El trastorno bipolar es una enfermedad mental bastante frecuente y su pronóstico depende de diversos factores, entre los que ocupa un lugar destacado el diagnóstico precoz. Esta es un trastorno crónico que afecta a los mecanismos que regulan el estado de ánimo y se manifiesta en forma de episodios recurrentes y alternantes de depresión y manía (euforia) o hipomanía (euforia más leve).
La detección precoz del trastorno bipolar no es habitual; generalmente, el diagnóstico se produce cuando el afectado ya lleva varios años sufriendo la patología. Las causas de este retraso son múltiples, pero hay una que destaca sobre el resto y es de difícil solución: los criterios clínicos de diagnóstico establecen que solo se puede confirmar el trastorno cuando hay un episodio de manía, pero esta no siempre es la primera manifestación.
“De media, los primeros síntomas de la enfermedad estarían alrededor de los 20 años”, asegura el psiquiatra Emilio Sánchez al sitio Cuidate Plus. Sin embargo, suele ser diagnosticado bastante más tarde “porque cuando aparece, normalmente, lo hace en forma de fase depresiva”. Muchas veces, esos jóvenes “ni siquiera acuden al médico o al psiquiatra y, cuando lo hacen, lo más que se les puede diagnosticar es de depresión”.
Síntomas de los episodios de manía
- Irritabilidad.
- Humor exaltado
- Disminución de la necesidad de sueño.
- Pensamientos que van demasiado rápido.
- Mayor motivación y realización de más actividades.
- Decisiones impulsivas; por ejemplo, gastos excesivos en cosas que realmente no se necesitan.
- Más interés por la actividad sexual.
- Otras conductas no habituales.
- Aumento de la autoestima.
- Ideas de grandiosidad.
- En algunos casos se puede hablar de síntomas psicóticos.
Síntomas de los episodios de depresión
- Ánimo bajo.
- Tristeza.
- Problemas de sueño. Necesidad de dormir demasiadas horas.
- Falta de motivación.
- Falta de energía.
- Ideación suicida.
- Autolesiones.
- Fatiga o agotamiento.
- Dificultad para la concentración y extrema indecisión.
- Sensación de vacío.
Los momentos en los que no hay episodios de depresión ni de manía se denominan períodos de eutimia.
Factores de riesgo del trastorno bipolar
En el diagnóstico del trastorno bipolar también pueden aportar pistas muy valiosas los factores de riesgo de cada individuo.
Genética
Los factores genéticos explican una parte del riesgo de desarrollar la enfermedad. Los familiares de primer grado de un paciente con trastorno bipolar tienen un riesgo de casi el doble de sufrirlo.
Factores psicosociales
Los períodos de mucho estrés, como la muerte de un ser querido u otras experiencias traumáticas, pueden influir en la aparición del trastorno bipolar. Se cree que inciden especialmente en individuos ya predispuestos desde el punto de vista genético o biológico.
Drogas
El consumo de alcohol y de drogas de abuso acompaña con frecuencia al trastorno bipolar. Sin embargo, no está claro si el abuso de sustancias desencadena la enfermedad mental o es esta la que induce el consumo. También podría ser en las dos direcciones o según los casos.