¿Nos vamos a quedar sin trabajo? ¡¿Qué hacemos?!

ImageFX: Un robot humanoide sirviendo tragos en una playa paradisíaca, mientras un grupo de humanos toma sol. ImageFX: Un robot humanoide sirviendo tragos en una playa paradisíaca, mientras un grupo de humanos toma sol.

Fundador de FALK Impellers y FALK Advertising Matters. Es consultor, comunicador, formador e impulsor de innovación y transformación en las organizaciones.

No te lo voy a negar. Es un tema que me ocupa y preocupa a diario. Si la Inteligencia Artificial General integradas a robots evolucionan, al punto de hacer mejor y más eficiente todos nuestros trabajos, ¿nosotros qué haremos?

¿Un mundo donde no tengas que trabajar nunca más? No, no es el cielo (aunque para algunos podría serlo), ni una utopía socialista. Es el futuro que se viene, gracias a la Inteligencia Artificial Superinteligente (ASI). Sí, leíste bien, Súper-inteligencia. O sea, una IA que no solo te arma un Excel o te resume un libro, sino que piensa mejor que vos, que yo, que el más genio de los genios. ¿Da miedito? Un poco, sí. Pero también da para pensar, y mucho. Así que agarrate fuerte, que nos vamos de viaje al futuro. Y no te preocupes, que no es Terminator ni Matrix. (¿O sí? Música dramática)

Chau laburo ¿Y ahora qué?

Primero, para los que viven en un tupper, definamos ASI. No es la IA que te recomienda series en Netflix o te corrige la ortografía. No, señor. Estamos hablando de una Inteligencia Artificial General (AGI) que evoluciona a superinteligencia. O sea, una IA que no solo iguala, sino que supera la capacidad intelectual de cualquier ser humano en prácticamente todos los campos. Sí, incluido armar en minutos el rompecabezas de 5000 piezas que tenés juntando polvo en el placard o explicarle física cuántica a tu abuela, mientras te hace un resumen de las desregulaciones de “Fede” Sturzenegger.

Ahora bien, esta ASI se pone a trabajar No está sindicada ni descansa. Se replica así misma permanentemente. Por eso, cuando digo laburar, digo laburar. Piensa, crea, resuelve problemas, descubre curas para enfermedades, diseña naves espaciales, y hasta escribe artículos mejores que este (Eso tampoco es tan difícil, ja). En otras palabras, hace todo lo que hoy consideramos “trabajo”, pero más rápido, mejor y sin pedir vacaciones ni aguinaldo. Resultado: el trabajo, como lo conocemos, kaput. Fin. ¿Suena extremo? Puede ser. Pero como "el futuro ya llegó, hace rato", la ASI está avanzando a un ritmo que a los que estamos en el tema, nos vuela el anco.

Pero ojo, no todo es color de rosa. Imaginate el bolonqui que se armaría. Los sindicatos, en una de esas, se quedan sin afiliados. Las empresas, sin empleados. Y la economía, como la conocemos, se va al tacho. Pero, ¿y si te dijera que ese "apocalipsis laboral" podría ser el comienzo de una nueva era? Una era de abundancia, de ocio creativo, de exploración del ser. Suena a utopía, lo sé. Pero pará la moto, y pensalo un segundo.

La gran pregunta: ¿Qué hacemos con tanto tiempo libre?

Acá es donde la cosa se pone interesante. Si la ASI hace todo el trabajo, ¿qué hacemos nosotros? ¿Nos dedicamos a mirar fulbo? ¿A hacer maratones de series hasta que se nos atrofien los músculos? La EHA (Era de la Humanidad Aumentada, ¿te acordás?) nos va a dar superpoderes, pero también nos va a plantear un desafío existencial: ¿qué hacemos con tanto tiempo libre?

Algunos, los optimistas, pensamos que nos vamos a dedicar al arte, a la filosofía, a la ciencia, a explorar el universo (literalmente). Que vamos a tener tiempo para ser creativos, para conectar con nuestra esencia, para ser, en definitiva, más humanos. ¡Suena hermoso! Pero seamos realistas, ¿cuántos de nosotros sabemos conectar con "nuestra esencia"? Aparte, ¿qué se hace cuando el otro no quiere que conectes con él? Mmmm... preguntas para nuestro psicólogo de cabecera.

¿Nos vamos a quedar sin trabajo? ¡¿Qué hacemos?!

Otros, los pesimistas, pronostican una era de ocio forzado, de aburrimiento existencial, de humanos convertidos en mascotas de las máquinas (si, como en Wall-E). Una vida sin propósito, sin desafíos, sin la satisfacción del deber cumplido. Pero, ¿y si la verdad estuviera en un punto medio? Y si, en realidad, ¿no sabemos qué m** va a pasar?

Como me dijo un sabio de una tribu amazónica una vez (mientras dormía): "El futuro es como un río, no podemos saber exactamente a dónde nos llevará, pero podemos construir un buen bote y aprender a navegar". Y eso, mis queridos lectores, es lo que tenemos que hacer.

¿Y la Guita?: La Renta Básica Universal al Rescate (¿O No?)

Ahora, si no laburamos, ¿de qué corno vivimos? Ahí entra en juego la famosa Renta Básica Universal (RBU o en inglés UBI Universal Basic Income). Una platita mensual que te da el Estado (o una corporación global, o una ASI, ya veremos) para que cubras tus necesidades básicas. Al final el Carlos Saul fue un adelantado con los cohetes espaciales saliendo de Córdoba y Perón con su doctrina social. Suena a comunismo, a socialismo, lo sé.

