
Conseguir un empleo es de las cosas más importantes de la vida. Sin embargo, la desocupación ha ido creciendo en la última década y es un problema candente en América Latina. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló en un reciente informe titulado “Juventud en cambio: desafíos y oportunidades en el mercado laboral de América Latina y el Caribe” que, a pesar de que si bien el empleo registrado está en recuperación progresiva desde la pandemia, aún existen dificultades considerables en los jóvenes para conseguir un trabajo, especialmente entre las mujeres y las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social.
El mismo informe detalló que en 2023 la tasa de desocupación entre los jóvenes de Latinoamérica y el Caribe fue tres veces mayor en comparación a los adultos y que, además, el 60% de la brecha juvenil que sí trabaja lo hace en la informalidad, lo que no garantiza su seguridad ni los derechos sociales. Por otro lado, el estudio indicó que la mayoría de estos jóvenes que no estudian ni trabajan de forma remunerada son mujeres, principalmente de entre 20 y 24 años, debido a que sus responsabilidades en el ámbito doméstico y otras actividades no remuneradas afectan su inserción laboral.
El informe de la OIT dejó en evidencia la diferencia cada vez más amplia entre la educación y las demandas solicitadas en el mercado laboral. El estudio detectó que, si bien muchos jóvenes valoran la educación como una herramienta para mejorar sus condiciones de conseguir un empleo de calidad, muchos también se encuentran con dificultades para acceder a ella, lo cual se afianza por las nuevas formas de empleo digital, que ofrecen mayores flexibilidades, pero casi todas las áreas están en la total informalidad.
La OIT afirmó que los trabajadores jóvenes casi no participan en actividades sindicales debido a que desconocen sus derechos y las posibilidades de representación que estos movimientos ofrecen, además de tener una marcada desconfianza en la seguridad social y los sistemas de pensiones, por lo que buscan alternativas de ahorro independientes.
El desempleo en la Argentina
Los datos más recientes sobre la desocupación en la Argentina datan de noviembre de 2024, tras la publicación del último informe de la Secretaría de Trabajo de la Nación, órgano dependiente del Ministerio de Capital Humano. Según este informe, el 57% de los trabajadores de entre 18 y 24 años están en negro, es decir, en la informalidad, por lo que no pagan aportes jubilatorios ni cuentan con derechos básicos como licencias pagadas o coberturas de salud, mientras que el alrededor del 20% de este rango etario se encuentra desocupado, siendo así el país con la mayor tasa de desempleo juvenil de toda la región.
La cifra es bastante alta si se la compara con otras franjas, por ejemplo, el porcentaje de informalidad en personas de entre 25 y 34 años es del 38%, entre las de 35 y 49 años es del 30%, mientras que entre las de 50 y 59 es del 25%. Al igual que en el resto de Latinoamérica, las más afectadas son las mujeres. Según datos del Indec, la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 27,2%, debido principalmente a que estas últimas dedican más tiempo a tareas domésticas no remuneradas y, por ende, cuentan con menos horas de trabajo pago. El 72% de las personas de entre 18 y 30 años que trabajan en la informalidad cuentan con, al menos, el secundario completo, pero no pueden acceder a un trabajo remunerado de calidad.