Biofilia, la práctica que ayuda al cuerpo y a la mente

Biofilia, la práctica que ayuda al cuerpo y a la mente

Existe en las personas una afinidad de origen innato por todos los seres vivos y por la vida en sí misma. De esta manera, entre sus requisitos primarios para sentirse sanas y lograr un bienestar, tienen la necesidad de mantenerse en contacto con la naturaleza. Esto remite al término biofilia, que fue citado en una reciente entrevista en LA GACETA por Fabrizio Nicolosi Vece, un psicólogo tucumano que hizo del deporte y del contacto con lo natural un estilo de vida.

El interés de Nicolosi Vece por el deporte comenzó gracias al concepto clave de la biofilia, que descubrió durante sus estudios de psicología. Esto lo llevó a explorar actividades al aire libre, donde la práctica deportiva se convirtió en una herramienta para cuidar su salud y reconectarse con el mundo natural. Y lo hace tratando de compartir su experiencia, comunicando los beneficios e incentivando a otros a sumarse, adaptándose a sus condiciones físicas. De hecho, este deportista es uno de los muchos tucumanos que se han volcado masivamente a incursionar en lo natural en años recientes.

El biólogo Edward O. Wilson fue quien elaboró en mayor profundidad el concepto en su libro “Biophilia”, de 1984. En este sugiere que el ser humano ha logrado vivir y sobrevivir a lo largo de toda su historia estando en contacto con la naturaleza, porque hace muy poco tiempo que vive en ciudades.

La biofilia es un concepto que fue en un principio utilizado por el psicólogo Erich Fromm, en oposición al término necrofilia, que se refiere a la atracción que tienen algunas personas hacia la muerte o hacia cualquier aspecto que tenga alguna relación con ella. Para Fromm, la palabra se refiere al amor a la vida, siendo la esencia de una ética humanista. Parte de una perspectiva encauzada a la supervivencia, y lo hace desde una actitud cuidadosa, productiva y también creativa hacia la propia vida. Esto constituye un aporte fundamental para la salud mental de las personas.

Un estudio de hace algunos años determinó que, cuanto más rodeadas estuviesen en el lugar en el que vivían, menos frecuentes eran los casos de trastornos mentales, enfermedades pulmonares y vasculares, por lo que mejoraba la calidad de vida. El bienestar percibido era mayor en aquellos que habitaban en entornos rurales que en quienes vivían en las grandes ciudades.

Partiendo desde la base de las prácticas de Nicolosi Vece, está claro que el deporte no sólo es un trabajo individual, sino también una oportunidad para conectar con otras personas. Como seres sociales que somos, compartir actividades hace que todo sea mejor. Esto se magnifica en lugares como Tucumán, donde la abundancia de paisajes naturales, como los cerros y espejos de agua, permite el privilegio de las tareas al aire libre.

En temas como el planteado hay un mensaje claro: cualquiera puede encontrar su espacio en el deporte, sin importar su nivel inicial. Tampoco la edad resulta un impedimento, porque siempre se puede adaptar la actividad que se elija o elegir cuál realizar. Lo importante es empezar, adaptarse a las propias posibilidades y disfrutar del proceso. Y a es a partir de allí en que asoma el rol de la naturaleza, convirtiendo todo esto en una combinación perfecta para mejorar el cuerpo y la mente.

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