Los récords mundiales abarcan los más variados, y a veces extraños logros. Desde un hombre que cuenta hasta un millón en voz alta hasta una persona que pudo tomar dos litros de agua en 18 segundos, las marcas históricas pueden abarcar todos los ámbitos. Entre ellos, el logro de la siesta más larga, aunque más difícil de registrar, también existe y consistió de unos 11 días.
Algunos récords Guinness son más complicados de registrar que otros, y el del sueño más pesado es uno de ellos. Pero ello no significa que no existan personas que hayan competido por el título, aunque a veces no de manera voluntaria. En el mundo, existen algunos registros de las siestas más largas.
¿Cuál es el récord de la siesta más larga?
Wyatt Shaw es una de las personas que presume del título de más “dormilón”. En octubre de 2017, el joven oriundo de Kentucky, en los Estados Unidos, se quedó dormido por unos once días cuando tenía tan solo siete años. Las razones por las que Shaw durmió tanto tiempo son desconocidas ya que los doctores llevaron a cabo una serie de pruebas que no llevaron a ninguna explicación conclusiva.
Sin embargo, Wyatt despertó con deterioro cognitivo, en particular al caminar y hablar, pero las consecuencias no fueron tan graves. Este se recuperó por completo después del tratamiento con medicamentos que se usan habitualmente como método posterior a las convulsiones.
Otros casos de récords de siestas es el de 1959 conquistado por el hipnotista británico Peter Powers. Este se sometió a un sueño hipnótico durante ocho días seguidos. Tuvo bastante repercusión en los medios de comunicación y programas de radio europeos, pero no se considera exactamente como dormir.
¿Cuánto tiempo puede pasar una persona sin dormir?
Mientras que en su versión contraria, y bastante dañina para la salud, existe el récord del mayor tiempo sin dormir. Randy Gardner permaneció despierto durante 11 días seguidos cuando tenía 17 años en nombre de la ciencia .
En 1964, Randy se ofreció como voluntario para pasar el mayor tiempo posible sin dormir y dejó que los investigadores estudiaran los cambios en su actividad cerebral. Anteriormente, Peter Tripp tenía el primer récord con 201 horas y sufrió alucinaciones durante varios días después. Entre Peter y Randy, el DJ de Honolulu, Tom Rounds llegó a 260 horas. El joven se rindió a las 264 horas y durmió durante 14 horas seguidas después.
Al décimo día, Randy ya no podía resolver ecuaciones matemáticas sencillas y sufría alucinaciones y mucha confusión. Ahora que hay tanta conciencia sobre lo perjudicial que puede ser la falta de sueño, la organización Guinness World Records ya no responde a los intentos de batir récords de privación del sueño.