
La empresa automotriz japonesa Nissan anunció su retirada del mercado argentino, lo que representa un golpe significativo para la industria automotriz nacional. Esta decisión se enmarca en un contexto de dificultades económicas y desafíos en el sector.
Nissan había iniciado la producción de su modelo Frontier en la planta de Santa Isabel, Córdoba, en 2018, con una inversión considerable y la generación de numerosos puestos de trabajo. Sin embargo, la empresa enfrentó obstáculos como la inflación creciente, restricciones cambiarias y una disminución en las ventas, lo que llevó a la decisión de cesar sus operaciones en el país.
La salida de Nissan se suma a la de otras compañías automotrices que han reducido o cerrado sus operaciones en Argentina en los últimos años, reflejando una tendencia preocupante en el sector. Esta situación afecta no solo a los empleados directos de estas empresas, sino también a una amplia cadena de proveedores y concesionarios.
El gobierno nacional expresó su preocupación por la decisión de Nissan y anunció que buscará dialogar con la empresa para explorar posibles soluciones que permitan revertir la situación. Mientras tanto, los trabajadores y sindicatos del sector automotriz manifiestan incertidumbre y preocupación ante el futuro laboral en un contexto económico desafiante.