PORTADA. Así era el póster de la película, con todos los actores atrás y “Mamá Cora como protagonista.
“Esperando la carroza” es una comedia emblemática, que tanto tiene de humor absurdo como de crítica social. Así fue descripta por gran parte de los críticos con el paso de los años, porque al principio no le fue nada bien con este sector.
Hace 40 años se estrenó esta película y este jueves regresa a las salas argentinas, a modo de homenaje, pero también para recordar a su protagonista, Antonio Gasalla, que falleció este año.
Dirigida por Alejandro Doria, sobre un guión de Jacobo Langsner, la comedia se convirtió en un clásico de culto. Y contó entre sus protagonistas a Antonio Gasalla, Luis Brandoni, China Zorrilla, Mónica Villa, Juan Manuel Tenuta, Julio de Grazia, Enrique Pinti, Betiana Blum y Andrea Tenuta.
Ambientada en un típico domingo familiar en un barrio argentino, la trama se centra en el caos que se desata tras la supuesta muerte de Mamá Cora, una abuela de 80 años que desaparece después de una discusión con su familia.
La confusión lleva a los personajes a organizar un velorio sin cuerpo, mientras emergen tensiones familiares, reproches y secretos que reflejan dinámicas profundamente reconocibles para el público.
EMBLEMA. “China” Zorrilla y el teléfono, una dupla letal en la película.
Esta sátira se ha mantenido vigente gracias a su capacidad para abordar temas universales como el abandono de los adultos mayores, la hipocresía familiar y las diferencias de clases. El film fue realizado con escaso presupuesto en los años 80 pero logró una interesante recaudación, aunque no se conoce con exactitud la cifra.
Frases
Para más de una generación deben ser pocas las personas que cuando escuchan “¿Dónde está mi amiga?”, el famoso “¡Tres empanadas!” y ni hablar del “Yo hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace ravioles” desconozcan su origen. O “¡Minusválida mental!” y el inolvidable “Ahí lo tenés al pelotudo”.
FALSA ALARMA. Le informan a Sergio (Tenuta) que se murió una anciana.
“La obra plantea la disfuncionalidad en las relaciones de una familia común y corriente, de clase media, donde hay ricos, más ricos, menos ricos, y más pobres. Por lo tanto hay un retrato, una especie de radiografía a partir de una familia, de una sociedad, de una comunidad, más amplificada. Representa muy fuertemente lo que pareciera ser nuestra propia sociedad”, comentó Raúl Osorio, director de teatro que la puso en Chile.
TRES EMPANADAS. Brandoni y una escena del auto que fue inolvidable.
La casa chorizo (barrio de Versalles) donde se filmó fue declarada Patrimonio de la Ciudad de Buenos Aires; es un lugar de peregrinación para miles de fans que la visitan durante todo el año para tomar fotos y recorrer el barrio.
El loro
No estaba previsto, pero quedó para la posteridad.
La famosa frase de Elvira (China Zorrilla) “Me cagó el loro”, no estaba en el libreto, sino que fue un accidente real en plena filmación por la incontinencia del pájaro, un habitante de la casa que se reía cada vez que veía agitarse un pañuelo.
“SUSANA”. El papel de la hija fue interpretado por Mónica Villa.
Basada en la obra teatral del dramaturgo uruguayo Langsner, es una clara muestra del grotesco rioplatense: la sucesión de malentendidos y enredos desencadena una serie de situaciones cómicas y disparatadas, con altas dosis de cinismo.
En Tucumán
La obra se extendió por distintas ciudades (igualmente en Uruguay y Chile); en Tucumán tuvo tres versiones: en 1989 la estrenó el Teatro Estable de la Provincia, con dirección de Rafael Nofal; 10 años después la puso Rolo Andrada con su taller Renacer, y luego Oli Alonso nuevamente con el Estable.
En 2009 se estrenó una segunda parte en el cine, con un guión que había sido escrito en 1986, también por Langsner, con dirección de Gabriel Condron.
