Maternidad tardía y fertilidad: las oportunidades, los obstáculos y las dudas que enfrentan cada vez más mujeres en Tucumán

La historia de una tucumana refleja los problemas que atraviesan miles de personas frente a la decisión de maternar. Dönde buscar la información y a quién consultar.

A LA ESPERA. Hoy existen varias opciones para ayudar a las mujeres a lograr el deseo de tener un hijo después de los 35 años. A LA ESPERA. Hoy existen varias opciones para ayudar a las mujeres a lograr el deseo de tener un hijo después de los 35 años.

Dolores tiene 38 años y en los últimos tres el único sueño que la desvela es el de convertirse en madre. “Siempre supe que quería ser mamá pero las circunstancias de la vida me llevaron a que recién a los 35 tuviera la estabilidad y la pareja que me acompañaran en ese anhelo. Lo que no sabía es que todo podía volverse tan cuesta arriba”, confesó. Es que en tiempo donde es más habitual planificar la maternidad a los requerimientos de la vida profesional, poco se habla de las dificultades que enfrentan quienes buscan un embarazo cerca de los 40 años.

“Hay algunos datos que ahora sé y que me hubiese gustado conocer tiempo atrás, como la reserva de ovocitos y otros controles que nunca me había realizado”, indicó la mujer que lleva varios meses con visitas continuas a especialistas en fertilidad.

Miles de mujeres jóvenes que deciden aplazar la maternidad para dar lugar a otras metas. Así quedó demostrado en los datos del Censo 2022 en el cual se reveló una caída en la cantidad de nacimientos en comparación con décadas anteriores. Mientras que en 2001 se estimaba que cada mujer tenía un promedio de 2,1 hijos, en 2022 el número cayó a 1,4.

¿Qué circunstancias actuales influyen en estos números? “Cuando se decide tener un hijo hay un contexto histórico, político y social que muchas veces condiciona esta decisión”, reflexionó Camila Menéndez Toro, psicóloga especialista en maternidad. Esto quiere decir que no es lo mismo formar una familia en este 2024, que hace 20 o 40 años.

Hoy entra el juego el deseo y otros cuestionamientos que antes no todos se animaban a hacer. “Nos preguntamos no tan solo sobre cuándo quiero ser madre sino para qué o a qué responde este anhelo ya que no es una construcción que aparece de la nada sino que se inserta en el marco de una cronología de vida”, comentó.

Además ahora está socialmente más aceptada la "maternidad tardía”, la psicóloga explicó que sí aunque con un murmullo por detrás.  “Hoy lo socialmente correcto es no juzgar respecto a la decisión de maternar o no hacerlo, pero también suele aparecer la pregunta: ¿por qué no?”, afirmó. Y esa disyuntiva puede causar conflictos en la salud mental de quien quiere esperar y las que atraviesan procesos duros en silencio para tratar de ser mamás.

Sin regeneración

“Es fundamental que en este contexto se empiece a hablar de la reserva ovárica de las mujeres, porque a los 32 años cae de forma abrupta”, advirtió Mayra Estrada, médica especialista en fertilidad del Instituto de Maternidad y Ginecología Nuestra Señora de las Mercedes.

ESTUDIOS. Si la idea es tener hijos después de los 35, es necesario tomar precauciones. ESTUDIOS. Si la idea es tener hijos después de los 35, es necesario tomar precauciones.

La reserva ovárica hace referencia a la cantidad de folículos con los que nacen las mujeres y que se forman cuando aún están en el vientre materno. “No vuelven a generarse, sino que se  quedan ahí, y mes a mes  empiezan a morir sin importar lo que hagamos”, detalló.

Al mismo tiempo también se debe revisar la calidad de esos folículos. Al respecto, la médica describió que una de las opciones más efectivas para postergar el deseo de ser madre y conseguirlo con éxito: la criopreservación de ovocitos.

