En su más reciente informe sobre América Latina, el Banco Mundial anticipa un crecimiento del 5% para la economía argentina en 2025 y un 4,7% para 2026, lo que marca un claro repunte tras dos años de recesión. El pronóstico se da luego de una contracción del 2,8% en 2024, menor a las expectativas iniciales del organismo.
Según el reporte, sectores clave como la agricultura, la energía y la minería serán los principales impulsores de la recuperación, favorecidos por una estabilidad macroeconómica y un marco legislativo recientemente implementado que fomenta la inversión empresarial.
La confianza empresarial, clave
El informe destaca un comportamiento fluctuante de la confianza empresarial en Argentina. En noviembre de 2023, esta confianza alcanzó un nivel excepcionalmente alto debido al contexto electoral que llevó a Javier Milei a la presidencia. Sin embargo, los primeros meses de su gestión vieron un abrupto descenso en el optimismo del sector privado, que luego se recuperó en septiembre, logrando la mejor puntuación en una comparación regional de cinco países.
El Banco Mundial subraya que el retorno de la confianza empresarial es fundamental para la recuperación sostenida, apoyada por una política fiscal estricta que busca reducir la inflación y fortalecer la credibilidad del marco político actual.
Recuperación regional
A nivel regional, el Banco Mundial proyecta un crecimiento del 2,5% en 2025 y del 2,6% en 2026, con la recuperación de Argentina como uno de los factores clave. Si bien Brasil y México enfrentan un freno en su crecimiento debido a la debilidad del consumo y la inversión, el informe resalta el impacto positivo que tendrá la mejora argentina en el comercio y las tasas de interés regionales.
En el comercio exterior, el documento señala que Argentina logró un superávit comercial significativo en la segunda mitad de 2024, impulsado por una reducción en las importaciones debido a la depreciación del peso. No obstante, la inflación acumulada, aunque en descenso, se mantuvo por encima del 100%, reflejando los desafíos económicos que persisten.