“Sabemos que todavía no logramos nada”: la reflexión de un futbolista que es titular en San Martín

Guillermo Rodríguez esperó su oportunidad, se ganó un lugar en el equipo y hoy es un pilar de una de las defensas más sólidas del torneo.

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SE DIVIERTE. Guillermo Rodríguez vive el presente de San Martín con alegría, aunque advierte que todavía falta. “Hay que seguir con la misma intensidad”, dijo. SE DIVIERTE. Guillermo Rodríguez vive el presente de San Martín con alegría, aunque advierte que todavía falta. “Hay que seguir con la misma intensidad”, dijo. Foto CASM.

Cada futbolista sueña con el momento en que su nombre deje de ser una alternativa y para convertirse en una certeza; con salir a la cancha y sentir que el puesto es suyo, no por casualidad, sino porque se lo ganó. Guillermo Rodríguez está viviendo ese momento con la camiseta de San Martín de Tucumán. Hoy es de los pocos titulares con asistencia perfecta en un equipo que no sólo lidera la Primera Nacional, sino que lo hace con una de las defensas más sólidas del torneo.

Cada partido que pasa, el zaguero demuestra que su titularidad no es casualidad, sino el fruto de un esfuerzo constante.

“Esto es lo que siempre soñé; jugar, competir y ayudar al equipo a pelear arriba. Pero sabemos que todavía no logramos nada, así que hay que seguir con la misma intensidad”, aseguró con la claridad de alguien que entiende que en el fútbol, el presente se defiende todos los días.

Con el pasar de los partidos, el equipo de Ariel Martos mostró un juego agresivo, con presión alta y una intensidad que ahoga a los rivales. Sin embargo, el equilibrio defensivo fue la clave para sostener el rendimiento a lo largo del torneo. En ese aspecto, “Guille” se convirtió en un pilar fundamental.

“La clave está en el trabajo diario. Nos preparamos para cada partido con la misma mentalidad, sin importar el rival. Sabemos que cada encuentro va a ser difícil así que la concentración es fundamental”, explicó el oriundo de San Pablo.

Pero no sólo se trata de trabajo táctico. La confianza dentro del grupo también juega un papel clave en el éxito del equipo y así lo expresa el defensor de 22 años. “Tenemos un vestuario muy unido. Todos tiramos para el mismo lado y eso se nota en la cancha. Sabemos que el objetivo es grande y, paso a paso, estamos convencidos de que podemos lograrlo”, afirmó.

En lo que va del torneo, la línea defensiva de San Martín tuvo modificaciones, ya sea por lesiones o decisiones tácticas. Rodríguez, en cambio, siempre estuvo. Primero formó dupla con Juan Orellana, luego con Tiago Peñalba y, en los últimos partidos con Mauro Osores.

“Todos los compañeros con los que jugué tienen sus virtudes y de cada uno aprendí algo. Antes de los partidos hablamos mucho, tanto en la semana como en el vestuario. La comunicación es clave para entendernos dentro de la cancha”, destacó Rodríguez.

A pesar de los cambios en la zaga, la defensa sigue siendo una de las más sólidas del torneo. “Lo importante es que más allá de los nombres, el funcionamiento defensivo se mantiene. Nos entendemos bien y eso hace que la adaptación sea más rápida cuando hay cambios”, explicó.

Más allá del buen presente, el defensor sabe que el verdadero desafío será sostener el rendimiento en los próximos partidos. “Los rivales siempre buscan la manera de lastimarnos, así que tenemos que estar atentos y no cometer errores. Si logramos mantener el arco en cero, siempre vamos a tener chances”, afirmó Rodríguez.

Un largo camino

El recorrido de Rodríguez no fue fácil. Desde chico soñaba con llegar a Primera, pero el camino estuvo lleno de obstáculos. Sus primeros pasos en el fútbol los dio entre El Manantial y San Pablo, en donde jugaba en una escuelita antes de sumarse al club de su localidad; y bajo la conducción de Antonio Ibáñez, comenzó a formarse como defensor.

“Recuerdo esos años con mucho cariño, disfrutábamos cada entrenamiento. Pero siempre tuve claro que quería más”, rememoró.

Su llegada a San Martín se dio gracias a la conexión entre Ibáñez y Matías Torres. Poco a poco fue creciendo bajo las órdenes de distintos entrenadores, hasta que en 2022 Iván Delfino le dio la oportunidad de hacer su primera pretemporada con el plantel profesional.

Finalmente 11 de febrero de 2023 vivió otro momento especial: fue convocado por primera vez a un partido oficial, ocupando un lugar en el banco de suplentes contra All Boys. Aunque no ingresó, esa fecha marcó el comienzo de su camino en el fútbol profesional.

Hoy, consolidado como titular y con la confianza del cuerpo técnico y de sus compañeros, Rodríguez no se conforma. “Este presente lo disfruto, pero no me relajo. Sé que siempre hay algo por mejorar, así que el desafío es seguir creciendo y ayudar al equipo en todo lo que pueda”, expresó con seguridad.

El “Santo” está en un muy buen momento, pero el defensor sabe que la parte más difícil del torneo está por venir. “Nos queda un camino largo. Hay que seguir con la misma humildad y trabajo sin desviarnos del objetivo”, reflexionó.

A fuerza de esfuerzo y sacrificio, Rodríguez pasó de luchar por un lugar a convertirse en un líder silencioso de la defensa. Su trabajo en la semana demostró que en el fútbol, como en la vida, las oportunidades llegan.

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