11 Junio 2025
Roberto Fiochi renunció a la presidencia del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas.
En un escenario de creciente crisis financiera y fuertes cuestionamientos a su gestión, Roberto Fiochi renunció a la presidencia del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (Iosfa) tras solo siete meses en el cargo.
La salida de Fiochi dejó a la obra social, que atiende a más de 550.000 afiliados, sumida en una deuda que supera los $160.000 millones y con un futuro incierto. Bettina Surballe, con experiencia previa en el Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF), asumió la conducción en un momento crítico.
La renuncia de Fiochi se produjo en un momento de máxima tensión dentro de Iosfa. La deuda, que según el Ministro de Defensa Luis Petri ascendía a $120.000 millones la semana pasada, continúa creciendo a un ritmo alarmante de $19.000 millones mensuales.
Una ausencia que despertó suspicacias
Paradójicamente, Petri había ratificado a Fiochi en su cargo pocos días antes de su dimisión. La ausencia del ahora ex presidente en una reciente comparecencia ante el Congreso ya había generado suspicacias sobre su continuidad.
Fiochi justificó su salida por "motivos personales" y la necesidad de dedicarse a "cuestiones empresariales". Sin embargo, su breve gestión estuvo marcada por el descontento de los afiliados debido a la reducción de prestaciones y el deterioro de servicios, como el vaciamiento de la Policlínica Actis por falta de recursos y la consecuente fuga de profesionales.
La nueva presidenta, Bettina Surballe, proviene del IAF, donde lideró un proceso de reordenamiento administrativo y financiero. No obstante, su gestión en el IAF también generó controversia, especialmente por un préstamo de $40.000 millones otorgado a Iosfa que hoy es objeto de críticas internas, al considerarse una medida paliativa ineficaz.
Abrirán auditorías externas
Desde IOSFA anunciaron una "reingeniería" para asegurar la sostenibilidad de la obra social, lo que incluye auditorías externas, modernización del sistema informático y gestiones con el Ministerio de Economía para regularizar los aportes patronales pendientes. "Es indispensable poder avanzar en este proceso de saneamiento para cumplir con el compromiso asumido desde el primer día: recuperar la obra social", dijeron fuentes cercanas a Surballe.
Sin embargo, el directorio de Iosfa mostró escepticismo ante las soluciones planteadas. Los vocales del organismo criticaron que se haya desestimado una propuesta de copago que, según ellos, podría haber aliviado la carga financiera y cuestionan la efectividad del préstamo del IAF.
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