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
“Fue un momento espantoso; mi padre estaba inconsciente por los golpes que recibió. A partir de allí nuestra vida cambió rotundamente”, declaró ayer Sebastián Moreno, hijo de Alfredo Moreno quienes habrían sufrido una brutal golpiza en la Estancia Riarte, y por la cual se está juzgando a nueve miembros de la comunidad Indio Colalao acusados por usurpación, tentativa de homicidio y robo agravado.
La quinta audiencia del juicio que tiene como imputados a Alberto Dionisio Mercado, Manuel Santos Pastrana, Ubaldo Eduardo Humano, Juan Carlos Toledo, Carlos Omar López (senador salteño), Ciro Fernando López, María Lilia Delgado, Benito Toledo y Felipe Santiago Cruz, estuvo cargada de acusaciones por parte de la víctima y por parte de la Fiscalía y la querella, quienes solicitaron la detención y el procesamiento de uno de los testigos por falso testimonio.
El primero en pasar a declarar ante el Tribunal, conformado por los jueces Guillermo Puig, Patricio Prado y Stella Maris Arce, fue Sebastián Moreno, hijo de “Freddy” Moreno -quien compró la finca hace casi dos décadas en sociedad con Jorge Posse-. Sebastián, en consonancia con el testimonio de su padre, narró el episodio de violencia vivido en manos de integrantes de la comunidad Indio Colalao en 2012 y señaló a las personas que habrían estado al mando.
La acusación del Ministerio Público Fiscal, representado por Estela Giffoniello, plantea que el 17 de junio de 2012 los imputados aprovecharon la ausencia de sus propietarios e ingresaron ilegalmente al inmueble rompiendo el candado del portón de acceso. Una vez que Moreno llegó en compañía de su hijo a la Estancia fueron duramente golpeados por los acusados, quienes también les sustrajeron sus pertenencias.
Siguiendo la teoría fiscal, Sebastián contó que ese día habían salido con su padre de la Estancia a buscar algo para comer y al regresar se encontraron el portón de ingreso tapado con troncos y ramas y que entre 30 y 40 personas comenzaron a golpear salvajemente a ambos. “Tenían al portero amenazado. Los golpes duraron como 30 minutos. El portero logró zafarse y se fue corriendo al monte pero un grupo lo persiguió”, dijo.
Identificación
El hombre explicó que la mayoría de los agresores estaban con el rostro tapado, pero que los supuestos cabecillas estaban al descubierto. “La señora Delgado no me propinaba golpes pero era quien manejaba a la banda junto con Omar López y Benito Toledo. Ellos daban órdenes y además estos dos últimos sí me pegaron”, sostuvo. Además señaló a Pastrana como otro de los violentos. “No podía creer que estaba presente porque Pastrana es policía. No podía entender como no actuaba en defensa nuestra si se supone que está para eso”, apuntó.
Moreno contó que durante la golpiza el senador salteño los amenazó a él y a su padre de muerte. “López decía: “Al viejo ese entiérrenlo en el monte que no lo va a encontrar nadie, o tírenlo al río”. Y conmigo decidían si me iban a pegar un tiro o qué harían. Parece que parte del grupo no estaba de acuerdo con eso y que habían llegado a condiciones muy superiores que no tenían previstas porque no querían matarnos”, dijo.
Mientras discutían cuál sería el destino de ambos, Sebastián logró escaparse, subir a su padre a la camioneta y escapar del lugar. Allí fueron a la comisaría de Trancas a denunciar lo sucedido y no pudieron ingresar al inmueble por unos días. Al recuperar el acceso, contó que lo encontraron vandalizado. “La casa estaba destrozada, se robaron pertenencias, ropa, cosas de valor y dejaron una bandera de colores (refiriéndose a la bandera Wiphala)”, denunció.
Falso testimonio
El segundo testigo de la jornada en comparecer ante el Tribunal fue Guillermo Damián Zequeira. Su testimonio tuvo complicaciones desde el primer momento. El hombre manifestó no haber declarado anteriormente ante la Fiscalía -a pesar de que había un acta que indicaría lo contrario-, y dijo que ni siquiera conocía la causa.
Durante el resto de su relato, tanto la fiscala como los abogados Javier Lobo Aragón, Camilo Atim y Florencia Abdala, advirtieron que Zequeira se encontraba reticente ante el interrogatorio y que había presentado contradicciones en su declaración, especialmente al identificar al imputado Toledo.
Por ello, solicitaron que fuera detenido e investigado por falso testimonio, pero el defensor Carlos Garmendia se opuso. Los jueces informaron que resolverán el pedido al finalizar el juicio.