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UNA LEYENDA TUCUMANA. El máximo goleador de Los Pumas, Nicolás Sánchez, difundió valores en los deportistas de la provincia, no solo en el ámbito del rugby. la gaceta / foto de Ines Quinteros Orio
El retiro de Nicolás Sánchez levantó opiniones de todo tipo dentro del mundo del rugby provincial y nacional. El apertura dejó un legado enorme que servirá de inspiración para las nuevas generaciones dentro del deporte. Desde 2007, cuando debutó en Lawn Tennis, protagonizó una carrera que nunca paró de crecer al punto de que se posicionó como uno de los grandes jugadores de la historia de Los Pumas. Es el máximo goleador del seleccionado con 902 puntos convertidos y el cuarto jugador con más partidos jugados con la camiseta “albiceleste”. Los méritos deportivos no son lo único que caracterizó la trayectoria de Sánchez. Quienes lo conocen aseguran que difundió valores que deberían ser replicados por todos los deportistas.
Marcelo Corbalán Costilla: "Nico logró el éxito humano"
La historia de “Nico” Sánchez hay que tomarla desde dos planos que, si bien van unidos, son muy diferentes. Uno es lo deportivo, y otro es el lado humano.
En relación a lo primero, no puedo agregar nada por todo lo que logró y todo está reflejado en las estadísticas. No cualquiera juega cuatro mundiales, no cualquiera le gana dos partidos a los All Blacks ni juega en los mejores equipos del mundo. Los números sobran.
Aunque lo más importante es lo humano. Por más de que, muchas veces, la sociedad se fija en el éxito deportivo o económico para medir a las personas. En mi caso, me abstraigo de eso y creo que él es una persona que logró el éxito humano.
“Nico” Sánchez encarna todo lo que la sociedad debería ser. No es porque sea un jugador de rugby, sino porque muestra una gran humildad, disciplina, honestidad, compromiso, solidaridad, sacrificio, perseverancia, respeto... Si todas esas cosas serían cuestiones primarias en el desarrollo de nuestra sociedad tucumana, creo que viviríamos muchísimo mejor en nuestra provincia.
Él es tucumano y siempre me preguntó lo mismo: ¿Por qué no hay más “Nicos” Sánchez en Tucumán? Y reitero: no me refiero a lo deportivo, sino a todas esas características que lo convierten en un ejemplo para todos nosotros y que lo convierten en un grandísimo ciudadano. Son cosas que “Nico” la lleva como cualquier persona común y corriente.
Cuando hablo de sacrificio, uno se fija en el éxito deportivo, pero la cantidad de eventos sociales y deportivos por continuar con su carrera. Él priorizó su carrera dentro de este deporte. No tan sólo él, sino que todo su entorno se dispuso a eso. Su esposa, sus hijos... Todos lo acompañaron a lo largo de estos años para lograr todo lo que hizo. Por su proyección a la excelencia, tuvo que postergar muchas de esas cosas.
“Nico” es un gran embajador nuestro, tucumano y argentino. Espero que el éxito humano le siga siendo permanente. Es un gran ser humano. Si todos tuvieran la oportunidad de conversar aunque sea un ratito, se darían cuenta de la calidad humana que tiene.
Es una persona muy sencilla y son muy pocos los “Nicos” Sánchez. Espero que en los próximos años allá muchos más como él.
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Pensar en “Nico” es volver mucho tiempo atrás y acordarme de aquel gran grupo que teníamos en la M-16. Era un equipo muy unido y con muchísimo compañerismo. Él se fue ganando su lugar y su reconocimiento gracias a todo el esfuerzo y el sacrificio que mostraba dentro de la cancha.
“Nico” es un ejemplo para todos los rugbiers. Él se puso una meta y no paró hasta connseguirla. Su gran esfuerzo y su habilidad que le permitieron llegar hacer todo ese recorrido.
Sería injusto si solo lo reconocieran como el gran jugador que es, sino que “Nico” supo mantenerse con los pies en la tierra y no olvidó nunca de dónde venía. Fue fiel a su familia, a su gente, a sus amigos, a su club...
