Estamos en tiempo de Adviento, cuando un Niño hecho hombre hace más de 2.000 años llegó del dorado Paisaje de Dios a enseñarnos lo bueno de la vida, transmitiéndola de generación en generación. Sobresalen su amor, las esperanzas y la misericordia del corazón y quedan a criterio los sentimientos y las conductas de los fríos cerebros materialistas. El show del arte de vivir continúa en este ciclo 2024. Muchos hermanos argentinos tienen poco y unos pocos tienen mucho. Los “Muchos”, pacíficamente cumplen un buen desempeño ante los planes socioeconómicos del gobierno, que los deja paupérrimos, indigentes al borde del abismo, decayendo los trabajos, la salud y la educación. Los “Pocos” siguen amasando fortunas gracias a la impunidad y de gobiernos recaudadores de impuestos con inflaciones escalofriantes, alterando precios en general, tarifas, préstamos, cierre de fuentes laborales, mientras la “Casta” prepara su equipaje para salir de turismo lavándose las manos, como hizo Pilatos frente a Jesús. Sé que los tiempos cambian como la conciencia del ser humano puede cambiar a los pensamientos de los “Pocos” porque el sol sale para todos. Entonces, compartamos la alegría del Niño que nos colmará de Paz, Amor, Fe y Esperanza. A todos los “Muchos” y a los “Pocos”, Feliz Navidad.
Pedro Pablo Castaño
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