09 Marzo 2025
Qué dice de tu personalidad la mascota que preferís, según un estudio
Decidir entre un perro y un gato como compañero de vida puede ser una tarea difícil. Más allá de las preferencias individuales, la psicología sugiere que esta elección podría estar vinculada a características específicas de nuestra personalidad.
Investigaciones recientes arrojaron datos reveladores sobre cómo la afinidad por una mascota u otra puede reflejar ciertos rasgos psicológicos. En este contexto, diversos especialistas estudiaron la relación entre la personalidad y la elección de un animal de compañía.
Un estudio pionero sobre la relación entre mascotas y personalidad
Uno de los principales referentes en esta área es Stanley Coren, director del Laboratorio de Percepción y Neuropsicología de la Universidad de British Columbia.
Como psicólogo y amante de los perros, Coren fue uno de los primeros en analizar cómo la personalidad de una persona influye en su preferencia por perros o gatos. Para ello, utilizó el modelo Circumplex de rasgos interpersonales, el cual mide aspectos como la extroversión, la dominancia, la confianza y la calidez. Este enfoque le permitió realizar encuestas breves a personas que paseaban con sus perros, obteniendo información valiosa sobre su carácter.
Perros y gatos: diferencias en la personalidad de sus dueños
Los primeros hallazgos indicaron que quienes prefieren los perros suelen ser más sociables y afectuosos. En contraste, los amantes de los gatos tienden a ser más introspectivos y, en algunos casos, presentan mayores niveles de neuroticismo, lo que significa que pueden experimentar cambios de humor con más frecuencia.
Los estudios de Coren fueron respaldados por otras investigaciones, como la realizada por Sam Gosling y su equipo en la Universidad de Texas, que evalúo cinco grandes rasgos de la personalidad: apertura, responsabilidad, extroversión, amabilidad y neuroticismo. Los resultados mostraron que las personas que eligen a los perros son un 13% más amables, un 15% más extrovertidas y un 11% más organizadas en comparación con quienes prefieren los gatos.
Por otro lado, los amantes de los felinos resultaron ser un 12% más propensos a la inestabilidad emocional y un 11% más abiertos a nuevas experiencias.
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