Como entrenador, ver a los que fueron y son mis jugadores crecer en el deporte me genera un gran orgullo y me emociona.
Cuando me enteré que “Nico” decidió colgar los botines, pensé en todo lo que el deporte le permitió vivir hasta ahora y la verdad que estoy feliz por él. Se lo merece, como así también se merecía poder cerrar esa historia en el club que lo vio crecer jugando con sus amigos de toda la vida.
Algo que siempre marcó nuestra relación es que siempre lo llamé “Polidis”. En esos tiempos, había un arquero griego que se llamaba Nicolás Polidis, y como soy de cambiarle los nombres a los chicos, empecé a llamarlo de ese modo. Es algo que mantenemos hasta el día de hoy.
Uno nunca se imagina que los chicos pueden llegar tan lejos. Es verdad que siempre les deseamos lo mejor, pero es muy difícil llegar lejos dentro del deporte, pero él lo logró e hizo un carrerón que era impensado. Nunca me imaginé que estaba entrenando al mejor jugador de la historia del rugby tucumano y uno de los mejores argentinos. No es que lo diga yo, sino que su carrera lo sustenta porque es el máximo goleador de la historia de Los Pumas y uno de los que más partidos tuvo a lo largo de su carrera.
Nadie se iba a imaginar que iba a ganarle a los All Blacks de visitante y que él sea quien haga todos los puntos. Tampoco podías pensar que iba a llegar a hacer un try contra Gales en el último Mundial. La carrera de “Nico” está llenísima de logros que van más allá de lo que uno podía pensar cuando era joven.
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Antes de entrenarlo en el seleccion, lo había visto en la final entre Lawn Tennis y Universitario en el Regional NOA de 2008. Ya se notaba la fortaleza mental que tenía para afrontar ese tipo de desafío y, sobre todo, la fortaleza mental que tenía y él nos gana solo ese partido. En el Campeonato Argentino, mostró esa misma mentalidad. Me acuerdo que en la final contra Córdoba, que se jugaba en esa provincia, éramos muy visitante. Si teníamos tres hinchas, era un milagro. Ese contexto no le pesó para nada.
Ese fue el único torneo en el que pude entrenarlo. Era joven y había empezado como centro porque (Federico) Mentz era el “10”. Federico se quiebra y esa lesión hizo que juegue como apertura. Incluso el último penal, que nos da el campeonato, lo hizo él.
Siempre lo consideré como un líder silencioso. Era perfil bajo, pero siempre demostraba lo que era capaz de hacer dentro de la cancha. Ni siquiera le pesaba jugar con la “10”, que era toda una responsabilidad debido a la cantidad de compañeros que eran figuras de sus clubes en su momento.
Para mí, él tenía un gran convencimiento de lo que tenía que hacer. Su mentalidad estaba por encima del talento. La magia es el resultado de muchas horas de trabajo dentro del deporte.
Hizo una carrera increíble e histórico. Creo que, cuando estaba Ledesma, debería haber llegado a los 100 partidos. Era increíble que todos los del ambiente decíamos que era indiscutible, pero para los únicos que tenía esa condición era para los entrenadores. La verdad que todavía sigo sin entenderlo.
Los porteños, incluso, le tienen un grandísimo respeto. Antes de que se dé el partido del Regional entre Lawn Tennis y Córdoba Athletic por las semifinales, muchos de ellos me decías que no quería ganen porque iba a ser mucho más difícil.
Creo que él forma parte de los mejores aperturas de los historia. Está en ese grupo con Hugo Porta, Felipe Contepomi y Juan Martín Hernández. Pero lo que más destaco es que es un tipo muy sencillo. Más allá de que fue crack, creo que tiene un lado humano muy grande e indefinible.
Me da tristeza que dejen de jugar este tipo de figuras. Tendría que haber tenido un partido homenaje en Los Pumas. Lo bueno es que él debe sentirse vacío.
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