Bernabé Aráoz: ¿puede ser considerado el "padre de la tucumanidad"?

Saber desde pequeños quién fue nos ayudará a sumarlo a nuestra cotidianidad, y eso es algo que se está “sembrando”.

Bernabé Aráoz: ¿puede ser considerado el padre de la tucumanidad?

Las historias de hombres y mujeres de bronce se cuentan desde las aulas, desde los patios con niñas y niños disfrazados, desde los cuadernillos y las láminas con dibujos y recortes de revistas estudiantiles. Así aprendemos qué hicieron y cuáles fueron los valores que los convirtieron en figuras representativas y -luego- en motivos de un feriado patrio para conmemorar. Saber desde pequeños quién fue Bernabé Aráoz -según opinan los expertos- nos ayudará a sumarlo a nuestra cotidianidad, y eso es algo que se está “sembrando”. Así podremos entender su importancia en la historia para definir si es o no el padre de la tucumanidad.

El historiador Facundo Nanni comenta que tras el último 24 de marzo (“fecha que tiene otras urgencias”), fecha del bicentenario del fusilamiento de Bernabé Aráoz (“figura clave de la historia americana”), resulta crucial saber cómo evocarlo y cómo validar la cultura en tiempos que priorizan el impulso económico y las tendencias individualistas.

“En la Argentina fueron clave los viejos libros de Bartolomé Mitre, que cristalizaron sentidos, aunque jugaron en contra de las figuras provinciales. Mitre fue un líder político destacado y buen conocedor de archivos. Pretendía erigir una historia ejemplar, con eje en Buenos Aires y con un discurso patriótico para un país con miles de extranjeros, temiendo una posible fragmentación de la identidad nacional. Su saldo con el caudillo tucumano fue injustamente negativo”, explica Nanni.

Mitre definió a Araóz como un hombre de limitados alcances políticos, saturado de pasiones locales; muy considerado por sus comprovincianos de la campaña. Ambicioso y vulgar.

Para reivindicarlo -cuenta- hubo que esperar el Centenario, con los trabajos de Juan B. Terán y de Ricardo Jaimes Freyre: “a partir de la pujante Universidad Nacional de Tucumán, institución que este año sufrió discursos tendientes a cuestionar su función en la sociedad”.

Nanni considera que este año se avanzó en la revalorización de Araóz, no por el bronce en sí mismo, sino como vehículo de una mejor comprensión de la época. Destaca el trabajo del Ministerio de Educación, para ubicar en el siglo XIX a hombres y a mujeres de distintos sectores en su contribución a la Independencia, y también la revalorización de su figura que encabezó la Casa Histórica. Además, menciona el documental que ideó con Fabián Soberón (“Soy Bernabé Aráoz”), en el que se fijaron un objetivo similar, bajo otros supuestos historiográficos. “¿Tras 200 años podremos otorgarle un lugar a Bernabé Aráoz o habrá que esperar un tercer centenario?”, pregunta el historiador.

“Hasta 2017, el coronel mayor don Bernabé Aráoz era tan sólo el nombre de una calle empedrada”, opina el director del Museo Nacional Casa Histórica de la Independencia, José María Posse. A lo que se refiere es que ese año se publicó la primera edición de su libro “Bernabé Aráoz, el tucumano de la Independencia”,  que ya va por la cuarta reedición. “Fue entonces cuando los tucumanos comenzaron a tomar entidad del valor de Aráoz durante las luchas por la Independencia; razón por la cual la Legislatura provincial solicitó a nuestros senadores y diputados que sea declarado héroe nacional”, añade. Y junto a ello menciona que se está desarrollando un proyecto de turismo histórico y cultural que atravesará toda la provincia, desde el Monteros natal de Araóz, hasta la iglesia de Trancas Viejo, donde fue fusilado en 1824 y donde descansan sus restos.

Posse sostiene que son varias las causas por las que debe considerarse a Aráoz “padre de la tucumanidad”. “Fue el primer gobernador de la Provincia Autónoma de Tucumán. Y José de San Martín lo recomendó al director Posadas diciendo que ‘no había 10 en América con mayores virtudes’. Entonces dependíamos de Salta, cuya clase dirigente era en su mayoría realista, pero en Tucumán don Bernabé era la cabeza del grupo revolucionario más fuerte del interior del país. Fue gracias al apoyo directo de él y de sus familiares que Manuel Belgrano pudo vencer en las jornadas decisivas del 24 de septiembre de 1812 en Tucumán y del 20 de febrero de 1813 en Salta. El tucumano accidentalmente estuvo en Buenos Aires durante la Semana de Mayo, y si bien no tuvo una actuación activa, al volver fue uno de los primeros que sembró la idea de la revolución entre nosotros”, enumera.

Posse también resalta su figura como gobernador y como persona, ya que organizó y alentó el Congreso de 1816 y entregó su fortuna personal a la causa por la libertad, sembrando las banderas de un auténtico federalismo.

“Tampoco quiero quitarle méritos a Juan Bautista Alberdi, el arquitecto de la Constitución Nacional; o al valeroso general Gregorio Aráoz de La Madrid; a cuyos nombres podríamos agregar al dos veces presidente Julio Argentino Roca, a Nicolás Avellaneda o al padre de la industria azucarera, el obispo José Eusebio Colombres. Pero ninguno de ellos encarna el sentido de tucumanidad plena que rodea la figura de Bernabé Aráoz, denostado por Mitre y su escuela posterior, por representar justamente al ‘caudillo federal’ que se oponía a la prepotencia del puerto”, enfatiza Posse.

Hoy Bernabé Aráoz no es sólo una callecita empedrada en nuestra capital. Hay agrupaciones gauchas con su nombre, cantatas en su homenaje, series de charlas, documentales como “El padre de la tucumanidad” (puede verse por YouTube), entre cientos de notas y escritos que recuperan su figura histórica e inundan las redes sociales. Y aunque para algunos profesionales es tema recurrente en las aulas, aún queda por reforzar ese trabajo, como sostiene la docente de nivel primario Sandra Izquierdo.

“Me encantaría decir que se trabaja o se enseña la vida de Bernabé Aráoz en las escuelas -o por lo menos donde enseño yo-, pero no es así. Hablando con colegas, ninguna enseñó su historia. También me encantaría que lo declaren ‘Héroe Ilustre’, o que tenga un día como Martín Miguel de Güemes. Pero poco se conoce de Bernabé Aráoz, quien hizo mucho por nuestra provincia, quien fue mano derecha de Belgrano, hombre fuerte, de decisiones justas y mucho carácter. Realmente es un ejemplo a seguir”, menciona.

Izquierdo recuerda que existe un proyecto (“espero que se apruebe”) que en su artículo 1 propone nombrarlo héroe nacional y en el 2 menciona al Consejo Federal de Educación como coordinador de la inclusión al contenido curricular obligatorio. La norma fue elaborada por Silvia Elías de Pérez en 2017, mientras se desempeñaba como senadora, y obtuvo media sanción en esa Cámara, para luego perder estado parlamentario en Diputados.

“Ese segundo artículo -resalta la docente- nos permitirá contar nuestra historia como tucumanos. Es tan linda y valiente la historia de Bernabé que no resultará aburrida para los chicos. Hay muchos valores que podemos seguir de él. Valores que hoy en día están ausentes: la pasión por lo que hacía, la valentía, el coraje y la humildad”.

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