WASHINGTON, Estados Unidos.- Impermeable a las críticas que desató con su propuesta de que Estados Unidos tome el control de la Franja de Gaza y de reubique a los casi dos millones de gazatíes en países vecinos, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que “a todo el mundo le encanta” su plan.
Lo cierto es que sus declaraciones han generado una lluvia de repudios, desde todos las esquinas del planeta. Países de Medio Oriente, aliados occidentales de Estados Unidos, las Naciones Unidas y los propios palestinos rechazaron la idea del republicano, que ha emprendido una guerra contra el sistema de instituciones internacionales y ataca las de su propio país.
Trump lanzó la propuesta durante una conferencia de prensa en Washington junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Sin dar fechas ni detalles de cómo lo haría, Trump afirmó el martes que eliminará las bombas sin detonar y los escombros para convertir Gaza en un lugar “increíble”, algo así como “la Riviera de Medio Oriente”, comparándola con un destino turístico para millonarios.
“Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza y también haremos un buen trabajo” allí, aseguró el presidente estadounidense, afirmando que tiene el apoyo de Medio Oriente, pese a que países clave como Egipto como Jordania ya rechazaron de plano la idea.
La idea, además, se enfrenta a varios obstáculos: el apego de los palestinos a su tierra, la oposición de los países árabes y las reglas del derecho internacional.
Más tarde, la portavoz Karoline Leavitt de la Casa Blanca intentó calmar las aguas diciendo que Trump no se ha comprometido por ahora a enviar tropas a Gaza como parte de su plan. El secretario de Estado, Marco Rubio, por su parte, aseguró que Trump quiere que los palestinos abandonen “temporalmente” la Franja de Gaza para reconstruirla, por lo que es una propuesta “generosa” y no “hostil”.
El grupo islamista Hamas, que gobierna territorio palestino desde 2007, rechazó la propuesta y un portavoz del movimiento, Abdel Latif al Qanu, la calificó de “racista (...) alineada con la extrema derecha israelí”.
El movimiento palestino calificó la propuesta como “agresiva” y afirmó que “no servirá a la estabilidad en la región y solo echará más leña al fuego”.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás también rechazó “enérgicamente” la propuesta. “No permitiremos que se violen los derechos de nuestro pueblo”, dijo Abás, que lidera un ejecutivo con un poder limitado en Cisjordania.
Netanyahu declaró que la propuesta de Trump puede “cambiar la historia”. El cuestionado primer ministro depende de sus alianzas con fuerzas políticas que sueñan con reinstaurar colonias en la Franja de Gaza, de donde Israel se retiró en 2005 por decisión del entonces primer ministro Ariel Sharon.
El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, de ultraderechista Partido Sionista Religioso, prometió hacer lo posible para “enterrar definitivamente” la idea de un Estado palestino. Tras más de 15 meses de guerra desencadenada tras el ataque de Hamas en octubre de 2023 en suelo israelí, gran parte de la Franja de Gaza está arrasada. Desde finales de enero rige un alto el fuego que ha permitido el canje de rehenes israelíes por presos palestinos.
“Vivir o morir aquí”
Para los palestinos, cualquier intento de obligarlos a salir de Gaza evoca el trauma de la Nakba (”catástrofe” en árabe), el desplazamiento masivo y la expulsión de cientos de miles de palestinos de sus hogares tras la creación del Estado de Israel en 1948. “Soy gazatí, mi padre y mi abuelo son originarios de aquí (...) Sólo tenemos una opción: morir o vivir aquí”, dice Ahmed Halasa, de 41 años.