China versus Estados Unidos: la burla como arma en la guerra comercial

PEKIN, China.- Hileras de obreros estadounidenses con sobrepeso intentan trabajar con máquinas de coser en una fábrica. La imagen, generada con inteligencia artificial, se burla de un Estados Unidos obligado a producir sus propios productos, dando así una arista sarcástica a la guerra comercial desatada por los colosales aranceles impuestos por Washington a los productos de China.

Sumadas a los aranceles ya impuestos por la anterior administración, las sobretasas pueden llegar hasta 245% en ciertos sectores. China respondió con sus propios aranceles y afirma estar dispuesto a llevar este pulso comercial “hasta el final”.

Las publicaciones que se burlan de la dependencia estadounidense de los productos chinos inunda las redes sociales. Decenas de videos burlándose de los estadounidenses y su incapacidad para producir lo que consumen, acumulan millones de visualizaciones en la aplicación TikTok, bloqueada en China y en Estados Unidos, pero accesible mediante redes privadas virtuales (VPN).

Perspectiva poco realista

El presidente estadounidense, Donald Trump, asegura que sus aranceles ayudarán a repatriar la producción manufacturera tras décadas de deslocalización. Pero algunos internautas chinos consideran esa perspectiva poco realista. Videos generados por inteligencia artificial, que se volvieron virales, muestran a Trump, su vicepresidente JD Vance, y al magnate tecnológico Elon Musk en cadenas de montaje de zapatos o iPhones. Otra publicación muestra que un vestido usado por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, proviene de la plataforma china Taobao. “Critican el ‘Made in China’, pero lo disfrutanen su vida diaria”, ironiza un comentario.

Algunos videos también explican a los estadounidenses cómo sortear las sobretasas prohibitivas sobre los productos de su país comprando directamente en China. En un video en TikTok, un hombre que dice trabajar en una fábrica de Birkenstock en Yiwu, centro industrial en el este del país, ofrece tomar pedidos de estas sandalias por 10 dólares. “Tenemos siete colores”, dice, señalando varios modelos expuestos sobre una caja de cartón. El mismo producto cuesta, en el sitio oficial Bergdorf, más de 100 dólares. Lo mismo sucede con la codiciada -y símbolo de estatus- Birkin Bag, una cartera de la firma Hermés, que puede costar casi 40.000 dólares. En uno de los videos, un fabricante relata que la cartera se produce en China -a un costo de 1.500 dólares- y que Hermés sólo le pone el logo.