Ya hay un par de experimentos dando vueltas. Uno que me llama la atención es el que está haciendo el propio Sam Altman, CEO de OpenAI. Está financiando un estudio sobre la RBU, repartiendo 1000 dólares mensuales a un grupo de personas, sin condiciones. La idea es ver cómo afecta sus vidas. Todavía no hay resultados definitivos, pero algunos participantes han reportado menos estrés y más tiempo para proyectos personales. Interesante, ¿no?

En un artículo de la BBC, se menciona otro proyecto piloto en Finlandia, donde 2000 desempleados recibieron una RBU de 560 euros al mes durante dos años. Los resultados mostraron un ligero aumento en el empleo y el bienestar de los participantes, pero no fue una diferencia significativa. (Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48255673).

En el mundillo de Silicon Valley se está hablando de crear un impuesto a las empresas que reemplacen empleados por IAs. Y esos fondos se destinarían a la RBU.

La era del O¡ocio: ¿Utopía o distopía?

Seguimos en ese mundo donde tenés todo el tiempo para hacer lo que se te cante. Podrías viajar, no por los 15 días que te dan de vacaciones, sino por años, si tenés ganas. Podrías aprender un instrumento, pintar, escribir, o dedicarte a la jardinería zen. Podrías, incluso, volver a la universidad, no para conseguir un laburo mejor, sino por el puro placer de aprender. O simplemente rascarte a cuatro manos tirado en una hamaca, y sin culpas, eh. Suena tentador.

Pero, como dijo una vez mi abuela, "no todo lo que brilla es oro". ¿Qué pasa si nos aburrimos? ¿Si nos deprimimos? ¿Si nos convertimos en una manga de vagos sin propósito? ¿Será que necesitamos el trabajo, no solo para sobrevivir, sino también para sentirnos útiles, para darle sentido a nuestras vidas?

Y acá, mis queridos lectores, es donde la filosofía entra en juego. Porque la EHA no es solo una cuestión de tecnología, es una cuestión de humanidad. ¿Qué significa ser humano en un mundo donde las máquinas pueden hacer casi todo mejor que nosotros? ¿Cuál es nuestro rol, nuestro propósito, nuestro lugar en el universo?

También se vuelve clave hoy: capacitarnos (en IA sin dudas) pero sobre todo, formarnos en valores. Desarrollarnos como personas, ejercer nuestra libertad de progresar, de aprender, de hacer, de crecer, de errar y de aprender. La educación hiper personalizada se vuelve aún más importante de lo que ya es.

¿Nos vamos a quedar sin trabajo? ¡¿Qué hacemos?!

La religión y los robots: Un cóctel molotov

Y ya que estamos con las preguntas existenciales, ¿qué pasa con la religión? ¿Seguiremos creyendo en Dios (o en los dioses, o en la energía cósmica, o en lo que sea que creas) cuando la ASI sea capaz de responder a todas nuestras preguntas, de curar todas nuestras enfermedades, de crear vida artificial?

¿O surgirán nuevas religiones, con la IA como deidad? ¿Le rezaremos a San Algoritmo para que nos proteja de los bugs? ¿O a Santa Programación para que no se nos cuelgue el Windows 9000? No lo sé. Lo que sí sé es que la ASI nos va a obligar a replantearnos nuestras creencias más profundas. Y eso, en un mundo tan diverso como el nuestro, puede ser un cambio trascendental gigante.

Sin misterios, ¿Sería igual de divertida la vida?

El futuro es nuestro (Si nos ponemos las pilas)

La EHA ya está aquí, y no hay vuelta atrás. La ASI va a transformar nuestras vidas de una forma que ni siquiera podemos imaginar. Pero el futuro no está escrito, lo escribimos nosotros, día a día, con nuestras decisiones, con nuestras acciones.

Tenemos la oportunidad de crear un mundo mejor, un mundo donde la tecnología esté al servicio de la humanidad, donde la abundancia sea la norma, no la excepción, donde el ocio sea un derecho, no un privilegio. Pero para eso, tenemos que ponernos las pilas. Tenemos que debatir, reflexionar, cuestionar, proponer. Tenemos que exigir que la ASI se desarrolle de forma ética, responsable, transparente. Y tenemos que prepararnos para un futuro donde el trabajo, tal como lo conocemos, ya no exista.

Así que, amigo lector, te dejo con una pregunta: ¿qué vas a hacer con tu tiempo libre cuando la Superinteligencia se encargue de todo? Pensalo. Y después, si querés, escribí un comentario y la seguimos. Porque el futuro se construye entre todos, o no se construye. ¡Nos leemos el próximo domingo!

¿Nos vamos a quedar sin trabajo? ¡¿Qué hacemos?!

Fuentes:

Experimento de Renta Básica Universal en Finlandia: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52579889

Y cuando el río suena… En fin, que con esa platita mensual, podrías vivir sin trabajar, aunque sea de forma muy, pero muy básica. Algunos dicen que la RBU va a fomentar la vagancia. Otros, que va a liberar la creatividad y el potencial humano. ¿Quién tiene razón? Ni la más pálida idea. No se trata de acertar a lo que pasará, sino de entender posibles escenarios y elegir el mejor para la humanidad.

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