
VIDEO. La Voz Argentina: historias detrás de las audiciones en Tucumán
Fueron muchos los tucumanos que, a pesar de la llovizna, se encontraban a la espera en la larga fila para audicionar y tratar de ser parte de este programa. Muchos llevaban con ellos sueños por cumplir y toda una historia por detrás que los acompañó e impulsó a perseguir el sueño de crecer en la música.

Sanar con la música: el canto ayudó a calmar a anita denise luego de un duro episodio que vivió cuando era niña y quiere mostrarlo
Anita Denise tiene 36 años. Es agente de viajes y esta no era la primera vez que audicionaba para La Voz Argentina, su primer casting para este programa fue en Salta.
Empezó a cantar a los 18 años y desde niña su familia creía que en ella existía un sentido musical diferente. “Sin embargo, a mí me daba mucha vergüenza mostrarlo porque sentía que mi voz era demasiado aguda y que ‘rompía vidrios’”, contó.

La música fue un gran sostén en su vida, considera que la ayudó a sobrellevar grandes dificultades. Anita es sobreviviente de abuso sexual infantil y fue algo que la marcó profundamente. “La música no es que me hizo olvidarlo pero sí lo calmó. A raíz de eso, aprendí a entender todo, toda mi vida, todo lo bueno y lo malo. Entenderlo como una experiencia, un aprendizaje. Y, sobre todo, aprender a perdonar también. La música te sana el alma”, expresó.
Explicó que cuando uno es niño vive situaciones que no entiende y, al crecer, las “marcas en el alma” siguen presentes. “Hay cosas que por ahí se intensifican un poco más y es imposible no preguntarte el porqué de las cosas. Sin embargo, yo entendí que detrás de todo hay un buen propósito, una buena noticia. Vivo la vida así, siempre conectada con la música”, concluyó.
Sueño Musical: una ama de casa tucumana que aprovechó el canto para superar un fuerte caso de violencia familiar
Virna Roldán, conocida artísticamente como “Máster Vir”, tiene 37 años y es mamá de cuatro hijos. Es ama de casa, comerciante, cocinera y cantante. Lo que la llevó a audicionar fue el sueño de triunfar en la música, llegar a ser alguien importante y cumplir con todas sus metas que soñó desde muy pequeña.
Canta desde los nueve años pero comenzó a dedicarse a la música hace 7 años luego de grabar sus primeras tres canciones. Fue gracias a su abuelo y su padre que los veía cantar siempre de niña que empezó a interesarse por la música. Contó cómo el canto la ayudó a sobrellevar los problemas de su hogar. “Mi abuelo llegaba del trabajo medio ‘entonado’ y se volvía violento con mi abuela, entonces yo le cantaba para que se calmara y durmiera”, relató.

Afirma que el canto le cambió la vida y gracias a eso pudo salir de las adicciones y comenzar de nuevo. “El canto me ayudó a ser una mejor persona, a luchar por mis sueños y a no irme por el otro camino. Tratar de hacer lo que quiero, lo que sueño, porque las otras cosas nunca me ayudaban. Esto sí, a mí me salvó la vida”, contó. “No sé si lo hago bien, pero lo hago desde el alma, desde el corazón y no quiero perder esta oportunidad”, añadió.
De Bolivia a Tucumán: visitó la provincia por primera vez para poder audicionar
Jonathan Peñaranda, conocido también como “Jotty” tiene 31 años y vino desde La Paz, Bolivia, exclusivamente para poder audicionar y ser parte de este reality. Además de la música, también es coach y forma parte del elenco “Broadway Bolivia”. Esta fue su primera visita a la provincia y afirmó haber quedado enamorado.

Contó que canta desde los 9 años y fue gracias a su papá, quien es amante de las Zambas Argentinas. “Hay un llamado ahí por Argentina, muy fuerte. Siento que le debo algo a este país”, dijo. Antes de dedicarse plenamente a la música fue futbolista y quería dedicarse a eso, pero por problemas con sus estudios su padre lo terminó sacando del colegio. “Es por eso que me frustré y la música se convirtió en mi refugio. Literalmente me rescató de esa oscuridad”.
Comenta que el momento donde más lo ayudó la música fue cuando escuchó a uno de sus artistas referentes, “Matamba”. “En ese momento estaba en una etapa complicada, mi pubertad fue bastante agitada. Lo vi en un concierto hablando de espiritualidad a través de la música, y fue un momento epifánico para mí. Hubo un antes y un después en mi vida desde ese día”.
Actualmente conforma una banda de reggae en Bolivia llamada “Tierra Alta” que arrancó en 2014 y en 2016 lanzaron su primer disco.
Música vs. la soledad: la música lo ayudó a sentirse siempre acompañado
Johnny Figueroa tiene 42 años y es albañil. En sus tiempos libres se dedica a cantar en peñas, festivales y eventos. Anteriormente audicionó en varios castings para distintos programas de televisión y esta es la primera vez que audiciona para La Voz Argentina.
Empezó a dedicarse al canto y a la guitarra a los 23 años, inicialmente comenzó interpretando canciones de Ricardo Arjona pero luego descubrió el folclore, del que se terminó enamorando. “Cuando empecé con la guitarra y el canto, soñaba con vivir de la música, como le pasa a cualquiera que se inicia en esto. Hoy, con 42 años, las ganas y la esperanza siguen intactas. Por eso estoy acá, porque siento que la música nos elige a nosotros, y no al revés”.

Lo que lo llevó a interesarse por la música fue la gran capacidad para hacer amigos. “Uno, sin darse cuenta, va conociendo gente a través del canto. Eso es lo que más me emociona, poder expresar y decir cosas de otra manera a través de la música”. Afirmó que la música es su cable a tierra ya que, al vivir solo, fue el canto el que lo llevó a conocer a más personas. “Aunque estuviera en una fiesta llena de gente, al final de la noche volvía a quedarme solo. En esos momentos, la música era mi compañía, muchas de mis canciones nacieron de esa soledad”.
Artista callejero: empezó cantando en colectivos y su sueño es estar en un gran escenario
Marcos Matías Rodríguez tiene 29 años y es artista callejero. Sube a cantar en los colectivos desde hace 10 años. “Rompí el hielo arriba del colectivo, ese es mi escenario hasta hoy en día, es mi trabajo, lo hago siempre”, dijo.
Además de cantar, también compone canciones y su especialidad es el folclore. Su padre canta y antes formaba parte de un grupo llamado “Los de Colombres”, fue gracias a él que empezó a interesarse por el canto. “Todos en mi familia lo hacemos, pero yo soy el que canta en los colectivos todos los días”, señaló.

Explicó que todos los días sube a cantar en el transporte público desde las 10 hasta las 14 y luego desde las 18 hasta las 22. Va desde Las Talitas y realiza circuitos en distintas líneas de colectivos de la provincia, como el 11, 106, 101 y 131. “Mi sueño es llegar a Buenos Aires y proyectarme allá. Para eso, quiero aprovechar el casting como un puente. Espero que la experiencia de los colectivos me sirva para esta oportunidad”, añadió. Afirmó que dedicarse a la música no siempre es fácil. Pero cuando te apasiona, tampoco es imposible. “Lo más difícil es el prejuicio de la gente. A veces, uno sube con la mejor actitud, pero te encontrás con alguien que tuvo un mal día y te descarga su enojo. Con el tiempo aprendí a ser fuerte y a no dejar que eso me afecte”.