos la autonomía. Es decir, que puedan, a partir del momento que cumplen los 18 años, valerse por sí mismos. Se les enseña oficios. Se les da herramientas para cuando tengan que salir. Y queremos tener un registro de referentes afectivos. ¿Qué significa esto? No van a llegar a la adopción, pero sí van a tener un tutor que los guíe en su vida, en la relación, que los aconseje, que sean referentes cercanos para que los ayuden en su autonomía. Todos los institutos tienen su equipo técnico con trabajadores sociales y psicólogos que están permanentemente trabajando con los niños.

-¿Qué les podemos decir a quien está dudando entre adoptar o no?

-Primero, que se acerquen al registro de postulantes, que trabaja con charlas informativas, con los cursos en donde se derriban todos los mitos sociales que hay. Es muy importante recibir la información adecuada, porque sin lugar a dudas la persona que llega lo hace con un montón de información que no es exacta. Quienes aniden en su corazón la idea de ahijar, que no duden en llegarse al registro. Y un pedido especial es que poseen su mirada sobre los niños, no solamente sobre los bebés; sobre los niños más grandes, adolescentes, que necesitan una familia que los contenga. En definitiva todo ser humano necesita felicidad, que puedan ser niños felices, adolescentes felices. Hay quienes dicen que al adoptar están siendo solidarios, y yo digo que no es así. Esto es mucho más profundo que eso, esto es crear lazos, esto es tener un hijo, es elegir tener un hijo a través de la adopción.

Cifras

- En 2024 ya se realizaron 22 adopciones en Tucumán.

- En el país, el 98% de las familias pretende adoptar niños de hasta 3 o 4 años.

- En Tucumán hay 79 postulantes, y 20 más en proceso de integrar esas listas.

¿Cuáles son los dispositivos en los que se aloja a los menores en Tucumán?

- Hogar General Belgrano: atención a niños y adolescentes varones de 12 a 18 años, privados de cuidados parentales. Dirección: Francisco de Aguirre y Rivadavia, San Miguel de Tucumán.

- CRCM 25 de Mayo: atención a niños, niñas y adolescentes privados de cuidados parentales. Dirección: La Rioja y Obispo Colombres, Concepción.

- Hogar Santa Rita: atención a niñas entre 6 y 12 años privadas de cuidados parentales. Dirección: Luis F. Nougués 1.071, San Miguel de Tucumán.

- Hogar San Benito: atención a niños y adolescentes entre 0 y 18 años con discapacidad y privados de cuidados parentales. Dirección: Francisco de Aguirre 400, San Miguel de Tucumán.

- Hogar Santa Micaela: atención a adolescentes mujeres de 12 a 18 años, embarazadas y/o madres con sus bebés. Dirección: Alberdi 315, San Miguel de Tucumán.

- Instituto de Puericultura (Casa Cuna): atención de niños y niñas de 0 a 6 años privados de cuidados parentales. Dirección: Congreso 368, San Miguel de Tucumán.

- Hogar Eva Perón: atención de niños entre 6 y 12 años, privados de cuidados parentales. Dirección: Benjamín Aráoz 851, San Miguel de Tucumán.

- Instituto Goretti: atención de mujeres entre 16 y 18 años privadas de libertad. Dirección: 25 de Mayo 2.600, San Miguel de Tucumán.

- Instituto Julio Argentino Roca: atención a varones privados de libertad de 16 a 18 años. Dirección: Francisco de Aguirre 400, San Miguel de Tucumán.

Comentarios