Vuelve a aumentar el pan en Tucumán: ¿por qué sube ahora y cuánto costará?
Las panaderías tucumanas comenzaron a anunciar un incremento en los precios de sus productos. Según Pablo Albertus, presidente del Centro de Industriales Panaderos, este aumento "era inevitable" debido a una serie de factores económicos que afectaron al sector.
"Nosotros estamos desde el ocho de noviembre sin aumento de precio. Veníamos con los precios prácticamente congelados, haciendo un esfuerzo durante diciembre y enero, incluso cuando participamos en el lanzamiento de la canasta navideña para no subirlos", explicó a LA GACETA. Sin embargo, en los primeros días de febrero, los costos de materias primas, sumados a una paritaria nacional que otorgó un aumento salarial del 99% para los trabajadores del sector, obligaron a los panaderos a ajustar sus precios.
Otro factor crucial es el aumento en los costos energéticos, con una factura de electricidad que tiene un componente impositivo de un 50%. "Hoy por hoy, una factura de electricidad de un millón de pesos tiene casi 500.000 pesos de impuestos", señaló Albertus. Este impacto -según dijo- llevó a una revisión de la estructura de precios.
El rango sugerido para el aumento es del 7% en los productos básicos, como el pan, y del 12% en las especialidades de panadería, como las pizzas, hamburguesas y productos de cafetería. El precio del kilo de pan se ajustará entre 2.600 y 2.800 pesos, lo que, según Albertus, sigue siendo un precio accesible para un producto esencial.
Además, desde el sector se ha impulsado la creación de "panaderías saludables" en colaboración con el Ministerio de Salud, con el objetivo de reducir el contenido de sodio y grasas en los productos.
"Queremos que la gente sepa dónde está comprando su pan y que confíen en la calidad del producto", destacó Albertus, quien también expresó preocupación por la competencia desleal de las panaderías clandestinas, que pueden ofrecer precios más bajos debido a una estructura de costos mucho más flexible.
En cuanto a la reacción de la gente ante este aumento, Albertus expresó que, si bien los incrementos nunca son bien recibidos, la situación económica actual ha afectado profundamente las ventas.
"Este enero fue muy duro para nosotros, con una baja del 46% en las ventas. La falta de liquidez y las altas temperaturas han influido en el consumo", comentó el presidente de los panaderos.
El panorama para el resto del año es incierto. Albertus espera que, con una disminución en los niveles de inflación y algunos ajustes en los precios de los proveedores, el sector pueda estabilizarse. Sin embargo, la incertidumbre sobre los costos energéticos y las paritarias salariales podrían generar más desafíos. "Creemos que tendremos un año más predecible, aunque con caudales de venta menores", concluyó.