21 Diciembre 2024
Todo el sector productivo y los técnicos saben que la chicharrita tiene su importancia como vector del achaparramiento del maíz. A raíz de ello, Lucas Cazado -líder del proyecto Plagas de los Consorcios Regionales de Experimentación Agropecuaria (CREA)-, Augusto Casmuz y Alejandro Vera -ambos, técnicos de la sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc)- hablaron de esto.
A criterio de Vera, una de las fortalezas del proyecto entre los Consorcios Regionales de Experimentación Agropecuaria (CREA) NOA y la Eeaoc fue que permitió evaluar la evolución de la infectividad de dalbulus maidis a lo largo del año. “Iniciamos la tarea en septiembre de 2023 y mensualmente recolectamos muestras del insecto, que analizamos en el laboratorio de Unnoba, mediante técnicas de PCR”, contó.
Añadió que durante la campaña 2024 se observó un aumento progresivo en el porcentaje de infectividad a spiroplasma en adultos de dalbulus maidis en las localidades de Los Altos (Catamarca) y de San Agustín (Tucumán). “En marzo y en abril pasados se registraron valores máximos de infectividad cercanos al 80%. Sin embargo, al finalizar el invierno (agosto), se detectó un marcado descenso de esta”, indicó. Puede verse en detalle en la figura que aparece en la tapa.
Precisó que durante el trimestre septiembre-noviembre de 2024, en Los Altos el vector estuvo ausente, por lo que en noviembre se tomaron muestras de la chicharrita en Huasa Pampa (departamento La Cocha), sin que se registre la presencia del patógeno. “En San Agustín, los resultados fueron similares, ya que no se detectó la presencia del patógeno durante octubre”, dijo.
En otras localidades
LA GACETA Rural consultó si esta baja en la infectividad se dio solo en esas dos localidades. “No. Mediante una red nacional de monitoreo también se está relevando la infectividad de poblaciones de la chicharrita en diferentes localidades. Como resultado de ella, entre agosto y noviembre se analizaron poblaciones de distintas localidades, dando valores bajos”, respondió (figura 5).
Vera consideró que una serie de factores podría explicar ese descenso. “Por un lado, las heladas desempeñaron un papel crucial; no solo como modulador de la población de dalbulus maidis en ambas localidades, sino también en la reducción del porcentaje de individuos infectados, evidenciando su impacto en la dinámica del vector y la persistencia del patógeno en la región. Por otro lado, dicho fenómeno meteorológico también afecto a las plantas voluntarias de maíz (fuente de inóculo primario), sumado a las acciones para la eliminación de los maíces ‘guachos’ o voluntarios que se realizaron en algunos lotes”, puntualizó el especialista de la Eeaoc.
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