Ante varias cartas publicadas en esta sección sobre el aumento y la calidad del servicio que brinda la SAT, agrego que en enero de este año se publicó una nota mía mostrando el aumento que se dio en 2022 que rondó el 119,80% valor surgido del desdoblamiento de las boletas bimestrales en mensuales y uno intermedio. Pero los aumentos que se están dando en este año, y en esta gestión de la SAT, son por fuera de toda lógica, ya que la alegría con que se festeja a nivel Nación la baja de la inflación, acá no se condice con el acompañamiento que se pregona, porque hubo un aumento desmedido, entre la última boleta de 2023 con un monto de $ 1.847,27 y la décima de este 2024 con un valor de $19.775,52 por lo que es más o menos de un 970%. Además, en la boleta aparecen ítems por fuera del servicio sanitario especifico como el IVA y los que considero confiscatorios como el Plan de Inversión Reposición (Res 807/24) de $ 2189,04 - Recupero Impositivo (Res 807/24) $ 445,52 - Tasa Retrib. de Serv. de Regulac. y Control (4%) $ 618,56. Si se suman estos tres últimos ítems, da $ 3.253,12 y se lo multiplica por un promedio de 200.000 clientes, ya que según el responsable son 330.000 y de mantenerse estos valores, la empresa no lo dice, recaudaría por mes $ 650.624.600. En 2023 no hubo grandes variaciones en las boletas, pero es necesario que dejen de hacer aumentos porque no es culpa del usuario que no tengan partidas para inversión, en especial cuando este gobierno refinanció un déficit de 75.000 millones dejado por la gestión del ex compañero del actual gobernador. El problema de esto es que nadie tiene el valor de mostrar en qué se perdió semejante monto de dinero cuando el gobierno nacional fue del mismo signo político y que una parte del mismo hubiese mejorado la funcionalidad de la SAT en la prestación de su servicio.
Manuel Antonio Sepúlveda