

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundirá hoy el comportamiento del Índice al Consumidor (IPC) de marzo que, según los analistas, se ubicaría en un 2,6%. La tasa es más elevada de la que hubiera esperado la gestión del presidente Javier Milei en esas expectativas que había generado acerca de un proceso de desaceleración inflacionaria. El propio jefe de Estado había estimado que, hacia fines de este mes, la inflación se ubicaría por debajo del 2%. En el medio, sin embargo, la tormenta cambiaria generó ruidos en la política económica. A ello se sumó la escalada de reacciones por los aranceles impuestos por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a las importaciones hacia ese país. Ahora el mundo se expone a la suba sostenida de precios.
Más allá de eso, las cuestiones domésticas pesan a la hora de mirar los precios de la economía argentina. “Es probable que la tensión en el mercado cambiario deje alguna secuela en el proceso de desinflación, demorando algo más de lo previsto la desaceleración. Más allá de estas cuestiones de coyuntura, los fundamentos económicos son sólidos para pensar que la inflación seguirá cayendo a lo largo del año”, plantea Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso que proyectó una variación del IPC del 2,4%.
La estimación de los analistas que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central dieron cuenta que, en el tercer mes del año, hubo un empeoramiento de la inflación (2,6%) respecto de lo previsto en el reporte previo, cuando planteaban que el IPC alcanzaría un 2,2%, y una aceleración frente al 2,4% de febrero.

La proyección de un peor escenario inflacionario también fue trazada sobre los meses venideros, retrasando la posibilidad de que el IPC mensual quede por debajo de 2% para junio, cuando se prevé que alcance el 1,8%. En el reporte anterior, se pronosticaba que dicha marca sería quebrada en abril con un 1,9%, pero fue corregido al 2,2%.
El dato de inflación de marzo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) encendió luces amarillas entre los consultores y operadores del mercado. Esa medición arrojó una variación del 3,2% para el mes pasado. En ese aspecto, Adcap Grupo Financiero modificó sus proyecciones y la ubicó en un 2,8%. “La inflación de CABA se vio impulsada por un aumento del 14% en educación y un alza del 4,7% en alimentos (reflejando el impacto de la reducción de retenciones a la exportación). Los alquileres y los servicios de salud también se aceleraron durante el último mes”, indica Federico Felippini, economista jefe de Adcap.
El juego de expectativas
En el último año, las acciones adoptadas por el equipo económico que conduce Luis Caputo comenzaba una senda de desaceleración inflacionaria. En ese esquema, dice a LA GACETA el economista Eduardo Robinson, se observó una apreciación en el valor de los bonos, un descenso del Riesgo País, un esquema de devaluación administrada de la moneda al 2% mensual (crawling peg) y, por sobre todo, un compromiso con la estabilidad fiscal. Los valores de las tarifas se fueron actualizando, aunque no a la misma velocidad que a fines de 2023 y principios del año anterior. Estos lineamientos de política, que no llegaron a constituirse en un plan económico más integral, sumado a un proceso recesivo significativo, llevó a un proceso de desaceleración inflacionaria. Sin embargo, advierte el consultor, a un año vista, la inflación vuelve a despertar signos de interrogación. “Si bien, no se produjo una aceleración importante de la inflación, si entró en un relativo amesetamiento con leve tendencia al alza. Y esto es preocupante”, explica.
No obstante, durante el primer cuatrimestre del año, la inflación no sólo no ha podido perforar la barrera del 2% mensual, sino que comienza a acercarse al 3% como se vio en CABA.
¿Cómo ha sido la evolución de la suba sostenida de precios? Robinson lo enumera del siguiente modo:
•En febrero, el aumento de precios estuvo impulsado por la carne vacuna.
• En marzo, por los colegios, combustibles y prepagas.
•Abril también viene con incrementos en combustibles y así sucesivamente, indicando que la desaceleración anterior no se mantuvo como se esperaba.
A su criterio, la inflación de marzo que se dará a conocer esta tarde, se estima que estará por encima del 2,5%. Es decir, no estaría cediendo.
A este panorama se agregan en los últimos meses las expectativas relacionadas al acuerdo con el FMI. “Lo que el mercado espera es que haya una modificación del esquema cambiario, es decir, el sistema de crawling peg al 1% mensual y el denominado dólar blend, que hace que los exportadores liquiden el 80% a la cotización del valor oficial y 20% en el contado con liquidación”, remarca. Y alerta acerca de que un cambio en el esquema cambiario puede traer aparejado una devaluación del peso. “Esto es lo que se espera. Una corrección del valor del dólar hará que haya un traslado a precios, es decir, que la inflación vaya a la zona del 4% mensual, con lo que eso implica en términos de afectar el poder de compra del salario, que viene bastante magullado”, subraya Robinson.
La comparación interanual ya pierde vigencia en la mirada de los analistas. Hasta el dato de marzo resulta viejo a la hora de prever el impacto en la actividad económica. Las expectativas juegan un rol fundamental en la definición del plan económico que debe adoptar la Argentina.
Advertencia de EEUU: “no a la carne argentina”
“Vamos a poner a Estados Unidos primero, no a la carne de Argentina”, aseguró ayer la secretaria de Agricultura norteamericana, Brooke Rollins, en medio del revuelo provocado por la suba de aranceles decidida por Donald Trump. “No hay nadie que vaya a luchar con más ahínco, con más inteligencia o de forma más estratégica” que Trump, dijo Rollins. Aseguró que “por todos los estadounidenses vamos a poner a Estados Unidos primero; no a China, ni a la India, ni a la carne de Argentina, ni a los productos lácteos de Canadá”, en una entrevista con Fox News. “Recién escuchaba a un pescador y a un ganadero decir que están con el presidente, que entienden su visión, que dicen que esto va a ser mejor para las familias”, sostuvo Rollins, quien fue mencionada por Trump cuando anunció la suba de aranceles. Rollins dijo que “la gente eligió a este presidente disruptivo, incluso los estados pendulares lo votaron, para que ponga a EEUU primero, no a India, no a China, no más carne de la Argentina, no más lácteos de Canadá, sino Estados Unidos primero”. El duro mensaje de la funcionaria se produce en medio del revuelo por los aranceles mínimos del 10% y a pesar de una buena sintonía entre el republicano y el presidente Javier Milei.