El Vaticano transita días de incertidumbre debido a la salud del papa Francisco

El Pontífice lleva tres semanas hospitalizado y la ciudad parece haber entrado en una pausa prolongada.

COMO EN PANDEMIA. Servicios y eventos extraordinarios como misas, audiencias y recepciones han disminuido drásticamente desde la internación de Francisco. COMO EN PANDEMIA. Servicios y eventos extraordinarios como misas, audiencias y recepciones han disminuido drásticamente desde la internación de Francisco. FOTO TOMADA DE VATICANNEWS.VA
Hace 3 Hs

Desde el amanecer hasta el anochecer, turistas y peregrinos continúan reuniéndose frente a la basílica de San Pedro. Sin embargo, en ausencia del papa Francisco, el Vaticano parece estar en una pausa indefinida, mientras la Iglesia católica enfrenta un escenario de incertidumbre debido a su hospitalización.

El Estado más pequeño del mundo atraviesa un periodo delicado en el que todo sigue su curso, pero con la sensación de que el rumbo puede cambiar en cualquier momento. Aunque en apariencia todo parece normal y los visitantes siguen recorriendo la avenida de la Conciliación, la atmósfera es distinta. Algunos fieles entonan cánticos religiosos por el Jubileo, mientras que a unos metros de distancia, periodistas de distintos países transmiten en vivo, atentos a cualquier novedad.

El papa Francisco, de 88 años, no ha aparecido en público desde el 14 de febrero, fecha en la que fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma, por una neumonía bilateral. La ventana del palacio apostólico, desde donde solía dirigir el Ángelus semanal, permanece cerrada desde hace tres domingos, algo inédito desde el inicio de su pontificado en 2013.

La rutina en el Vaticano ahora está marcada por los reportes médicos que se emiten cada mañana y noche, generando expectativa en torno a la evolución del pontífice. En la sala de prensa, los corresponsales han dejado de lado el lenguaje del derecho canónico para familiarizarse con términos médicos como “broncoespasmos” y “oxigenoterapia”.

El Vaticano ante un ritmo alterado

Dentro de la ciudad-Estado, las actividades avanzan a distintos ritmos. Las dependencias relacionadas directamente con el Papa han sido las primeras en verse afectadas. “Estamos en servicios mínimos”, señala Eliah Cinotti, portavoz de la Guardia Suiza, responsable de la seguridad papal. Explica que eventos extraordinarios como misas, audiencias y recepciones han disminuido drásticamente. “Los servicios extraordinarios están en caída libre. Es un periodo de latencia que recuerda el fin del covid”, agregó.

Mientras tanto, la Curia, que administra las labores globales de la Iglesia, continúa con sus funciones. Aunque la imagen de Francisco sigue presente en sus muros, los distintos dicasterios mantienen su autonomía de gestión. No obstante, las complicaciones respiratorias del Papa han generado incertidumbre sobre el futuro inmediato.

Un clima de expectación

El Vaticano ha vivido momentos de gran tensión en el pasado. En 1981, Juan Pablo II pasó 77 días en el hospital Gemelli tras sobrevivir a un atentado. Sin embargo, la hospitalización prolongada de Francisco, la más extensa de su papado, ha avivado conjeturas sobre su posible renuncia y la preparación de un eventual cónclave.

Aun así, hablar de una sucesión mientras el pontífice sigue con vida sigue siendo un tema delicado. “Estaría fuera de lugar. La verdad es que nadie sabe nada”, afirma un funcionario de la Secretaría de Estado”, argumentó.

“Es una situación extraña”, confirma el vaticanista italiano Marco Politi. “No es el momento de que los cardenales se reúnan en secreto, planifiquen el futuro, porque también hay cierta elegancia en la alta jerarquía católica”.

Mientras tanto, los fieles continúan encendiendo velas y elevando plegarias en la plaza de San Pedro por la recuperación del papa Francisco. En los círculos internos del Vaticano, sin embargo, se analizan todos los posibles escenarios. "Estamos en una situación de alerta", admite un diplomático europeo cercano a la Santa Sede, quien reconoce haber revisado protocolos en caso de un cónclave.

Desde el hospital, Jorge Bergoglio sigue enviando mensajes para dejar en claro que sigue al frente de la Iglesia: firma documentos, conversa con sus colaboradores y se mantiene en contacto con los fieles. No obstante, el Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma, lo pasó en su habitación del hospital, sin participar en la tradicional misa en la basílica de Santa Sabina. A 40 días de las celebraciones de Semana Santa, su presencia en los eventos litúrgicos aún es una incógnita.

Comentarios