Pero Doria no quiso dirigirla porque, según él, no se podía competir con un mito. “Esperando la carroza 2” fue protagonizada por Luis Brandoni, Betiana Blum, Roberto Carnaghi, Juan Manuel Tenuta y Lidia Catalano (que también falleció en enero pasado).
Es tanta la popularidad de la película que se hizo un documental para sus fanáticos. “Carroceros” (2021) a cargo de Mariano Frigerio y Denise Urfeig.
En Facebook el sitio “Asociación de Enfermitos de Diálogos de “Esperando la carroza” tenía miles de seguidores y las actividades consistían en decir de memoria los diálogos de la película, algo que en otras redes se sigue haciendo. Por algo este jueves volverá a muchas de las salas de nuestro país. En las de Tucumán no está confirmado aún.
PUNTOS DE VISTA
Parte del capital simbólico y del acervo cultural
Rafael Vásquez Rivera
Director de Industrias creativas e interior del Ente Cultural
Es considerada una de las 10 mejores películas argentinas y tiene características reconocidas y reconocibles por la crítica y público. Película grotesca con cierto humor ácido muy particular, la misma es un drama en tono de comedia.
La forma muy particular en que los personajes se comunican, que dialogan, tiene que ver con una “parla”, donde todos podríamos identificarnos, muy propia de un arquetipo de familia argentina reunida un día domingo cualquiera, por ejemplo. Todos los personajes hablan en el film “amontonadamente”, los diálogos -o no diálogos- son prácticamente a los gritos.
El lingüista Noam Chomsky se refiere al “habla” como una manifestación innata en el ser humano, que se ha desarrollado a través de la exposición a la lengua materna e influenciada por la historia y la cultura propia de cada lugar.
En este caso, “Esperando la Carroza” exacerba lo pintoresco, lo grotesco, el yeite y el habla. Alejandro Doria, director del film, cuenta que exactamente ese era su pedido: si los actores hablaban a los gritos, él les pedía que lo hicieran ocho veces más.
La primera versión de “Esperando la Carroza” dirigida por Alejandro Doria, se realizó para la televisión en el viejo Canal 9. La versión fílmica que cumple 40 años fue ampliamente difundida por la televisión argentina, con importantes marcas de rating cada vez que se exhibe. Doria es reconocido como un realizador que hacía cine como si fuera televisión, y televisión con calidad cinematográfica. Y en el caso de “Esperando la Carroza” la misma es una obra cinematográfica que surgió en la televisión, y también conocida y difundida por la televisión misma, aportando el formato televisivo a la formación de nuevos públicos conocidos como “los carroceros”, fanáticos del film.
Esta película forma parte de nuestro capital simbólico y acervo cultural. Y si esta obra cinematográfica hubiera sido realizada y pensada solamente para la televisión, la misma sería también un bellísimo culebrón.
Una obra que pudo dialogar con su tiempo
Gustavo Caro
Docente - Escuela de cine, animación y TV
Cuando se estrenó “Esperando la carroza”, nadie esperaba que tuviera el éxito que logró alcanzar. Adaptada de una obra de teatro estrenada en la década del sesenta, el filme dirigido por Alejandro Doria se transformó en uno de los clásicos más queridos del cine argentino.
Su estreno coincidió con la apertura democrática en el país, lo cuál fue significativo para su popularidad, ya que la sociedad argentina pudo identificar en esa historia de humor costumbrista la posibilidad de un nuevo tiempo.
En ese sentido, creo que es una película que, a su manera, supo dialogar con su tiempo. Está claro que su popularidad también se mantuvo a través del tiempo por ser uno de los filmes nacionales más difundidos por la televisión abierta de Buenos Aires, algo inusual o negado para otras producciones argentinas. Pasatista y divertida, la película catapultó la carrera de Antonio Gasalla en la televisión.
“Esperando la carroza” fue elegida entre las 20 mejores películas argentinas de todos los tiempos en la encuesta de cine argentino presentada en el Festival Internacional de Cine de Mar de Plata en el año 2022. La votaron gente como Mariana Enriquez, Miguel Rep y Bruno Stagnaro, director de la serie “El eternauta”, entre otros. Eso refleja el peso de su popularidad.





















