La Municipalidad de Tafí Viejo detuvo un nuevo avance en la usurpación en las tierras de “Nina” Velardez, uno de los sectores más codiciados de esa localidad. En esta oportunidad, detuvieron y secuestraron una máquina que estaba abriendo camino en un lugar que está protegido por ley.
En 1948, el entonces presidente Juan Domingo Perón expropió 18.000 hectáreas para donarlas a la UNT. Esas tierras, según los argumentos dados a conocer en ese tiempo, servirían para crear la Ciudad Universitaria, y en esa extensión hoy está la reserva natural del Parque Sierra San Javier.
Sin embargo, la casa de Terán desafectó unas 16 hectáreas, que son las que actualmente generan este litigio. El detalle más importante es que no fue devuelta oficialmente a sus dueños originarios (los sucesores de “Nina” Velardez y es por ese motivo que al lugar se lo conoce con ese nombre) y tampoco quedó registrada en el Registro Inmobiliario. Legalmente, esas tierras son de su propiedad.
En plena pandemia de 2020, un abogado vendió esas tierras a dos hermanos. Los compradores primero alambraron el lugar; cortaron todos los árboles autóctonos de una zona en la que están protegidos; ingresaron maquinarias pesadas para abrir caminos en un sitio donde no se puede levantar una piedra; y vendieron parcelas de 15 por 30 m o de 20 por 40 m, cuando el código de planeamiento urbano de Tafí Viejo establece que en esos sectores, el lote más pequeño debe ser de 5.000 m².
Inspección
Pese a que el conflicto quedó al descubierto, los responsables del proyecto inmobiliario continuaron avanzando. Los responsables de realizar controles descubrieron días atrás que se estaban abriendo caminos en zonas donde no se puede levantar ni una piedra sin autorización.
Por orden de la intendente Alejandra Rodríguez se hizo una investigación administrativa para averiguar qué estaba ocurriendo. Se confirmó que la empresa que realizaba el trabajo no tenía ningún tipo de autorización para hacerlo. De esta manera, violaba claramente el Código Ambiental Municipal. La norma establece en primer lugar, que no se puede realizar ningún tipo de proyecto, obras públicas o privadas que sean susceptibles de degradar o capaces de degradar el ambiente. En este caso en particular, al haber modificado la topografía, se estaba cometiendo una infracción.
El municipio, al confirmar que se estaba realizando un daño ambiental, también denunció el caso en la Policía y en la Dirección de Flora y Fauna porque al realizar la picada, se dañó el bosque nativo protegido por leyes provinciales y nacionales. Por esa razón, personal de la Unidad Regional Norte y de Delitos Rurales, realizó un operativo donde secuestró la máquina.
“Según la investigación que se desarrolló, el dueño de la maquinaria dijo que había sido contratado por un grupo de propietarios de las casas que ilegalmente están instaladas ahí y por el emprendedor del proyecto inmobiliario. Todos tendrán que asumir las consecuencias”, comentó Víctor Schedan, fiscal municipal de Tafí Viejo. El funcionario aclaró que en los próximos días podrían conocerse las sanciones que le aplicarán a las personas que compraron los lotes y que comenzaron a edificar. “Seguramente se les impondrá la clausura y se impedirá que sigan construyendo hasta tanto se solucione el litigio”, sostuvo.
Una traba legal
Este caso está judicializado desde hace varios años, pero en noviembre pasado se abrió un nuevo expediente al descubrirse que había personas que vendían al menos de manera irregular los terrenos y que los compradores habían comenzado a construir. El fiscal Carlos Saltor abrió un expediente y, después de realizar una inspección en la zona, abrió la investigación.
No pudo avanzar mucho porque comprobó que el titular dominial de esas tierras era la Universidad Nacional de Tucumán y eran sus funcionarios los únicos que podían accionar para solicitar la reposición.
“Hemos presentado notas y hablados con sus funcionarios para hacerles entender que la solución más rápida que se le podría dar es que ellos, como titulares legales de las tierras, exijan la reposición a la propietaria o al municipio para que se haga cargo de su custodia hasta que se defina todo”, explicó. “Lamentablemente hemos recibido la respuesta de que ellos no harán nada hasta que finalicen un plano de mensura que estarían elaborando”, añadió.
LA GACETA fracasó en su intento de comunicarse con los responsables de analizar el expediente de la casa de altos estudios. “Una vez que finalice la feria judicial y que las actividades sean normales en la UNT insistiremos con nuestro pedido. Estamos hablando de proteger una de las zonas más importantes de nuestra ciudad. Lamentablemente, nosotros no podemos hacer mucho porque no formamos parte del litigio, pero sí queremos que se recuperen esas tierras para el bien de los taficeños en particular y los tucumanos, en general”, finalizó Schedan.
Postura
“En cualquier lugar del mundo ya se hubiera marchado para defender el lugar”
“Las tierras que se buscan recuperar forman parte de un circuito muy importante donde se combina el ejercicio con la naturaleza. Centenares de tucumanos lo recorren diariamente”, aseguró el fiscal municipal Víctor Schedan en una entrevista con LA GACETA. Las tierras ocupadas están en la zona de los lugares conocidos como “El sendero de los 1.000 pasos”, “La Toma” y “La Cruz”. “Esto recién empieza, pero después irá creciendo hasta que haya tantas casas que no habrá lugar qué recorrer”, se quejó la biker Josefina Rodríguez. “Es una situación complicada, pero lo más grave es que no todo el mundo sabe lo que está ocurriendo aquí”, añadió. Su amiga Micaela Jerez agregó: “en cualquier lugar del mundo este sería un buen motivo para hacer una marcha. Aquí, en El Mollar, en Tafí del Valle… En todos lados hay personas que se están apropiando de tierras que, normalmente, son del Estado sin que nadie haga nada. ¿Qué les pasa? Es patrimonio de todos los tucumanos”. Los deportistas también cuestionaron el accionar de las autoridades. “Esto no es nuevo, viene desde hace por lo menos cuatro años. Al menos las autoridades se dieron cuenta y reaccionaron. Ahora espero que los responsables de la Universidad Nacional de Tucumán se pongan las pilas y salven estas tierras”, destacó Mario Jiménez. “Me parece perfecto que se ocupen de este caso, pero también es necesario que hagan lo mismo en otros lugares. En Tafí Viejo, Los Nogales y Villa Carmela son los lugares en los que de la noche a la mañana surge un nuevo barrio. ¿Habrán sido habilitados correctamente?”, se preguntó Gustavo Medina.