Pocos nombres en la industria del cine tienen el peso y la elegancia de George Clooney. Actor, director, productor y filántropo, ha sabido construir una carrera sólida y una imagen pública marcada por el bajo perfil y el buen gusto. Lejos de los excesos de Hollywood, Clooney encontró su rincón ideal en Europa, más precisamente en Italia, donde se enamoró de un lugar que, con el tiempo, se transformó en su hogar principal.
Se trata de Villa Oleandra, una imponente mansión situada en el pintoresco pueblo de Laglio, a orillas del icónico Lago di Como, al norte del país. Rodeado de paisajes de ensueño y una arquitectura clásica europea, este sitio se convirtió en sinónimo de la vida privada y sofisticada del actor.
Un lugar con historia y estilo
George Clooney compró la propiedad en 2002, por una suma estimada en 10 millones de dólares. Desde entonces, la villa fue objeto de diversas remodelaciones y mejoras, elevando su valor actual a cerca de 100 millones de dólares.
Villa Oleandra cuenta con 25 habitaciones, extensos jardines cuidadosamente diseñados, pileta, cancha de tenis, un teatro privado, gimnasio y un muelle con acceso directo al lago. El interior, decorado con piezas de arte europeo, muebles antiguos y ventanales que ofrecen vistas panorámicas del agua y las montañas, refleja el refinado estilo del actor.
Un refugio familiar y cinematográfico
Aunque inicialmente pensó en usarla como una casa de vacaciones, con el tiempo la villa se transformó en la residencia predilecta de Clooney en Europa. No solo es su lugar de descanso cuando no está filmando, sino también un punto de encuentro habitual con amigos y colegas del mundo del cine.
La villa también jugó un papel clave en su relación con la abogada Amal Alamuddin, hoy su esposa. La pareja suele pasar largas temporadas allí junto a sus hijos, consolidando la mansión como su verdadero hogar familiar.
Más allá de su valor inmobiliario, Villa Oleandra representa para Clooney algo mucho más profundo: una conexión con la tranquilidad, la belleza natural y la vida simple lejos del ruido mediático. Sin dudas, es una de las propiedades más admiradas y emblemáticas de las celebridades internacionales.






















