Comenzó la siembra de soja en la región núcleo, con problemas en la calidad de la semilla. Así lo precisa el informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
La siembra de soja en la región núcleo arrancó con entusiasmo, pero aún el ritmo es bajo. El avance es de apenas un 5%, 275.000 hectáreas de 5,5 millones proyectadas. Este año se espera un 20% más de superficie que en el ciclo anterior. Los productores más grandes ya empezaron, debido a que, por un tema de logística, precisan escalonar la siembra. También se ha avanzado en lotes de baja cobertura, o mal rotados, donde el suelo se secó más rápido. El resto espera las lluvias pronosticadas para el fin de semana.
Respecto de la calidad de la semilla, muchos señalan el bajo poder germinativo visto en los análisis. En muchos casos apenas alcanzan el 70%, cuando lo ideal es superar el 80%. Se apuesta fuerte a la tecnología en el tratamiento de semillas: curasemillas adecuados, productos microbiológicos que ayuden al rápido enraizamiento y mayor densidad de siembra. La fertilización sigue el plan de siempre, con fertilizantes de arranque asegurado.
En lo referente a trigo, las lluvias de octubre podrían mejorar las expectativas de su futura cosecha en la región núcleo.
Si bien se mantienen los 35 quintales por hectárea (qq/ha) del rinde promedio, las lluvias de octubre llegaron para el llenado de granos y muchos se ilusionan con mejores exceptivas de rendimiento. En Carlos Pellegrini las lluvias podrían aumentar el peso de los granos y superar “ampliamente” los 30 qq/ha. “Gracias a las mejores perspectivas, los ganaderos que iban a picar algunos lotes para suplir la falta de alimentación en los tambos han optado por dejarlos para cosecha”, comentan. En María Susana hasta ahora se calcula un promedio de 35 qq/ha, “aunque, si grana bien podemos pensar en subir el promedio”.
Maíz
En lo referente al maíz, está cerró su siembra en los planteles de maíz temprano, cuando todavía los productores analizan sembrar siembras tardías.
Esta última semana se terminaron de sembrar algunos lotes más, como en Carlos Pellegrini. En Bigand solo los que necesitan el maíz para la alimentación animal reiniciaron la siembra del cultivo. Quedaron un poco más de 400.000 hectáreas que estaban destinadas a maíz temprano y no pudieron sembrarse por la falta de agua que pasarán a soja de primera. Pero hay algunos que no descartan y siguen analizando las posibilidades de las siembras tardías.