
El anuncio de Javier Milei sobre la reforma laboral en su discurso de apertura del Congreso encendió las luces amarillas en la Confederación General del Trabajo (CGT), que ve en esta arremetida oficial una amenaza a los derechos laborales de los trabajadores.
El mandatario libertario mencionó su intención de "profundizar el camino" de la reforma laboral iniciada con la Ley Bases y el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70, lo que despertó una inmediata reacción de la central obrera. Gerardo Martínez, secretario de Relaciones Internacionales de la CGT y líder de la Uocra (construcción), indicó que “una cosa es el discurso y otra cosa es lo que realmente va a suceder”.
Martínez dejó claro que, hasta el momento, no han recibido señales concretas de la administración libertaria sobre el avance de la reforma, pero subrayó que la central obrera no dará un paso atrás en la defensa de los derechos de los trabajadores. “La postura de la CGT es ni un paso atrás, porque todos los derechos conquistados por el sindicalismo son realidades que han dado a los trabajadores la oportunidad de tener un desarrollo equitativo y una movilidad social”, afirmó el dirigente, consignó el sitio Infobae.
A pesar de la preocupación dentro de la CGT por los posibles cambios legislativos, Martínez destacó la importancia del diálogo para resolver los problemas estructurales de la economía argentina. “La sociedad y el sindicalismo no se niegan a debatir, pero cuando se tocan intereses, debe haber negociación”, sostuvo, haciendo un paralelo con la negociación entre la Casa Rosada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por otro desembolso.
El ala más dialoguista de la CGT, que mantiene contacto con funcionarios cercanos al oficialismo, cree que es poco probable que se impulse una reforma laboral sin buscar consenso con los sindicatos. Sin embargo, no tienen garantías de que la Casa Rosada los consulte antes de avanzar con nuevas reformas.
En el Congreso, ya están en marcha varios proyectos que preocupan profundamente a la central obrera. Uno de los más controvertidos es el proyecto de Ley de Promoción de Inversiones y Empleo, que propone modificaciones en la Ley de Contrato de Trabajo que la CGT ya rechazó.
Entre sus puntos más polémicos se encuentran la posibilidad de que los empresarios introduzcan cambios unilaterales en las tareas de los trabajadores, y la flexibilización de las vacaciones anuales y el régimen de licencias por enfermedad. Según un análisis de la CTA Autónoma, el proyecto también permite que los convenios colectivos de trabajo modifiquen la jornada laboral, siempre y cuando se respete un descanso mínimo de 12 horas entre turnos.
Otro proyecto que ha generado gran preocupación en la CGT es el de “Democracia Sindical”, que busca eliminar la reelección indefinida de los líderes gremiales, prohibir la cuota solidaria que financia a los sindicatos, garantizar la representación de las minorías en los órganos gremiales y establecer medidas para “democratizar las obras sociales”. Aunque este proyecto no logró avanzar en el Congreso el año pasado, sus impulsores han prometido presentarlo nuevamente en 2025, con la esperanza de contar con el apoyo de los legisladores de La Libertad Avanza.
El futuro de la reforma laboral en Argentina parece estar marcado por una tensa negociación entre el Gobierno y los sindicatos, con la CGT decidida a defender los derechos laborales que considera fundamentales para el bienestar de los trabajadores. Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo grande y las próximas semanas podrían ser clave para definir el rumbo de estas iniciativas.