
La tensión internacional volvió a golpear a los mercados y los activos argentinos no fueron la excepción. Este martes, el riesgo país superó los 1.000 puntos básicos y el índice S&P Merval revirtió una suba inicial de casi 5% para cerrar en terreno negativo, arrastrado por la volatilidad global y el impacto de los nuevos aranceles de Estados Unidos a China.
La medida anunciada por la Casa Blanca –un arancel del 104% sobre importaciones chinas que comenzará a regir el 9 de abril– profundizó la incertidumbre financiera internacional. A esto se sumó la reacción de China, que confirmó represalias, reavivando así el conflicto comercial entre ambas potencias.
En ese contexto, el índice Merval cerró con una caída del 0,6%, hasta los 2.013.400 puntos. Entre las principales bajas del panel líder se destacaron Transener (-7%), Metrogas (-6,1%) y Aluar (-6%).
Los bonos en dólares, que habían arrancado la jornada con alzas moderadas, también revirtieron su tendencia. El Bonar 2038 bajó 0,8%, mientras que el Bonar 2030 logró mantenerse levemente en positivo con un alza del 0,6%.
La presión externa también se sintió con fuerza en los papeles argentinos que cotizan en Wall Street. Los ADRs de Globant lideraron las pérdidas con un desplome del 10,2%, seguidos por Cresud (-4,6%), Central Puerto (-4,3%), Edenor e YPF (ambas con bajas del 4,1%).
En este escenario de aversión al riesgo, el índice de riesgo país –que elabora el JP Morgan– trepó hasta los 1.009 puntos, reflejando el deterioro en la percepción sobre los activos soberanos argentinos.
El contexto internacional y local
Juan Manuel Franco, economista jefe del Grupo SBS, señaló a Ámbito que los mercados atraviesan una fase de “altísima volatilidad”, marcada por los cruces arancelarios entre Estados Unidos y sus socios comerciales. “Las jornadas del jueves y viernes pasado dejaron pérdidas históricas, y el lunes fue extremadamente volátil. A pesar de una leve mejora en los futuros de acciones, el índice VIX sigue reflejando una elevada incertidumbre”, explicó.
Además, agregó que la atención sigue puesta en cómo se resolverá esta disputa comercial y qué consecuencias tendrá sobre el comercio global. En el caso argentino, dijo que el foco pasa por el posible impacto sobre las exportaciones y el ingreso de divisas.
Desde Bell Bursátil coincidieron en que los activos argentinos, que venían recuperándose por la expectativa de un acuerdo con el FMI, volvieron a sufrir un revés. Señalaron que la reciente batería de aranceles aplicada por Estados Unidos incluye un 10% para los países de América del Sur, lo que también influye en el humor del mercado local.
En paralelo, se espera con atención la evolución de las negociaciones con organismos multilaterales como el Banco Mundial y el BID, que podrían aportar financiamiento adicional al FMI. También se aguardan datos clave como la inflación de marzo –que podría ubicarse en torno al 2,9%– y los indicadores de actividad industrial y de la construcción que difundirá el INDEC.
Riesgo país y acciones: ¿una caída proporcional?
Según un informe de PPI, el retroceso de los activos argentinos podría haber sido “algo exagerado”, especialmente en sectores como la generación de energía. Sin embargo, destacaron que la caída del Merval fue proporcional a la que mostraron los bonos soberanos, lo que indicaría que la relación entre ambos tipos de activos se mantiene intacta.
“Es probable que los inversores hayan optado por una salida generalizada de posiciones argentinas, en un clásico movimiento de huida hacia la calidad (flight to quality). Sin embargo, en una eventual recuperación, bonos y acciones no se comportarán de forma idéntica: los bonos tienen un potencial de suba más limitado debido a su estructura financiera”, concluyeron.