El kayak como deporte y vehículo para mejorar las interacciones sociales

Fabrizio Nicolosi Vece, un psicólogo tucumano de 33 años, encontró en distintas disciplinas una forma de transformar su vida.

AMISTAD. Nicolosi Vece y Figueroa comparten horas de entrenamiento y relax en El Cadillal. “A veces traemos para hacer un asadito, porque eso también suma”, explicó Emiliano que acompaña a “Fabri”. AMISTAD. Nicolosi Vece y Figueroa comparten horas de entrenamiento y relax en El Cadillal. “A veces traemos para hacer un asadito, porque eso también suma”, explicó Emiliano que acompaña a “Fabri”.
21 Enero 2025

Es martes y enero en Tucumán, con todo lo que eso implica. El termómetro roza los 35 grados. Las calles están desoladas. Los aires acondicionados no dan abasto, mientras miles de tucumanos cruzan los dedos para que no haya un corte de luz. La ciudad arde. A 25 minutos de San Miguel de Tucumán, en El Cadillal, Fabrizio Nicolosi Vece se prepara para su entrenamiento, aunque él no lo vea de ese modo.

Fabrizio es un psicólogo tucumano de 33 años que logró mucho más que un cambio físico al adoptar el deporte como parte de su vida. Desde hace 15 años, su camino lo llevó a explorar disciplinas como el mountain bike, el running, la natación y, más recientemente, el kayak. No hay calor que lo detenga; al contrario, el sol veraniego lo motiva. “Fabri” viste una malla, musculosa, lentes de sol y crocs. Está listo para remar.

El espejo de agua, el verde de las montañas y la actitud de Fabrizio, quien llegó al Cadillal con su amigo Emiliano Figueroa, mitigan el calor insoportable de la ciudad. “No vas a transpirar nada; hay mucho viento”, anticipa Emiliano antes de abordar el kayak.

El interés de Nicolosi Vece por el deporte comenzó gracias a un concepto clave que descubrió durante sus estudios de psicología: la biofilia, que se refiere a la conexión innata de las personas con la naturaleza y los animales. Este término lo llevó a explorar actividades al aire libre, donde la práctica deportiva se convirtió en una herramienta para cuidar su salud y reconectarse con el mundo natural. “A partir de ahí, trato de compartir mi experiencia, comunicar los beneficios e incentivar a otros a sumarse, adaptándose a sus condiciones físicas”, explica Fabrizio.

El kayak como deporte y vehículo para mejorar las interacciones sociales

Uno de los momentos clave en su transformación ocurrió de manera inesperada: el día en que presenció, por azar, el Trasmontaña, una de las competencias de ciclismo de montaña más importantes de Tucumán. “Solo vi la largada y quedé enamorado, sin saber realmente lo que era. En ese instante decidí que quería participar”, recuerda. Al año siguiente, tras meses de entrenamiento, estaba en la línea de partida. Con gran esfuerzo, también logró cruzar la meta. Desde entonces, no dejó de participar en esta exigente competencia, completando un total de diez ediciones.

Pero su aventura no se detuvo allí. Descubrió otras disciplinas, como el running y la natación, que lo llevaron a participar en triatlones y pentatlones, incluyendo eventos como el Ironman 5150 en Gualeguaychú y el Pentatlón de Escaba. “Comencé con una bici de ruta, que suele ser la más accesible. Luego fui incursionando en otros deportes, y cuando me di cuenta, ya estaba listo para competencias combinadas”, cuenta desde el catamarán de El Cadillal.

Entre sus logros deportivos destacan competencias como el Atacama Challenger en mountain bike, los 21 kilómetros de Yerba Buena en running y múltiples fechas del campeonato tucumano de ciclismo de montaña. Sin embargo, Fabrizio no se define como un deportista profesional. “Soy un tucumano promedio que disfruta del deporte, pero también de compartir un asado, unas empanadas o un vino con amigos. Mi idea no es obsesionarme, sino encontrar un equilibrio y disfrutar”, reflexiona.

Para él, el deporte no solo es una práctica individual, sino también una oportunidad para conectar con otras personas. “Somos seres sociales, y compartir actividades con amigos hace que todo sea mejor. El deporte te genera alegría, te cambia el chip y te saca de la rutina diaria”, asegura. En Tucumán, la abundancia de paisajes naturales, como los cerros y espejos de agua, le permite practicar al aire libre, algo que considera un privilegio.

El kayak como deporte y vehículo para mejorar las interacciones sociales

El Cadillal, uno de sus destinos favoritos, se convirtió en un lugar recurrente para entrenar y desconectarse. Allí practica kayak junto a Emiliano, un amigo de 32 años dedicado a la gastronomía, quien también encontró en esta actividad una forma de relajarse. “El kayak es superaccesible; cualquiera puede hacerlo de manera recreativa. Estás rodeado de naturaleza, y eso lo hace especial”, comenta Emiliano, destacando la preparación física de Fabrizio como un ejemplo a seguir.

A lo largo de los años, Fabrizio acumuló una larga lista de competencias que marcan su evolución como deportista. Desde pruebas locales como los 10K y 21K de La Gaceta hasta desafíos más exigentes como el Trasmontaña y el Atacama Challenger, su experiencia abarca múltiples disciplinas. También probó suerte en competiciones combinadas, como el Biatlón Cross del Cadillal, donde obtuvo el primer lugar en su categoría en parejas.

Sin embargo, para él, lo más importante no son los resultados, sino el aprendizaje y la superación personal que trae cada desafío. “Lo fundamental es hacer todo a conciencia, disfrutando y aprendiendo”, remarca.

Recientemente, Fabrizio sumó el kayak a su lista de actividades. Aunque no cuenta con su propio equipo, aprovecha el alquiler que ofrecen en El Cadillal, algo que considera práctico y accesible. “El traslado del kayak puede ser complicado, así que alquilarlo me facilita las cosas. Es una experiencia única estar en el agua, rodeado de verde y viento. Es como combinar todo lo que me gusta”, explica y aprovecha para dar algunas recomendaciones: “Hay que hidratarse, usar protector solar, llevar lo justo y necesario, y, sobre todo, desconectarse por completo para disfrutar del momento”, aconseja, lamentando que no haya competencias de kayak en Tucumán.

“Tucumán tiene buenos espejos de agua como para organizar competencias. Imagino que esto se debe al poco interés por el desarrollo de la disciplina. Sin dudas, instalar el deporte en la provincia puede ser muy positivo para todos. Ojalá pronto tengamos una competencia oficial”, desea Nicolosi Vece.

El kayak como deporte y vehículo para mejorar las interacciones sociales

A pesar de sus logros, impensados décadas atrás, Fabrizio sigue viendo el deporte como una forma de vida más que como una meta. Participa en competencias cuando puede, muchas veces decidiendo sobre la marcha, pero siempre con el objetivo de disfrutar y mantenerse en forma. Actualmente, espera los resultados de un sorteo que podría llevarlo a un Ironman 70.3, un evento que representaría un nuevo desafío en su trayectoria. Para él, el mensaje es claro: cualquiera puede encontrar su espacio en el deporte, sin importar su nivel inicial. “Lo importante es empezar, adaptarse a las propias posibilidades y disfrutar del proceso. La naturaleza y el deporte son una combinación perfecta para mejorar el cuerpo y la mente”, concluye.

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