Elecciones en los Estados Unidos: de la euforia a la decepción, las horas más duras en el búnker de Kamala Harris

La candidata demócrata no le habló a sus seguidores, después de que Trump le sacará al menos cinco millones de votos de diferencia.

DESAZÓN. Los seguidores esperaron en vano a Kamala Harris en la Universidad Howard de Washington, DC. DESAZÓN. Los seguidores esperaron en vano a Kamala Harris en la Universidad Howard de Washington, DC. FOTO TOMADA DE LANACION.COM.AR
06 Noviembre 2024

En el campus de la Universidad Howard, la atmósfera festiva que había rodeado el evento en apoyo a Kamala Harris fue diluyéndose a medida que pasaban las horas y los resultados de la elección presidencial en Estados Unidos mostraban un panorama poco alentador para su candidatura. En un comienzo, la música y las celebraciones llenaban el lugar, y la multitud se mantenía expectante frente a las grandes pantallas colocadas para seguir el escrutinio en directo. Sin embargo, con el avance de la noche y el conteo que consolidaba la victoria de Donald Trump, la multitud comenzó a dispersarse.

La jornada de cierre en Howard, alma mater de Harris y símbolo de gran relevancia para la comunidad afroamericana, contrastó radicalmente con el entusiasmo de las primeras horas del día. La música vibraba, la gente bailaba y cantaba en el área central del campus. Incluso, en un emotivo momento, una mujer interpretó el himno nacional en un silencio casi reverencial, seguido por un coro de gospel que animó a la audiencia.

Harris nunca habló ante sus seguidores

Sobre un escenario preparado con un podio y cristales de protección frente al emblemático Frederick Douglass Hall —edificio que recuerda a la figura abolicionista Douglas— todo parecía listo para la llegada de Harris, quien finalmente nunca se presentó.

La mañana había comenzado de manera muy distinta, con miles de personas llegando a Howard en un cálido día otoñal de Washington. A medida que caía la tarde, la expectación crecía en la ciudad, tradicionalmente demócrata, mientras un mar de periodistas, fotógrafos y camarógrafos cubrían cada rincón del prado alrededor del escenario. La esperanza y el entusiasmo eran palpables.

A lo largo de la noche, la tensión aumentaba mientras Trump se afianzaba en varios estados decisivos, aunque cada avance en los votos de Harris era recibido con vítores y aplausos. A las diez de la noche, los voluntarios comenzaron a repartir banderas, intentando mantener el ánimo, pero ya cerca de la medianoche, el desenlace se tornaba inevitable, y el público comenzó a retirarse, marcando el fin de una jornada que muchos esperaban con otra expectativa.

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