Los desafíos de la inteligencia artificial en el mundo empresarial: “Lo central es la persona”

En la mesa panel “Gestión del Cambio”, Pilar Bruzzo y Marco Rossi abordaron los beneficios y los retos de las nuevas herramientas. “No se trata de reemplazar personas, sino cómo agregamos valor al trabajo de esas personas”.

LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO

Desde que la inteligencia artificial (IA) irrumpió en el mundo, hacer más con menos es la lógica del mercado. El uso de estas tecnologías tiene un papel cada vez más relevante en la gestión del trabajo. Y si bien muchos profesionales se ven amenazados ante esta nueva realidad, muchos otros encuentran en estas herramientas un asistente ideal para reducir los tiempos operativos. La clave está en que las personas sepan a capitalizar a la IA, ya que no existe IA que permita capitalizar personas, según se subrayó en la mesa panel “Gestión del Cambio” del 4° Encuentro de Empresarios del Norte Argentino.

El evento organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) dio lugar al debate sobre la implementación de la inteligencia artificial y los cambios que ya existen y los que se vienen. En una mesa moderada por el comunicador y consultor Federico Lix Klett, expusieron la directora ejecutiva de la firma Accenture, Pilar Bruzzo, y el abogado y especialista en IA, Marco Rossi. Al exponer sus visiones y experiencias sobre la irrupción de estas herramientas en el mercado laboral y empresarial, ambos dejaron en claro que lo central en la inteligencia artificial es la persona.

"Una calculadora de palabras"

A modo de introducción, el letrado tucumano hizo una demostración sobre lo útil que puede ser el modo de voz avanzado de Chat GPT antes de ingresar a una reunión con potenciales inversores para captar su atención. A modo de analogía, señaló que durante casi 1,7 millones de años el hombre hizo uso del fuego hasta que comprendió científicamente los misterios de la combustión. “Hasta que estemos en el proceso de domesticación y adaptación probablemente no sepamos qué está pasando, pero lo intentaremos”, expresó.

Llevándolo al ámbito laboral y empresarial, Rossi trazó un paralelismo con lo que fue la creación de la calculadora. “La inteligencia artificial es como una calculadora de palabras, crea algo que no existía”, dijo ante el auditorio. Consignó que a partir de ahora hay personas que podrán usar la IA creativa para resolver un problema y otras que no. “¿Qué estamos esperando para implementar esta revolución? No hay reemplazo de trabajadores, sino que cambió la forma de trabajar”, manifestó.

Agregar valor a las tareas

Al momento de tomar la palabra, Bruzzo remarcó que la inteligencia artificial viene a complementar las tareas diarias. “No se trata de reemplazar personas, sino cómo agregamos valor al trabajo de esas personas”, sintetizó. A su vez, consignó que dentro de las organizaciones hay distintos desafíos que se vienen afrontando. Desde el punto de vista humano, el hecho de que actualmente conviven cuatro generaciones y no tres como antes. Esto hace que haya un gran desafío respecto a los valores y paradigmas de las diferentes generaciones.

La líder de Accenture desarrolló que las nuevas generaciones son absolutamente creativas y más flexibles, que abrazan la innovación y hackean los paradigmas de otras generaciones. También hay cambios en el estilo de liderazgo, saliendo de los líderes autoritarios para pasar a quienes dirigen para inspirar a otros. “Hay que estar al servicio del capital humano para que brille”, indicó.

En una extensa exposición, Bruzzo se adentró en lo que implica la disrupción tecnológica. Consignó que lo que arroje la IA tiene que ser una base para que la persona le agregue su valor analítico y su lógica; apoyarse en eso para potenciarlo. “Ahí aparece el valor del ser humano. Le saco tiempo a lo operativo para ponerle el valor agregado”, expuso.

Capitalizar la IA

En ese sentido, la especialista en recursos humanos dijo que la IA ofrece un montón de herramientas y que el gran desafío es cómo se las enseña uno a sus empleados. De todos modos, consignó que ante cualquiera de estos retos la persona estará siempre en el centro. “La amenaza número uno es la escasez de talento. ¿Cómo preparamos a la gente para que pueda estar preparada para un contexto competitivo para agregar valor? ¿Cómo los preparo para que no queden obsoletos en el corto o mediano plazo? ¿La inteligencia artificial los va a reemplazar? No, en la medida que los colaboradores agreguen y hagan la diferencia en el día a día”, observó.

“Lo central en la inteligencia artificial es la persona”, aseguró Bruzzo. Expuso que es fundamental trabajar en abrazar los cambios, que la transformación no asuste sino que sea un desafío. “Debemos promover como líderes la seguridad psicológica. Cuando tenemos miedo no podemos aprender. Hay que ver cómo generar la seguridad para luego sembrar la transformación cultural”, dijo.

Consultados por el público respecto a cómo ayudará la inteligencia artificial a las empresas en una proyección a 10 años, Bruzzo expuso que gracias a la IA hay empresas a las que asistieron y con la que lograron identificar empleados con potencial. Incluso, aseguró que con la IA pudieron predecir la renuncia de empleados. Concluyó que con un martillo se puede construir o destruir; que con la IA es similar: hay que ver cómo aprovechar esta herramienta para construir y potenciar.

Rossi, por su parte, fue muy contundente al finalizar su participación en Encuentro: “no hay inteligencia artificial que nos permita capitalizar personas, pero sí personas que pueden capitalizar la inteligencia artificial”.

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