

El Congreso del Partido Justicialista (PJ) de Tucumán dio un firme respaldo al gobernador Osvaldo Jaldo en Monte Bello en cuanto a la estrategia para disputar el año electoral. Ahora la pelota pasará al Consejo del PJ, que se reunirá en el corto plazo para continuar con las discusiones internas en Virgen de la Merced 157. Así, sin la participación del senador Juan Manzur -al menos por ahora-, el oficialismo apura las definiciones con miras a las nacionales del 26 de octubre.
En la sesión del viernes pasado, en el salón La Angelina, casi un centenar de congresales resolvió delegar en el Consejo peronista la potestad de “firmar la documentación correspondiente a la constitución de frentes y alianzas electorales”. Además, con el faltazo de un grupo de dirigentes “antimileístas”, el Congreso transmitió su apoyo a la “gestión institucional” de Jaldo y se reconoció “su liderazgo firme, federal y profundamente peronista”.
Fuentes del justicialismo coincidieron en que, si bien las convocatorias aún no fueron cursadas, la intención del Consejo del PJ es reunirse antes de Semana Santa para dar cumplimiento a lo resuelto por los congresales.
En principio, el jaldismo no tendría inconvenientes en aprobar el eventual temario que se comunique con la citación, teniendo en cuenta que la mayoría de los 20 miembros forma parte de las filas del gobierno.
De cara a ese encuentro, el monterizo Regino Amado insistió con que existe una mirada de apertura en el oficialismo. “No estamos excluyendo el partido, sino todo lo contrario: abrimos el PJ para todo aquel que considere que puede ser candidato”, indicó el ministro de Gobierno a LA GACETA. Recordó a la vez el “apoyo unánime que recibió el gobernador” en cuanto a las políticas dialoguistas, y también en lo partidario. “Los que quieran participar, que lo hagan dentro del partido, como lo hizo en su oportunidad quien es hoy el conductor del peronismo de la provincia”, añadió, en alusión a las PASO de 2021, cuando Jaldo enfrentó a Manzur. Luego, Amado reiteró la decisión de “acompañar todo lo que decida (el gobernador) en lo institucional y lo político”. “Estamos convencidos de que ese el mejor camino, no sólo para el PJ, sino también para todos los tucumanos”, añadió el funcionario.
Un camino posible para el peronismo tucumano es que, finalmente, el jaldismo alcance el consenso necesario para evitar las internas y conforme una lista con sello propio. Esto es clave para la Casa de Gobierno, considerando que dos de las cuatro bancas que renueva la provincia en Diputados pertenecen al bloque Independencia: Agustín Fernández y Elia Fernández de Mansilla.
Por ahora, y pese a la participación de algunos interlocutores que buscan cerrar filas, todavía hay algunos sectores que muestran reticencias respecto a la conducción del jaldismo. Incluso, el sector “antimileísta”, donde aparecen legisladores como Christian Rodríguez, Gabriel Yedlin y Javier Noguera, decidió no formar parte del último Congreso del PJ en Monte Bello.
Así, un interrogante gira en torno a qué harán los consejeros no identificados con el tranqueño, entre ellos el propio Manzur, presidente del PJ tucumano.
El diputado nacional Pablo Yedlin, al ser consultado por LA GACETA, puso la lupa sobre los tiempos. “Entiendo que están un poco apurados para una elección que es recién en octubre. Los tucumanos hoy están preocupados por otras cosas, como que se acabó la moratoria jubilatoria y nueve de cada 10 mujeres no van a poder jubilarse, que el bono para jubilados está en $70.000 hace un año y ya no pueden pagar la luz, los alimentos, los medicamentos. Lo electoral está desafortunadamente un poco acelerado; ya veremos cuando convoquen o no (a la reunión del Consejo) qué se dice”, explicó.
¿Y si no hay acuerdo?
Si no hay consenso en el PJ para el armado de las listas, una alternativa lógica serían las internas. Este año, a diferencia de los últimos comicios de medio término, el escenario presenta una particularidad: no habrá elecciones PASO -fueron suspendidas por el Congreso de la Nación-, con lo que, para dirimir las candidaturas, los “compañeros” del Distrito Tucumán deberían concurrir a las urnas en internas cerradas. Este camino no sería favorable al sector que pretenda competir contra el armado oficial, que controla los principales órganos partidarios, incluida la Junta Electoral partidaria.
Por ello, entre los dirigentes que no comulgan con las políticas dialoguistas insisten con la posibilidad de la intervención del PJ de Tucumán. Alimentan estas versiones con las evidentes diferencias entre los lineamientos de la presidenta del partido nacional, Cristina Fernández de Kirchner, y las políticas aplicadas por Jaldo, por ejemplo, a la hora de expresar el voto del bloque Independencia en la Cámara baja. Este tercer camino, hoy por hoy, ofrece también obstáculos; entre ellos, que Manzur debería antes renunciar a la conducción formal del PJ-Distrito Tucumán; y que CFK debería reunir otros apoyos en el PJ nacional para “quitarle” el sello a la estructura del tranqueño. Entre los “antimileístas” confían en que el viento a favor llegará en mayo. Para entonces, en el jaldismo pretenden haber definido los puntos centrales para el 26 de octubre.