Che tucu, dejate de joder programando tus vacaciones, en la costa, interior del país, Brasil , Caribe o Europa. Cuando más lejos parecería que es mejor, les das vida a otros, volvés empeñado hasta la otra licencia. La mano está dura y no sabemos que pasará más adelante. ¡Bajate del avión y conocé tu provincia! Es la más chica, la más bella y tenemos de todo. Te llevan al sur del país, te morís de frío, organizan excursiones a la reserva de castores y solo ves palos secos. Los cuyanos te tienen todo el día por unas montañas peladas y cuándo llegás al “corralito” una placa dice que allí estaban las mulas que cruzaron los Andes con San Martín. Y si hablamos del “Viejo Continente”, las aguas del Sena, de Venecia están más putrefactas que cualquiera de nuestros ríos. Estuve estudiando para sacerdote y los curitas nos llevaban en las vacaciones al seminario de Las Tacanas, en San Pedro de Colalao, verdadero paraíso terrenal. Nos rodeaban dos ríos, y las montañas de los duraznos, de los choclos, de los membrillos, todos silvestres. Varios ojitos de agua cristalina, que eran vertientes que nacían de las montañas y caían en forma de cascada. En algunos arroyos se podía disfrutar de la frescura en medio de helechos y de plantas autóctonas. Las excursiones a las ovejerías del cacique Arjona, de don Mamani, don Morales; el cementerio de los indios o a Las Mesadas duraban todo el día. Este edén está ubicado a una hora de la Capital tucumana; y no son solo las cinco cuadras que rodean la pintoresca plaza de San Pedro. Existen varias opciones que se deben promocionar. Piénsalo bien; y que tu próximo destino sea San Pedro de Colalao, un “pedacito de cielo”.
Francisco Amable Díaz