Ganó, gustó y trepó: San Martín derrotó a Ferro y es otra vez líder en la Primera Nacional

FESTEJO. Todos abrazan a Juan Esquivel, la gran figura que tuvo San Martín en la siesta de Caballito. FESTEJO. Todos abrazan a Juan Esquivel, la gran figura que tuvo San Martín en la siesta de Caballito. MATÍAS NAPOLI ESCALERO, especial para LA GACETA

De visitante es otra cosa. De la mano de un Juan Cruz Esquivel intratable San Martín triunfó 2-0 ante un alicaído Ferrocarril Oeste para sellar su sexta victoria a domicilio en 10 partidos en la temporada y recuperar el liderazgo de la zona A de la Primera Nacional.

El doblete de Esquivel, quien ya suma cinco gritos en el certamen, alcanzó y sobró para que el conjunto de Ariel Martos se alzara con tres unidades que habida cuenta de su cosecha inmediatamente anterior (apenas un punto sobre seis obtenidos en La Ciudadela en las últimas dos fechas) y del duro traspié previo de su competidor Atlanta, valen inclusive mucho más.

Un rato antes del inicio, las noticias llegadas desde Villa Crespo, a apenas unas 40 cuadras del estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri, no podían ser mejores: el modesto Alvarado daba uno de los batacazos de la 19na. fecha, venciendo al “Bohemio” por 2-0. Así, la cima de la zona volvía a estar al alcance de la mano de San Martín.

Curioso: algo similar había ocurrido hace casi exactamente un año, cuando el “Santo" llegó a Caballito también con la posibilidad de recuperar la punta de su zona, gracias a la derrota previa de su homónimo sanjuanino.

En aquella muy fría noche de julio, al conjunto por entonces dirigido por el “Traductor” Diego Flores se le congelaron las ideas y cayó 3-1 sin atenuantes ante el “Verdolaga”, más allá de un par de errores arbitrales que colaboraron con tal destino.

Esta vez, en igual escenario, en la bastante fría pero soleada tarde porteña, la historia fue bien distinta. San Martín fue sólido, efectivo, convincente. Y no desaprovechó su chance de volver a encaramarse en lo más alto.

Minutos antes del pitazo inicial de Pablo Dóvalo el interrogante quedó develado: ¿cedería Martos a la tentación de volver a incluir a Gabriel Hachen luego de haber purgado su suspensión de tres fechas, junto a y no en lugar de Juan Cuevas, irregular pero también determinante en varios de los últimos partidos?

La respuesta fue sí. Afortunadamente para San Martín, la inusual sociedad arrojó dividendos muy pronto, juntándose predominantemente por la izquierda del ataque. Y el regreso de Franco García a la alineación titular también probó ser beneficioso para el flanco derecho. De esta forma, la visita generó peligro, por aquí y por allá.

Doble acierto del entrenador, que arriesgó y apenas pasado el primer cuarto de hora festejó con la incursión y el centro de García, el rebote del arquero Rafael Ferrario, y el oportunismo de Esquivel en el momento justo y en el lugar cierto para una ventaja que ya se percibía en el aire y que el “Santo” comenzó a justificar todavía más a partir de entonces.

Hasta el entretiempo, siempre San Martín pareció más cerca del segundo que Ferro de la igualdad. Curiosamente también, una de las aproximaciones más claras del conjunto de Alfredo Grelak sobrevino después de que Dóvalo le cobrara una retención de más de ocho segundos a Darío Sand y el anfitrión tuviera un córner a su favor que derivó en un remate despejado por un defensor cuando parecía que podía terminar en la red.

La gente de “Oeste” pedía más compromiso a sus jugadores. Pero su fútbol seguía ausente, congruente con su posición en la tabla, ahora no tanto más lejos del fondo de la tabla que de la zona de Reducido. Si Martín Pino hubiera estado con la pólvora seca, la diferencia habría sido mayor todavía a la hora del descanso. La impresión era que la visita le había hecho precio.

Un problema adicional para Martos fue la salida por lesión de Matías Ignacio García. Con Gustavo Abregú afuera recuperándose de su problema en un menisco, el técnico apostó por el ingreso de Leonardo Monje para afrontar la segunda etapa como número "5" en soledad. ¿Alcanzaría para la contención de un Ferro que por necesidad y urgencia se vendría con todo?

San Martín demostró que de visitante juega más y mejor

Sí y no. Porque “Oeste” no logró lastimar, pero es verdad que en los segundos 45' tuvo varias chances para igualar. El centro del campo se hizo una autopista sin límite de velocidad para los jugadores locales, mientras los visitantes fallaban las pocas ocasiones de remate que se le presentaron hasta que Esquivel hizo lo que mejor sabe y más le gusta: se escapó de su marca y sacó un fierrazo para el 2-0 definitivo.

San Martín logró sacar diferencia en un historial hasta este domingo absolutamente igualado con Ferro. Pero, sobre todo las cosas, pudo prolongar su buen hábito de cantar victoria de visitante (ya duplica la cantidad de triunfos en tal condición en relación con los conquistados en su casa). 

En su campaña a domicilio, el "Santo" cimenta hoy su ilusión de ascenso.

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