Miércoles 13 de mayo de 1981. 17:17 hs. Día consagrado a la Virgen de Fátima. En el Vaticano, en la Plaza San Pedro y ante una multitud de 30 mil personas, un terrorista de origen turco llamado Alí Agca de tan solo 23 años disparó cuatro veces contra el Papa Juan Pablo II mientras se encontraba este saludando a los feligreses allí convocados. Hacía tan solo dos años y siete meses que había iniciado su pontificado el 16 de octubre de 1978 y era uno de los papas más jóvenes (asumió con 58 años). De origen polaco y nacido en un pequeño pueblo llamado Wadowice a 50 km de Cracovia. Alí Agca efectuó sus disparos con una pistola Browning 9 mm y cuatro balas impactaron en su cuerpo: dos en el abdomen, una en el codo derecho y otra en la mano izquierda. Karol Jósef Woityla, ensangrentado y dolorido, fue trasladado raudamente por las pobladas calles de Roma en ambulancia hasta el hospital Gemelli en 8 interminables minutos. Ya en el policlínico fue intervenido magistralmente por el doctor Francesco Crucitti y equipo. Fue politransfundido: su grupo y factor sanguíneo era el A Rh-, de difícil obtención no obstante sobrevivió después de seis horas de estresante pero magistral cirugía abdominal de urgencia. Hay que posicionarse en esa época, con la medicina de comienzos de los ’80, y pensar que todavía el paciente anestesiado no contaba con los controles que tenemos hoy: oxímetros, capnógrafos, multiparametricos, control de T.A mediaintraarterial, etc. Solo estaban el factor humano con su experiencia, la ayuda de Dios y un tensiómetro, un estetoscopio y un monitor cardiaco para sostener el enfermo quirúrgico. Los disparos perforaron el intestino delgado y el grueso. El Dr. Crucitti declaro que la bala había entrado cerca del ombligo por el lado izquierdo, perforado el colon y el intestino delgado en cinco partes pero que le pareció que, sorprendentemente o milagrosamente, el proyectil cambio su trayectoria sin herir la aorta. Ya recuperado el Papa Juan Pablo II señaló que creía de corazón que ese día, el 13 de mayo, la Virgen le había protegido desviando la bala. Se salvó. Lo salvaron. Lo esperaban 24 años más de Pontificado y de viajes apostólicos a todos los confines de la Tierra. Su misión no se truncó y serian a la “sazón” 26 años y 168 días en total de un Papa que fue “Mensajero de la Paz”. Cuando el Papa se recuperó llevó y donó al santuario de Fátima una de las balas con la que lo hirieron. Esta fue engarzada en la corona y en el halo de la imagen original de la Virgen de Fátima en Cova da Iria, Fátima, y hoy es esto un símbolo mundial de la protección materna para los católicos. Juan Pablo II defendió con sus viajes los valores cristianos, tuvo gran carisma en su lucha contra el comunismo, influenció para la caída del muro de Berlín en 1989 y se cree que también para la finalización de la guerra de Malvinas. Su papado fue el segundo más largo de la historia y curiosamente falleció un 2 de abril del año 2005. La imagen original de la Virgen de Fátima viajará en octubre de este año a Roma a petición del Papa Francisco. Lo hará en el marco del jubileo de la espiritualidad mariana. Juan Pablo II fue beatificado en el año 2011 y canonizado el 27 de abril de 2014 por el Papa Francisco.
Juan L. Marcotullio
marcotulliojuan@gmail.com


