“Se recomienda hacerlo entre 25 y 27 años,  cuando la cantidad y la calidad nos acompañan”, afirmó Estrada y aclaró que en el sector de la salud pública este tratamiento sólo se realiza a pacientes oncológicas. Por eso, otro factor importante a tener en cuenta es el costo, ya que en Argentina las obras sociales no suelen cubrir esta alternativa.

“En la provincia se hacen absolutamente todos los tratamientos pero la criopreservación de gametas queda reservada para onco-protección. Los altos valores que se deben invertir son otra razón de peso para hablar del tema y planificar con esta información en mente”, consideró.

Chequeos de a dos

La fertilidad humana sufre cambios biológicos hasta los 40 años. Esto afecta tanto a hombres como a mujeres. “Es un mito que el sexo masculino tiene más años de fertilidad. La Organización Mundial de la Salud afirmó que a partir de los 37 años también empieza a declinar su capacidad reproductiva”, contó el médico Sergio Mirkin, director del Instituto Tucumano de Fertilidad (ITFER).

Según él, el hombre y la mujer a los 40 suelen atravesar un momento complejo en las decisiones de reproducción y remarcó que los avances tecnológicos son enormes, ninguno impide que decline la capacidad reproductiva en los procedimientos después de esa edad.

“Es por ello que la donación de óvulos y espermatozoides es un procedimiento muy frecuente en los centros de reproducción y en Tucumán supera el 30% de los casos”, destacó.

Estudios necesarios

“Las causas de infertilidad son 30% femeninas, 30% masculinas y 30% mixtas. Entonces hay que estudiar a ambos miembros de la pareja”, destacó Pablo Oliva, el médico del servicio de medicina reproductiva de la Maternidad.

Para analizar caso por caso, se realizan análisis de sangre ´para evaluar los niveles hormonales y la función ovárica, ecografía pélvica, prueba de reserva ovárica e histerosalpingografía para determinar la función tubárica y la anatomía uterina. Esto en el caso de las mujeres, mientras que en varones suele realizarse un espermograma.

“Como especialistas nosotros solemos sugerir también controlar el peso, porque mantener una alimentación saludable también es clave en la búsqueda de un embarazo. Al igual que evitar el consumo de tabaco o de alcohol y realizar actividad física”, puntualizó sin olvidar que en estos procesos también es fundamental realizar todos los controles anuales que incluyen  papanicolaou, ecografías mamarias y ginecológicas, entre otros.

OBSTÁCULOS. Las mujeres mayores a 35 que quieren ser madres no siempre lo tienen fácil. OBSTÁCULOS. Las mujeres mayores a 35 que quieren ser madres no siempre lo tienen fácil.

Tiempos que cambian

En un momento histórico en el que las formas de comunicación tienen nuevos códigos a causa de las redes sociales y la información también fluye a través de ellas, Mirkin y Estrada coincidieron en lo crucial que se vuelve trasladar la planificación familiar a las aulas y el seno de la familia.

“Es imperativo incluir en la Educación Sexual Integral estos conceptos de edad reproductiva y envejecimiento de gametos, ya que suele ser muy frecuente escuchar en la consulta:’ ¿por qué no me lo dijeron antes?’”, contó el especialista.

Y amplió: “la crío preservación de óvulos y espermatozoides es un recurso muy accesible para postergar la búsqueda reproductiva pero no garantiza un embarazo porque esas gametas deben pasar un procedimientos reproductivo. Si bien es un recurso emocional y psicológicamente importante, lo que se guarda es un intento, no un embarazo”, destacó.

Mientras que la médica, consideró:  “cuando somos chicas nuestras madres nos hablan de elegir al ginecólogo cuando empezamos a menstruar o a mantener relaciones sexuales, pero en este momento ya se debe hablar de planificación familiar y no tan solo con el uso de anticonceptivos”.

“Hay que sentarse, pensar, hablar y preguntarnos ‘cuando quiera que ocurra, ¿podrá suceder? De esa manera la consulta de fertilidad también puede formar  parte del chequeo ginecológico que ya se realiza”, aconsejó.

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