El próximo fin de semana, Franco Colapinto tendrá su carrera más importante desde su llegada en la Fórmula 1. Claro, competirá nada menos que en el Gran Premio de San Pablo, Brasil, en el mítico circuito de Interlagos. Es, hace varios años, el único circuito sudamericano en recibir la categoría; y ya sabe lo que es tener vencedores argentinos.
El Autódromo José Carlos Pace, nombre oficial del predio que alberga la competencia, fue inaugurado en mayo de 1940. El nombre de Interlagos llega debido a que se ubica en una región entre dos grandes lagos artificiales, el Guarapiranga y el Billings. Y lleva su nombre actual en honor a un ya fallecido piloto de Fórmula 1 brasileño.
Interlagos recibió a la Fórmula 1 por primera vez en 1972, aunque con la particularidad de que no fue una carrera que sumara puntos para el campeonato. Esto debido a que las regulaciones de FIA de aquel momento requerían una carrera de demostración para comprobar la calidad del circuito, antes de incorporarla al calendario oficial.
Y aquella carrera de demostración se pintó de celeste y blanco, porque el ganador fue nada menos que Carlos Reutemann, que disputaba su primera temporada en la categoría representando al equipo británico Brabham. El “Lole” ganaría en Brasil tres veces más: en 1977 y 1978 a bordo de un Ferrari, y en 1981 representando a Williams.
Las características del circuito de Interlagos
El Autódromo Juan Carlos Pace es una de las pistas más técnicas de la Fórmula 1. Tiene una longitud de 4,309 kilómetros, repartidos en 15 curvas. Combina dos sectores con rectas largas y curvas cerradas, con un mixto que tiene constantes curvas y contracurvas.
Una de las particularidades del recorrido es que, contrario a lo que sucede con gran parte de los Gran Premios de la Fórmula 1, se corre en sentido antihorario. Esto agrega una carga física extra para los pilotos, ya que aumenta la presión sobre el lado derecho del cuerpo, especialmente en la zona del cuello y los hombros.
La curva más famosa es la S de Senna, ubicada al final de la recta principal, y que fue diseñada en honor al legendario Ayrton Senna. Es la frenada más fuerte de la pista, y suele utilizarse para intentar adelantamientos. Los diseñadores se inspiraron en tres circuitos: Brooklands en Reino Unido, Roosevelt Raceway en Estados Unidos y Montlhery en Francia.