
Durante años, se debatió si hacer cardio antes o después del entrenamiento de fuerza. Algunos creen que el cardio previo reduce la energía para las pesas, mientras que otros sostienen que levantar peso primero puede afectar la resistencia aeróbica.
Estudios recientes indican que ambos pueden combinarse estratégicamente para mejorar el rendimiento y la salud en general.
¿Qué se debe hacer primero?
Si el objetivo es ganar fuerza y músculo, se recomienda empezar con pesas. El entrenamiento de fuerza requiere energía y control muscular, lo que puede verse afectado si los músculos están fatigados por una sesión intensa de cardio.

Por otro lado, si la prioridad es mejorar la resistencia, hacer cardio antes puede ser más beneficioso. Las investigaciones muestran que correr o hacer ejercicios aeróbicos con fatiga muscular puede reducir el rendimiento y aumentar el riesgo de lesiones.
Casos en los que el cardio debe ir primero
En algunos casos, es conveniente realizar cardio antes del entrenamiento de fuerza. Por ejemplo, un breve calentamiento aeróbico ayuda a preparar el cuerpo para el ejercicio. Además, en rutinas de entrenamiento en circuito o HIIT, cardio y pesas se combinan para mantener el ritmo cardíaco elevado y mejorar la quema de calorías.
La clave está en adaptar el orden de los ejercicios según los objetivos personales y la capacidad física de cada persona. Con una planificación adecuada, cardio y pesas pueden complementarse sin afectar los resultados.