Cómo se desarrolló la causa contra el titular de la DGI y la decisión del juez Ariel Lijo

El reciente informe del periodista Hugo Alconada Mon refutó las declaraciones del vocero presidencial sobre el caso de Andrés Vázquez, titular de la DGI.

Andrés Eduardo Vázquez. FOTO LA NACIÓN Andrés Eduardo Vázquez. FOTO "LA NACIÓN"
Hace 5 Hs

El reciente informe de Hugo Alconada Mon refutó las declaraciones del vocero presidencial, Manuel Adorni, sobre el caso de Andrés Vázquez, titular de la Dirección General Impositiva (DGI). Adorni había asegurado que la Justicia había sobreseído a Vázquez, tras recibir respuestas de los bancos que desmentían la existencia de cuentas en paraísos fiscales, pero el último informe del periodista etableció una versión completamente distinta de los hechos.

El origen de la investigación remonta a 2007, cuando Graciela Ocaña, ex interventora del PAMI, denunció a Rubén Romano, un gerenciador de la obra social, lo que llevó a descubrir una red de cuentas bancarias secretas y fondos desviados, entre los que figuraba el nombre de Vázquez. Según los registros judiciales, el funcionario había transferido fondos a cuentas en el extranjero, específicamente a paraísos fiscales como Curaçao y Luxemburgo, a través de BNP Paribas, una “cueva” bancaria que operaba en Buenos Aires sin declarar sus actividades ante las autoridades financieras.

El juez Ariel Lijo, quien subrogaba el Juzgado 12 durante el proceso, fue quien finalmente dictó el sobreseimiento de Vázquez en 2022, no porque los bancos hubieran desmentido la existencia de las cuentas, como afirmó Adorni, sino por la falta de cooperación internacional en la obtención de pruebas. Lijo resaltó que, a pesar de los esfuerzos por obtener información de Luxemburgo y Curaçao, no se pudo verificar la existencia de las cuentas. Además, señaló que ya habían transcurrido más de 10 años sin avances significativos en la causa, lo que hizo imposible continuar con la investigación.

Alconada Mon destacó que el vocero presidencial tergiversó los hechos, al afirmar que los bancos habían desmentido la existencia de las cuentas. En realidad, como lo demostró el expediente judicial, los exhortos enviados a los bancos en el exterior nunca recibieron respuesta favorable, y la investigación se estancó debido a la falta de pruebas. Además, Adorni también mencionó que el sobreseimiento de Vázquez abarcó tanto las cuentas como la compra de propiedades en Estados Unidos (EEUU), un entramado offshore que no fue parte de la investigación judicial derivada de la “cueva” del BNP Paribas y de 500 clientes VIP que habían fugado al menos U$S251 millones.

El caso de Vázquez pone en evidencia las limitaciones de la cooperación internacional en investigaciones de lavado de dinero y corrupción, y subraya las decisiones judiciales clave como la del juez Lijo, quien finalmente cerró el expediente por falta de pruebas concluyentes. Sin embargo, la narrativa presentada por Adorni sobre una supuesta desmentida de los bancos no corresponde con lo que realmente consta en los registros judiciales, lo que ha generado un fuerte cuestionamiento sobre la veracidad de sus declaraciones.

El caso

En la edición de este domingo de "La Nación", Alconada Mon publicó que, como jefe de la Dirección Regional Sur Metropolitana de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Vázquez cuidó los números de Lázaro Báez y Cristóbal López, mientras que el círculo íntimo del entonces titular del organismo, Ricardo Echegaray, le atribuía lazos directos con la Secretaría de Inteligencia (SI) en tiempos de Francisco “Paco” Larcher y Antonio “Jaime” Stiuso.

En ese contexto, los registros internos de la “cueva” indicaron que Vázquez transfirió al extranjero U$S461.000 por medio de la cuenta que operó con la filial argentina del gigante holandés ING, según consta en los documentos que obran en la Justicia. Envió el dinero a la cuenta 744476, que operó entre 2004 y 2006 en su filial en Curaçao, la isla más grande de las Antillas Holandesas y uno de los paraísos fiscales del Caribe.

En esa cuenta figuraban Vázquez y su hermana Silvia, siempre según los registros de la “cueva” que recuperó la Justicia, aunque el funcionario aparecía registrado como “primer titular”, ya que habría aportado el grueso del dinero. Se presentó, con su fecha de nacimiento y su número de documento reales, como “contador independiente”, rol incompatible con su función en el organismo tributario.

Cuando ING Argentina vendió su cartera de clientes antes de marcharse del país, BNP Paribas se quedó con su cartera formal. También, con sus clientes en las sombras, que gestionó desde una “sucursal” no declarada ante el Banco Central (BCRA), la Unidad de Información Financiera (UIF) o la propia AFIP. La “cueva” operó en el piso 27 de la torre de la Avenida Leandro N. Alem 855, a metros de la avenida Córdoba.

Contactado por los ejecutivos de la “cueva” del BNP, Vázquez debió elegir entre girar sus fondos a Suiza o Luxemburgo. Se inclinó por la segunda opción: le crearon la cuenta N° 140852, que operó entre 2006 y 2008. Para eso, el BNP asentó tres datos llamativos en un formulario interno. El primero, que Vázquez tenía un estudio contable “con tres empleados administrativos” en Talcahuano 1943 de la Capital Federal. Pero esa dirección no existe. Esa calle sólo llega hasta el número 1300.

El segundo dato llamativo inserto en el formulario del BNP fue que Vázquez apareció como “dueño” de ese estudio contable. “Siempre trabajó en su propio estudio como asesor de empresas, sobre todo pymes. Siempre trabajó en forma independiente”, asentaron en la “cueva”, aunque la ley prohíbe a los empleados de la AFIP trabajar como contadores, publicó Alconada Mon. 

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